Policiales

Acusado de matar a un joven fue absuelto en un juicio por jurados

No se pudo sostener la prueba contra Emiliano Mansilla por el crimen de Cristian Domínguez. Un segundo imputado enfrenta un juicio oral en el mes de febrero, aunque su imputación podría reverse.

El acusado de asesinar de dos disparos a un joven en el año 2013 durante una venganza por el presunto robo de una motocicleta fue absuelto al no poder un jurado popular encontrar probada su participación en el crimen.

Emiliano Mansilla escuchó el fallo en la sala de audiencia a la que había llegado en libertad después de haber pasado dos años preso en Batán. “A mí me confundieron. Yo fui preso por mis amigos que esperaban que vinieran a declarar la verdad“, dijo Mansilla durante su declaración.

Mansilla estaba imputado de matar a Cristian Emanuel Domínguez (25) y por el mismo hecho había quedado imputado Kevin Luciano Faijós. La defensa de Mansilla optó por un juicio por jurados, mientras que Faijós tiene programado su juicio oral para febrero aunque con la asbolución de Mansilla se abren grandes interrogantes al respecto.

El asesinato de Domínguez inició una serie de crímenes en el barrio Las Avenidas y El Gaucho a partir de enemistad y disputas entre personas de malvivir, según tiene acreditada la Justicia.

A Mansilla se lo acusaba de participar de aquello que sucedió en la noche del 26 de octubre de 2013, frente a una vivienda característica del barrio Las Avenidas, un sector próximo al Hospital Interzonal. Las personas que se domicilian en Magallanes al 10400, la casa en cuestión, formaban parte de un grupo familiar que se vio involucrado en hechos policiales desde hace varios años. Esa noche los ocupantes de un Volkswagen Gol de color blanco llegaron para reclamar por una motocicleta robada y pidieron hablar con “Arturito” Savaría.

Quien se encontraba en la puerta era Eduardo Domínguez, medio hermano de Savaría. Junto a él había un menor de edad y ambos charlaban. Dos jóvenes descendieron del automóvil en cuyo interior permaneció un joven llamado Cristian Cañete, el aparente damnificado del robo de la moto. Preguntaron por “Arturito” y Domínguez les respondió que no estaba.

Frente la negativa lo dos visitantes se retiraron pero uno de ellos, antes de subirse al Volkswagen Gol giró efectuó varios disparos, de los cuales dos impactaron en Domínguez y le causaron la muerte.

La fiscal Andrea Gómez basó toda la imputación a Mansilla y Faijós en el testimonio de otro hermano Savaría, Carlos, quien salió tras escuchar los tiros y aseguró que ambos eran los autores del ataque.

De esa manera, en el año 2014 la fiscalía pidió la elevación a juicio que fue concedida por la Justicia de Garantías, al entender que si existían algunas dudas debían dirimirse en la instancia del debate.

Una historia de muertes y conflicto

Al año siguiente de la muerte de Domínguez fueron asesinados su madre y su tío. Paula Conte (45) murió frente a la misma casa atacada por los disparos que iban dirigidos a su cuñado.

Ese crimen sucedió el 7 de abril de 2014 cuando los ocupantes también de un Volkwagen Gol, dispararon contra otro Volkswagen que estaba estacionado allí. En el interior se encontraban Conte y su cuñado, de apellido Savaría, tío de dos de sus hijos. También el conflicto que desencadenó la agresión había sido el robo de una motocicleta que le pertenecía a Conte. Acusaciones cruzadas provocaron la venganza.

Incluso ese caso tuvo una arista inverosímil: como los disparos iban dirigidos para el “Tío Savaría” los hijos de Conte salieron a buscarlo por todos lados. Y el hombre, de frondosos antecedentes penales, fue a pedir refugio en el Complejo Vucetich de la policía.

El 28 de julio siguiente, Juan Carlos Conte (45), hermano de la mujer asesinada y tío de los Savaría más jóvenes y de Domínguez, recibió varios disparos cuando dialogaba con tres prostitutas a pocas cuadras del monumento a El Gaucho. Las lesiones se agravaron con el pasar de los días y Conte falleció el 2 de agosto. Al momento de su muerte contaba con numerosos antecedentes delictivos del tipo de robo contra la propiedad y tenencia ilegal de armas.

Los jurados

Días atrás, en el juicio por jurados quien fuera definido en la investigación como el autor material de los disparos que acabaron con la vida de Domínguez fue absuelto.

El juicio se celebró los días 4 y 5 de diciembre ante el juez Juan Manuel Sueyro con el fiscal Guillermo Nicora en el afán de sostener una imputación que dependía, exclusivamente, del relato de Carlos Savaría. El testimonio de este hombre (fue trasladado desde la cárcel de Batán donde cumple una condena de 5 años) volvió a centrarse sobre Mansilla, pero mostró numerosas contradicciones.

La defensa de Mansilla pidió a Savaría que recuerde si un par de días antes habían atacado a tiros su casa por el mismo motivo, y dijo que sí. Pero esa agresión fue atribuida a Cañete, cuyo paradero está desconocido: se cree que se fue a vivir a la Patagonia para alejarse de semejante escenario de violencia.

Lo cierto es que Mansilla convenció a los jurados de que su coartada era cierta. Dijo que en el momento del hecho había estado trabajando en una agencia informal de venta de automóviles usados. También aseguró que Savaría lo había confundido con Cañete, el verdadero autor de los disparos. “Creía que mis amigos iban a venir a contar la verdad. Yo me comí dos años preso”, indicó en un momento de su declaración.

Carlos Savaría mantuvo algunas inconsistencias en su relato y la prueba contra Mansilla se diluyó. Tampoco pudo ser utilizado el testimonio del menor que acompañaba a Domínguez porque aseguró que no pudo ver quién fue el que disparó.

Las contradicciones de Savaría incluyeron el dato crucial sobre Faijós, al que en un primer momento sindicó como el “ladero” de Mansilla y luego lo colocó adentro del automóvil, sin haber bajado. Este detalle podría desmoronar el juicio previsto para febrero contra Faijós, un joven que también integra un grupo familiar conocido por sus conflictos con al ley.

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