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La Ciudad 9 de junio de 2025

Advierten que hay una resistencia a la vacunación tras la pandemia

Los infectólogos Cristina Miglioranza y Gonzalo Corral resaltan la importancia de la conducta individual para evitar la propagación de enfermedades. Además, alertan sobre el uso a gran escala de antibióticos y coinciden en que hay especialidades médicas "en crisis" a nivel local.

Gonzalo Corral y Cristina Miglioranza afirmaron que hay una “significativa baja en las coberturas de vacunación".

La pospandemia dispara múltiples desafíos para la medicina en un contexto en el que, más allá de la experiencia traumática de la Covid-19, profesionales de la salud advierten sobre una “resistencia social” a la vacunación y plantean nuevos riesgos a futuro por el uso a gran escala de antimicrobianos.

Así lo explican los infectólogos Cristina Miglioranza y Gonzalo Corral, de larga trayectoria en Mar del Plata. La primera se desempeñó durante más de 30 años en el Hospital Interzonal General de Agudos (HIGA). Hoy es jefa de Infectología de la Clínica Pueyrredon y docente universitaria.

En tanto, Corral trabaja en el HIGA, es jefe de Infectología en la Clínica 25 de Mayo, investigador y docente.
En diálogo con LA CAPITAL, los profesionales coinciden en que tras la pandemia se ve una “significativa baja en las coberturas de vacunación en general”. Incluso a pesar de que sigue habiendo “casos graves” de Covid.

En la misma línea, resaltan la importancia de la conducta individual para prevenir la propagación de enfermedades; alertan sobre el uso de antimicrobianos “como motores de crecimiento” en animales, lo que genera que las bacterias sean cada vez más resistentes, con más dificultades para tratar infecciones graves en el futuro; y aseguran que hay especialidades “en crisis”, que no son tan elegidas a nivel local por los nuevos médicos.

-¿Cómo vienen las consultas de pacientes por las enfermedades respiratorias del invierno?

Cristina Miglioranza (C.M) – Se ha visto un aumento en las últimas semanas, sobre todo en forma ambulatoria, por infecciones respiratorias. Sintomatología de tos, resfrío, dolor de cabeza y de cuerpo.
Gonzalo Corral (G.C) -Es común en esta época, pero no se ve un pico o brote. Es lo que sucede todos los años. La tendencia es que las consultas y demandas de pacientes aumente a medida que continúe el frío.

-¿Cuáles son las afecciones más comunes que vienen registrando en estas semanas?

C.M: -Infecciones virales banales sobre todo. Es decir, sin complicaciones. Igual, no es lo mismo un cuadro gripal en alguien joven que en alguien con antecedentes, con problemas respiratorios, con asma, inmunodeprimidos, embarazadas, niños pequeños o adultos mayores. En esos grupos de riesgo puede haber una internación.
G.C: -Esa es la población objetivo de las vacunas, con las cuales se busca prevenir la internación y la muerte.

-¿Qué recaudos tomar para prevenir estas enfermedades?

C.M: -Tener lugares ventilados para que circule el aire. Que las personas con síntomas respiratorios no concurran al lugar de trabajo porque pueden diseminar el virus, cubrirse al toser con el codo, lavarse las manos y mantener los calendarios de vacunación actualizados.

-Después de la pandemia, ¿cómo se mantuvieron los niveles de vacunación?

C.M: -Hay una resistencia social a la vacunación tras la pandemia. Vemos una significativa baja en general.
G.C: -La vacuna del Covid fue víctima de su propio éxito. Salimos de la pandemia porque pudimos disponer de vacunas. Y hoy seguimos teniendo casos graves de Covid, hay gente que sigue internándose y hay muertes relacionadas con el virus. Lamentablemente tenemos muy poco apego a lo que es la indicación de vacunación para la población objetivo para este tipo de afecciones.
Este sector sigue siendo el de las personas con más de 18 años con comorbilidades -con enfermedades respiratorias o del corazón- , embarazadas y mayores de 65 años, personal de salud e inmunocomprometidos. Son los que tienen mas riesgo de padecer una forma grave de Covid. Y deben darse una vacuna anual.

-¿Hay preocupación por la nueva variante de Covid que se informó?

G.C: -La variante es la JN1, que tiene una diseminación más fácil. Por el momento, está en vigilancia epidemiológica, no podemos decir que es más agresiva o que lleva más a la internación.
C.M: -En principio, es más transmisible, más contagiosa, pero no causa cuadros de mayor gravedad. No ha aumentado la internación ni la mortalidad, si bien se está estudiando.

-¿Estamos preparados para afrontar una nueva pandemia?

G.C: -Es muy difícil de determinar si uno está preparado. En diez años tuvimos dos pandemias. El comportamiento en 2009 en términos sanitarios fue mucho más benigno que lo que fue la de 2019/2020. No sé en cuanto a las políticas sanitarias, pero desde el punto de vista científico hay una preparación: está en carpeta y lamentablemente va a pasar por una cuestión cíclica.

-¿Se puede saber cuándo llegará esa próxima pandemia?

G.C: -No se puede anticipar. Más allá de las dos últimas, la anterior gran pandemia había sido la española en 1918. Ahora bien, a partir del comportamiento humano y sus intervenciones en el reino animal, posiblemente encontremos enfermedades que antes no teníamos por la producción humana de genética y el uso de antimicrobianos como motores de crecimiento a gran escala. Ya está ocurriendo: la gripe aviar es el ejemplo más claro.

C.M: -Por eso es importante no solo hablar de salud humana, sino también de salud animal y ambiental. Estos tres sectores se relacionan. El uso de antimicrobianos como motores de crecimiento hace que posiblemente esos antibióticos sean absorbidos por el suelo y terminen en los efluentes. La utilización desmedida de los mismos tanto en la crianza de animales como en el tratamiento de los humanos hace que las bacterias sean cada vez más resistentes. Si no le ponemos un fin a esto, nos vamos a encontrar con salas de terapia intensiva sin poder tratar infecciones graves en unos años.

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-¿Eso puede desencadenar una nueva pandemia?

G.C: -Las bacterias no tienen tanta facilidad de transmisión como las enfermedades virales. Pero la resistencia antimicrobiana es un problema muy grande a nivel mundial por el uso en animales.
C.M: -Para tener una producción avícola gigante, para que los pollos no se mueran se les da pequeñas dosis de antimicrobianos. Eso hace que circule ambientalmente el antibiótico.

-¿Qué enseñanza les dejó la última pandemia?

G.C: -Que la conducta humana individual siempre va a tener un impacto en lo colectivo. Si yo voy enfermo a trabajar, voy a causar un problema en el resto de la comunidad. Como individuo puedo hacer algo para cortar la cadena de nuevas enfermedades en los distintos círculos: vacunarme, lavarme las manos, abrir la ventana. No todo es responsabilidad del otro o del político de turno.

C.M: -Aprendimos que la única manera de resolver problemas tan graves es el trabajo en equipo. No hay manera de salvarse si todo el mundo no se compromete con modificar las conductas.

-¿Qué implica para el país irse de la Organización Mundial de la Salud (OMS), tal como anunció el Gobierno?

G.C: -Para mí, las políticas sanitarias reduccionistas no deberían tener un buen impacto en la salud pública. En términos de resultados, que los remedios, las vacunas y los programas le lleguen a la gente, si es bajo el paraguas de la OMS o fuera del mismo, son políticas que decide cada Gobierno. No creo que sea muy bueno ser innovador en esto.

C.M: -Hay muchas cosas bien hechas y otros errores de la OMS también. Ahora, si eso justifica la salida, es una decisión política y no está en nosotros el poder de cambiarlo. Con la OMS estás dentro de las reglamentaciones mundiales y las regulaciones de distintas áreas del mundo.

-En términos de consecuencias, ¿podría haber problemas con la provisión de vacunas o a nivel prevención en caso de una alerta de la OMS?

-G.C: -Hoy no puede saberse. Ninguna de estas medidas debería ser hecha sin tener un plan de contingencia. Si las vacunas dejan de llegar a la gente, ya sea por la OMS o por estar fuera de ella, sería algo para criticar.

-En el último tiempo se ve un deterioro en la salud pública, ¿cómo viene la formación de médicos en la ciudad? ¿Se elige más el ámbito privado para hacer la residencia y trabajar?

G.C. -Hoy hay una mayor oferta de formación, porque se han sumado las clínicas 25 de Mayo, Pueyrredon y Colón. No obstante, percibimos que hay especialidades en crisis, que no son tan elegidas. Por ejemplo, la pediatría, la clínica médica, la neonatología, terapia intensiva e incluso la infectología.
C.M: Por otro lado, la especialidad que viene siendo más requerida en el ingreso de residencia es la oftalmología, seguida por la anestesiología.

-Otro tema que suele reflotarse es la necesidad de un nuevo hospital de alta complejidad para la ciudad. ¿Qué opinan al respecto?

C.M: -Sí, Mar del Plata debería tener al menos un hospital municipal como lo tienen la mayoría de las localidades aledañas (Miramar, Balcarce o Mar de Ajó). El hecho de tener ahora dos facultades de Medicina, con salida de médicos anualmente, también podría facilitar que la atención sea más amigable. Hay que gestionar para que esa comunidad pueda desarrollarse y dar servicio acá.