El juez federal Roberto Falcone consideró que no estuvo probada la acusación de la Fiscalía y absolvió a Roberto Tagliabué. Sí fue condenado a seis meses por el delito de maltrato animal y comercialización de fauna silvestre.
El Tribunal Oral Federal absolvió este lunes al pastor evangelista Roberto Tagliabué por los delitos de trata de personas con fines de explotación laboral y ejercicio ilegal de la medicina y recuperará la libertad.
El juez federal Roberto Falcone dio a conocer la sentencia esta tarde, en la que consideró que no estuvo probada la acusación de la Fiscalía, representada por Laura Mazzaferri, y absolvió a Roberto Tagliabué por los delitos de trata de personas y de ejercicio legal de la medicina.
No obstante, el juez Falcone condenó al pastor por el delito de maltrato animal y comercialización de fauna silvestre a una pena de seis meses de ejecución condicional.
El juez, además, ordenó que Tagliabué recupere su libertad después de haber estado más de tres años detenido en este proceso.
Cabe recordar que le fiscal Laura Mazzaferri había solicitado la pena de 14 años de prisión por los delitos de trata de personas con fines de explotación laboral agravada, ejercicio ilegal de la medicina, comercialización de fauna silvestre y maltrato animal.
Por su parte, la defensa de Tagiabué, a cargo del abogado Mauricio Varela, había sostenido desde el inicio de la investigación que el pastor evangelista era inocente, por lo que en los alegatos había solicitado la absolución.
La sala del Tribunal Federal de Mar del Plata estuvo colmada de personas que mostraban su apoyo al pastor Tagliabué. Estaban quienes eran parte de la congregación de su templo El Shaddai, quienes le agradecían por haber participado del Programa Cristiano de Rehabilitación de Adicciones (PCRA) o quienes habían sido parte del comedor “El Farolito”, tanto para buscar un plato de comida como para ayudar en el lugar.
El juez Roberto Falcone dio a conocer un resumen de los fundamentos en una exposición de casi dos horas, en las que se mostró muy crítico del rol la fiscal Mazzaferri, a quien señaló por no haber hecho una investigación objetiva.
Falcone consideró que no quedó demostrado que el pastor hubiese utilizado su rol como líder religioso para captar víctimas y explotarlas laboralmente. Remarcó que no hubo testigos ni pruebas que confirmaran que Tagliabué iba a villas, a la cárcel o a otras lugares para poder persuadir a personas vulnerables con consumo problemático de adicciones y reducirlas a la servidumbre.
Sí quedó demostrado que el pastor realizaba una ayuda social y solidaria en la periferia de la ciudad, en la que ofrecía a personas con problemas de adicción un programa espiritual, una guía, un apoyo y contención que el Estado no les daba.
Las supuestas víctimas eran personas de una marginalidad severa y quedó demostrado que estaban en el PCRA ofrecido por Tagliabué por propia voluntad. Falcone entendió que Tagliabué predicó como pastor para ayudar espiritualmente a las personas a superar la adicción a las drogas. “Podrá ser insuficiente, pero no es un delito”, remarcó.
“El Ministerio Público Fiscal y la Justicia tenemos que pisar el barro, porque las cosas se ven distintas en el escritorio”, expresó el juez en crítica al trabajo realizado por la fiscal Mazzaferri y remarcó: “Su hipótesis se basó en datos aislados, con los que construyó un relato coherente, pero que no puede reemplazar al relato verdadero”.
El pastor evangelista estuvo injustamente detenido por más de 3 años. En ese tiempo el templo El Shaddai fue clausurado, al igual que el PCRA, que fue ocupado de manera ilegal. Estas medidas, implicaron, para el juez, la desaparición de un refugio para personas en situación de extrema vulnerabilidad. “Eran una red de ayuda que suplía las carencias del propio Estado”, expresó Falcone.
De esta manera, Roberto Falcone absolvió a Tagliabué por de trata de personas con fines de explotación laboral agravada y ejercicio ilegal de la medicina, por estos graves delitos el pastor se encuentra detenido desde 2022.
En cuanto a la comercialización de fauna silvestre y maltrato animal, Tagliabué fue condenado a 6 meses de ejecución condicional.
“¡Gracias Jesús!”, gritó una mujer al salir de la sala del Tribunal. “Se hizo justicia”, le respondió un hombre que lloraba de alegría. “Es inocente, esto es justicia divina”, comentó otra mujer integrante de la congregación de Tagliabué, con la esperanza de que una vez liberado vuelva a abrir las puertas del templo El Shaddai.
Vale recordar que Tagliabué está acusado de haber captado y acogido, valiéndose de su calidad de pastor de la iglesia El Shaddai, ubicada en el barrio Pueyrredon, y utilizando engaños y violencias a una multiplicidad de personas -nueve eran las supuestas víctimas de este caso- en situación de “suma vulnerabilidad”.
Según la acusación fiscal, los hechos se encuadran entre el 2001 y agosto de 2022 cuando se realizó el último allanamiento por orden de la Justicia Federal. En su mayoría, las víctimas son varones jóvenes -uno de ellos captado cuando aún era menor de edad y otro con una situación de discapacidad-, que atravesaban serios problemas de adicciones, habitacionales y económicos, y en algunos casos también tenían conflicto con la ley penal.
Algunos de ellos fueron derivados incluso por la justicia provincial para cumplir con normas de conducta que les permitieran acceder a la suspensión de sus procesos o tener un régimen morigerado de prisión, situación que era aprovechada por el imputado, a fin de captar a las víctimas o mantenerlas en situación de explotación.
La finalidad de las maniobras investigadas, según estableció la fiscalía, era la explotación laboral, que se daba a través de la venta ambulante, la atención de dos negocios que tenía el pastor en la zona o bien con tareas de mantenimiento en la iglesia.