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Adolescentes: Pese a la baja tasa de criminalidad, la mayoría de las noticias los asocian al delito

Así lo relevó un informe titulado "Visión de los jóvenes en la prensa gráfica argentina". Aseguran que existe una necesidad "imperiosa de priorizar políticas públicas que impidan la estigmatización".

A pesar de una baja criminalidad en los jóvenes menores a 18 años, el 60 por ciento de las noticias que hablan de los adolescentes en Argentina salen por la sección de “policiales”, y la vinculación que hacen los medios de comunicación entre “delito” y el “barrio” donde ellos viven “es alarmante”, reportó un informe de Crisol Proyectos Sociales.

El monitoreo, llamado “Visión de los jóvenes en la prensa gráfica argentina” y elaborado por la organización Crisol Proyectos Sociales, que “el 78 por ciento de las noticias que hablan sobre jóvenes los asocia a delitos”, pero no como víctimas sino como causantes de violencia, reforzando el estigma que hace de ellos “una amenaza para la sociedad”.

“Al analizar de qué manera los cinco principales medios de tirada nacional están retratando a los jóvenes, vimos que están fuertemente asociados al delito porque el 60 por ciento de las noticias que aparecieron publicadas lo hicieron en la sección policiales, y más de la mitad -el 54 por ciento- asociaban este sector de la población con temas policiales”, informó a Télam Celeste Farbman, coordinadora de la investigación.

Al surgir ese dato, “fuimos a comparar con estadísticas que hablaran sobre el delito en la Argentina y realmente es bajísimo el nivel de delitos cometidos por jóvenes menores de 18 años: sólo el 3,2 por ciento de los homicidios” son cometidos por este grupo, advirtió.

La conclusión es que, una vez más, hay en los medios “una población asociada a un tema, al delito en este caso, que no se corresponde con los datos de la realidad”.

El estudio se hizo durante dos meses (abril y mayo) sobre 156 noticias publicadas por los diarios Clarín, La Nación, Página/12, Diario Popular y Crónica, el 1,6 por ciento de las 9.576 notas analizadas.

Esa porción de noticias fueron las que permitieron analizar cómo se construyó desde el discurso periodístico a los jóvenes de entre 14 y 29 años sobre todo “los de barrios vulnerable o que atraviesan situación de pobreza”.

“Observamos que la franja etaria de entre 14 a 19 años es la que más veces aparece representada en las noticias vinculadas a la delincuencia y los sucesos policiales. Esta tendencia decrece a medida que aumenta la edad de los jóvenes”, dice el informe.

El modo de dar cuenta de la situación de pobreza de quienes protagonizaban las noticias “fue variado; sin embargo, observamos que el 71% de las notas destacaban el barrio donde residían los jóvenes por sobre otros indicadores de vulnerabilidad”, añade el monitoreo.

Julián Axat, especialista y coordinador del Programa Atajo del ministerio Público Fiscal, dijo a Télam que la criminalidad en Argentina “es mucho menor que en el resto de los países latinoamericanos, y la que involucra a los jóvenes menores de 18 es insignificante”.

“No obstante, es noticia para un medio de comunicación que un chico de 15 años haya cometido un hecho grave como es un homicidio, y la repetición de la información genera lo que conocemos como ‘inflación punitiva’, construyendo una realidad que no es tal”, explicó el especialista.

El escándalo alimenta la repetición pero sobre la base del concepto perimido que subyace en “la teoría del menor” como objeto peligroso a controlar, y al que le cabe un trato también perimido que lo hace objeto de tutela y no sujeto de derechos, como lo establece la Convención de los Derechos de Ninos, Niñas y Adolescentes”.

“Si bien el delito juvenil es bajo, está más distribuido (territorialmente) de lo que pensamos y sobre todo de lo que los medios reflejan” dijo Axat, en referencia a las placas rojas y flashes urgentes con que compiten las pantallas en función de ganar audiencias que vinculan en forma alarmante el lugar donde residen los jóvenes con el delito.

“Hay chicos de la Villa 31 que jamás cometerán delito. Otros sí. Pero a diferencia de los de clase media, estarán más expuestos al hostigamiento policial y al armado de causas que los de zona más favorecidas”, observó.

Axat opinó: “Esto no justifica a quienes cometen delitos en barrios vulnerables, pero revela la necesidad imperiosa de priorizar políticas públicas que impidan la estigmatización”.

Federico Dada, representante de Salta ante el Ente Nacional de Comunicaciones y responsable del Foro de Niñez y Comunicación que tuvo su cuarta edición el mes pasado, dijo a Télam que “la mirada estigmatizadora presente en los medios refleja un modelo social de cómo la sociedad ve a la juventudes: con cierto recelo y hasta como amenaza social”.

“La imagen de joven proactivo y emprendedor se limita a espacios reducidos, mientras que la población de menos de 18 años en Argentina es de 12 millones y las provincias tienen un 50 por ciento de población joven. Hay una deuda pendiente que tienen las políticas de infancia”, acotó Dada.

Para el especialista en juventud y medios, esa deuda es “la participación efectiva de los jóvenes en la nueva ley de comunicación, lo que forma parte de la propuesta que desde el Ente llevamos al Gobierno nacional”.

El postulado del Foro que reunió en Salta a más de 100 chicos de entre 9 y 17 años reivindicó que “ni la infancia ni la juventud están perdidas”: un mensaje a una sociedad adultocéntrica que, para Dada, “debe aprender a escuchar a esta parte de la sociedad”, que pide a gritos tener voz.

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