Arte y Espectáculos

Alarmas, robots y agudos, el disco de Amarhac que suena entre “la calma y el malestar”

Hecho en su departamento, no contiene sonidos analógicos. El disco es un collage que se mueve en lo "digiorgánico", una palabra inventada por el autor para explicar su búsqueda experimental. "Me gusta que piensen en la sensación de entrar en otra realidad", describe el artista.

Entre lo digital y lo orgánico, entre los sonidos reales y los manipulados por una máquina. Así nació “Niquel”, el EP del músico Amarhac que ya se puede escuchar en Spotify y en Youtube. Esa mezcla de universos (lo concreto versus lo que sale de un programa de computación) arrima al disco al concepto de lo “digiorgánico”, creado por el mismo autor.

Amarhac es el nombre artístico de Federico Pocci, un artista marplatense de 32 años, que además de músico es productor musical, enseña música electrónica y se dedica al diseño digital y al arte visual.

Fruto de sus búsquedas artísticas, logró en “Niquel” un disco que juega con la experimentación, el extrañamiento y los sonidos agudos que se mueven en el límite de lo audible. Y, además, las canciones nacieron vinculadas a una idea visual. Toda su obra parece un gran collage.

 


 Podés escuchar el disco acá:

 


 

“Empecé a imaginar una estética sonora que pudiera enlazarse posteriormente con la estética visual; la idea era que suene orgánico y digital o como me gusta decirle, ‘digiorgánico'”, cuenta Amarhac a LA CAPITAL.

“Hice una selección de materiales: metal, plástico y goma. De ellos incorporaré sus timbres y texturas al momento de realizar el diseño sonoro de los distintos elementos que componen cada tema”, sigue.

Aunque puede parecer que tiene una leve apariencia analógica, nada de lo que suena en este disco lo es. “La obra está compuesta en su totalidad de forma digital, en el concepto ‘digiorgánico’ no valen samples de muestras reales ni síntesis con instrumentos analógicos. Utilicé sintetizadores virtuales”, cuenta el músico que dice tocar dos instrumentos: la guitarra y la computadora.

 


 

Amarhac es el nombre artístico de Federico Pocci.


 

Grabado en el departamento de Amarhac y postproducido por Nacho Díaz, integrante del dúo electrónico Prisma, “Niquel” propone que la persona que lo escuche se sienta extranjera, perdida entre paisajes nunca vistos. “Me gusta que piensen en la sensación de entrar en otra realidad, otro mundo. Que se sientan extranjeros en ese plano surrealista que propongo”, dice, sobre los deseos que motivaron su búsqueda.

-Al escucharlo, aparecen alarmas, llamadas, también hay sonidos robóticos ¿por qué?

-No sé si en todos los temas. Las alarmas aparecen en el último; y fue como un juego interactivo con los oyentes. Como diciendo “¡Hey! Acá está pasando algo, vengan”. También me gusta pensar que envío mensajes sonoros a otras realidades o universos. La robótica que percibís es tal cual así. Necesitaba algunos personajes como de videojuegos que colorearan el paisaje sonoro aportándoles un lenguaje y matiz propios de un ser metálico.

-Y otros dos aspectos que tiene el disco son la construcción de cada canción por capas y luego la presencia de los agudos, a veces muy agudos.

-Trabajo el diseño sonoro sumando procesos Fx y herramientas de mezcla encadenadas en una misma muestra de audio. Después sí, es como un collage de capas con los diferentes sonidos. Me interesa mucho trabajar los diseños sonoros al límite. La frontera entre la calma y el malestar. Lo real es que intento trabajar zonas del espectro que por lo general se cuidan mucho, sin tanto tabú a fallar o que suene raro, o poco profesional. Lo siento como una experiencia muy adrenalínica esto de romper con lo que siempre fue concebido hasta por mí mismo, acerca de cómo debían ser las cosas a la hora de la mezcla.

Te puede interesar

Cargando...
Cargando...
Cargando...