Las consecuencias de los sucesivos períodos de alta inflación, las recesiones económicas y las crisis financieras a lo largo de la historia argentina “han contribuido a incrementar y mantener niveles elevados de pobreza e indigencia, y la ciudad no ha quedado al margen de este fenómeno”, advirtió un informe de la red Mar del Plata Entre Todos.

El trabajo, llamado “Pobreza Multidimensional en Mar del Plata: Inequidad Urbana”, concluye que, si se toman en cuenta diferentes metodologías de medición –por un lado, la del Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (Indec) y, por otro, la del Observatorio de la Deuda Social de la Universidad Católica Argentina (UCA)– “se evidencia que una proporción significativa de la población de la ciudad vive en condiciones de pobreza e indigencia”.

El informe fue realizado por el doctor en Economía y magíster en Finanzas Germán Santamaría, profesor de la Universidad Nacional de San Martín (Unsam) y coordinador técnico de Mar del Plata Entre Todos, con el propósito de conocer cómo fue el comportamiento de la situación social en la ciudad en los últimos siete años.

El estudio analiza diferentes variables correspondientes a temáticas sobre pobreza, indigencia, ingresos y empleo. La pobreza multidimensional refiere a la falta de acceso a diversos recursos necesarios para llevar una vida digna y satisfactoria. Y no sólo alude a la falta de ingresos monetarios, sino también en términos de acceso a recursos básicos como la educación, la salud y la vivienda adecuada.

Los indicadores de pobreza multidimensional en hogares de Mar del Plata elaborados por el Observatorio de la Deuda Social para el período 2016-2022 muestran una evolución dispar que se puede dividir en dos periodos. El primero, desde el 2016 al 2018, con una caída desde el 26,4% (2016) hasta el 20,4% (2018), y el segundo periodo desde 2019 a 2022, con niveles desde el 27,3% al 29,3%, con un máximo del 32,3% en 2021.

Al considerar los hogares con pobreza por ingreso sin carencias más aquellos con pobreza estructural y no estructural, la tasa de pobreza monetaria alcanzaría el 40,1% para el 2022, con una tendencia creciente desde el valor mínimo registrado en 2018.

Los conceptos relevados por el Observatorio de la Deuda Social en relación con Mar del Plata muestran que los hogares no pobres sin carencias aumentan del 2016 al 2018 (40,3%, 42,3% y 41,7%, respectivamente) y luego caen a valores inferiores con mínimos del orden del 34,5% en 2021 y 28,4% en 2022.

Los hogares pobres por ingresos sin carencias disminuyen del 2016 al 2018 (4,9%, 4,0% y 2,5%, respectivamente) y luego aumentan a valores superiores con máximos del orden del 6,4% en 2021 y 10,8% en 2022.

Los hogares no pobres por ingresos con carencias aumentan del 2016 al 2018 (28,2%, 30,9% y 35,4%, respectivamente) y luego caen a valores inferiores con mínimos del orden del 24,6% en 2020 y 26,8% en 2021, para luego alcanzar un valor de 31,4% en 2022.

Por su parte, los hogares pobres no estructurales disminuyen del 2016 al 2018 (17,1%, 16,1% y 11,4%, respectivamente) y luego aumentan a valores superiores, con máximos del orden del 18,7% en 2021 y 19,2% en 2022. Y los hogares pobres estructurales muestran un comportamiento oscilante, con un valor mínimo en 2018 y un máximo en 2020 (9% y 15,3%, respectivamente) y un valor de 10,2% en 2022.

Entre los indicadores que se tomaron en este estudio, se encuentra el de desigualdad de ingresos. En este sentido, la evolución para el segundo trimestre del 2016 al 2022 muestra un pico durante el 2021.

Otros indicadores

Otro de los ejes es el de población activa sin ingresos y la tasa de desocupación ampliada. La evolución muestra que estos indicadores crecen por encima de su nivel promedio en el periodo 2019-2021 y alcanzan un pico durante 2020, con valores para la población activa sin ingresos de 8,94%, 17,35% y 10,24%, respectivamente. Y para la tasa de desocupación ampliada, de 13,49%, 27,94% y 12,10%, respectivamente, llegando a valores para 2022 inferiores a los correspondientes al período de prepandemia.

El ingreso laboral como porcentaje del ingreso total osciló entre el 54,42% en 2020, producto de la pandemia, y el 68,89% en 2021.

Además, según el Indec, en el segundo semestre de 2022 el porcentaje de personas en situación de pobreza en el aglomerado Mar del Plata-Batán fue del 30,40%. “Cálculos propios en base a los datos de la EPH (Encuesta Permanente de Hogares) arrojaron que la estimación de la pobreza sin políticas sociales ascendió al 35,05% para el período”, subrayó el informe.

Por último, se incluyó el eje empleo público y privado. En este sentido, se pudo observar que el empleo privado representó en el 2022 el 88% del total de empleos, mientras que el público el 10% (otros, el 2%).

El informe menciona que “diferentes gobiernos han implementado políticas para abordar la pobreza y la indigencia, como programas de asistencia social, la Asignación Universal por Hijo y medidas destinadas a promover la inclusión social y el desarrollo económico que, de acuerdo con lo analizado, han atenuado el impacto”. Sin embargo, “a pesar de estos esfuerzos, la pobreza continúa elevada y su disminución sigue siendo un desafío”.