De los covers del indie porteño y rock nacional a la música propia: este es el camino que recorre la banda marplatense Alan Trezz desde 2020 a hoy. Formada por Alan Perellón (voz), Santiago Paolucci (guitarra y coros) y Diego Olguín (teclados), la agrupación celebrará en la tarde-noche de este jueves con su público un año de intensa expansión musical.

La fiesta de encuentro con su comunidad de seguidores y seguidoras arrancará a las 19 en el escenario de Leandro N. Alem 3690, con entrada libre y gratuita. Y el show está previsto para las 21.

El trío junto a Salomar.

El crecimiento vertiginoso de la banda se visualizó en Gap, cuando fueron elegidos como grupo soporte de El Kuelgue, al tiempo que otro hito fue el lanzamiento del EP “Desde el mundo absurdo” que se puede escuchar en las plataformas musicales.

“Este fue un año de quiebre para nosotros”, evalúa Alan Perellón en una charla con LA CAPITAL. “Se abren las puertas de lugares grandes y el proyecto empezó a tomar una seriedad diferente, estamos muy felices, muy enfocados y concentrados en mejorar y trabajar para que este camino siga siendo ascendente“, agrega.

Podés escuchar la música de Alan Trezz en Spotify acá:

En solo años y con una pandemia en el medio, el trío logró consolidar una voz propia: canciones introspectivas, fusión de estilos, un guiño al jazz y la mirada inteligente de su productor, el también músico Salomar, lograron darle al proyecto musical una impronta genuina.

Para Alan este estilo se amalgamó a partir de “la diferencia de gustos” que tienen los tres integrantes. “Se generó una mezcla extraña, que a mí me encanta, por ahí la palabra no es extraña sino particular. Con mi voz aporto un granito, el equipo funciona bien por ahora”, dice el cantante, que ama el jazz y el número tres y encontró la manera de que todo eso quedará plasmado en el nombre del grupo.

“Tengo un fanatismo por el número tres que no tiene ningún tipo de sentido. Da la casualidad que somos tres integrantes, entonces cerró todo y quedó el tres con doble zeta porque no estaba disponible en Instagram el usuario con una sola zeta. Busqué la variante de la doble zeta por la palabra jazz, un género que me gusta mucho”. Así definieron el nombre del trío.

Al principio del camino, era Alan el encargado de llevar las canciones perfiladas con su guitarra y una composición armónica simple. Luego, “Diego y Santi eran los que hacían los arreglos en la armonía para que quede algo más interesante musicalmente”.

“Pero en las últimas canciones que venimos trabajando los chicos traen la música con una estructura más o menos armada y yo hago la letra y la melodía de la voz arriba”, cuenta este artista que se define sobre todo cuestionador y desconfiado de las canciones de amor.

“Mis letras conectan con la introspección, soy muy de mirar para adentro, cuestiono todo lo que me pasa, voy por ese lado, trato de escribir con frases más personales, algunas canciones tienen que ver con el amor, pero ese no es mi terreno, no me siento muy cómodo. Me aburre un poco escucharlo y, entonces, escribirlo también. No me surge muy naturalmente”, cuenta.