Arte y Espectáculos

Alejandro Medina: “Se está contando mal la historia del rock argentino”

El ex integrante de Manal, La Pesada del Rock and Roll y Aeroblues sostuvo que "esos relatos tienen una finalidad comercial".

Por Hernani Natale

Con la autoridad que le confiere haber sido protagonista fundamental desde los inicios del movimiento, y una extensa trayectoria que será repasada en un show por streaming que ofrecerá el viernes próximo, Alejandro Medina, figura de bandas clave como Manal, La Pesada del Rock and Roll y Aeroblues, entre tantas, afirmó que “se está contando mal la historia del rock argentino”.

“No se cuenta directamente. Y lo poco que se cuenta es malo”, redobló la apuesta en una entrevista con Télam el bajista, cantante y compositor, quien destacó además que en muchos casos esos relatos tienen una finalidad comercial.

En ese plano ubicó al documental de Netflix “Rompan todo“, en el que estuvo detrás el argentino Gustavo Santaolalla y que originó diversas polémicas por supuestas desviaciones en el relato que hacía sobre la historia del rock en Latinoamérica.

Eso fue algo comercial armado por los mexicanos. Decían pavadas y ponían al rock mexicano a la altura del argentino. No se puede comparar. Ellos cantaban canciones traducidas, como Popotitos. Además no puede ser que se hayan olvidado de tantas bandas importantes. Fue un golpe equivocado. Yo lo admiro, lo quiero y lo respeto a Gustavo, pero eso no me gustó. Es como que nos despreció”, lamentó Medina.

Sin embargo, reconoció que esos testimonios sirvieron “para que la gente se dé cuenta cómo son las cosas porque ponen un tema de Pappo, lo comparan con el rock mexicano de esa época, y notan la gran diferencia”.

“Después, siempre se dice que Los Gatos son los padres del rock argentino, pero en la época de La Cueva hacían temas de Los Rolling Stones. El que nos enseñó a hacer música en español fue Moris. Fijate que Los Gatos grabaron ‘Ayer nomás'”, acotó como ejemplo el exManal, a modo de aclarar viejos y arraigados conceptos.

Precisamente, gran parte de la historia musical del rock argentino estará presente el próximo viernes 11 de junio, a las 21, cuando Alejandro Medina repase su carrera en el show que ofrecerá junto a su banda, la Medinight Band, integrada en la ocasión por los guitarristas Juan Cavalli, Ignacio Rodríguez y Pablo Savini, el baterista Diego Toledo y la cantante Lola Medina.

“Es la máxima felicidad que tengo”, expresó el artista músico al referirse al concierto que emitirá la plataforma Nube Cultural, en el que garantizó que podrá apreciarse bien su música, a la que caracterizó como “descarnada, visceral y con mucha pasión”.

Como anticipo, detalló que habrá 18 temas de Manal, La Pesada, Aeroblues y su etapa solista, como así también algún anticipo del disco que actualmente prepara; y una importante producción que incluye un set de luces y seis cámaras, una de ellas ubicada en el clavijero de su bajo.

En este contexto, Medina conversó con esta agencia sobre el show, la modalidad del streaming, la vida en pandemia y el negocio del rock, entre otros temas.

– ¿Qué sensaciones aparecen al tener que dar un show por streaming para alguien con más de 50 años de escenarios como vos?

– Es una forma de poder trabajar y de tocar. Capaz que otra persona que no trabaja por la pandemia puede hacer otra cosa, pero si yo no hago esto, a esta altura, ya estoy viejo para aprender cosas nuevas. Hasta ahora había dos formas de tocar: en un boliche de 200 personas, que los ves a todos; y en un teatro lleno de luces, que no ves a la gente, pero sabés que están ahí. Ahora hay que tocar así y es un poco difícil, pero una vez que arranco, ya no paro. Es cierto que esto es muy diferente, pero es lo que se puede hacer. Ya volverán esos tiempos de compartir zapadas con Chizzo, con Botafogo, con Alambre González.

– Como músico, supongo que estarás acostumbrado a la incertidumbre económica.

– Siempre los primeros en caer son los músicos. Me acuerdo cuando fue la tragedia de Cromanón, que cerraron todos los bares. Antes había boliches a full en Buenos Aires y te ganabas unos mangos, pero después de eso, vino Macri y cerró todo. Ahora con la pandemia, de nuevo los músicos somos los primeros en caer. Pero igual yo ya tuve mi propia pandemia, cuando me trasplantaron el hígado (en la Navidad de 2017), que estuve mucho tiempo encerrado y sin poder tocar.

– ¿Se puede comparar estas etapas a los inicios del rock argentino cuando no había un circuito estable para tocar?

– No sé, cuando estaba con The Seasons, allá por 1965, hacíamos tres o cuatro shows por fin de semana. Hacíamos discotecas, clubes. Todos tenían trabajo así. Después aparecieron las corporaciones. Yo no tuve la suerte de tener un empresario que ponga plata, siempre la remé, siempre fui under, pero nunca me faltó el trabajo. Tengo un nombre y valgo de eso. No me quejo porque mi música nunca se desvalorizó por eso.

– Prácticamente todos los músicos de tu generación siguen activos, ¿hay alguno de ellos en particular con el que te gustaría hacer algo?

– Con cualquier de ellos. Es divertido poder tocar con cualquier de ellos, me encantaría. Yo puedo tocar con cualquier persona, de cualquier generación porque al momento de tocar, los músicos no tenemos edad. Mi padre fue músico, mis hijos son músicos. Yo era chico y tocaba la trompeta. Ahora tengo un nieto de meses que lo acercamos al piano, toca las teclas y escucha el sonido. Si estás en el reino musical, no importa la edad.

– En el show del viernes vas a estar tocando temas de todas las épocas. ¿Hay alguna etapa musical con la que sientas particularmente más cómodo?

– No, para mí es todo lo mismo porque son mis canciones. Yo siempre hice lo mismo y traté de tirar un buen mensaje, algo que tirara para adelante, a veces algún chiste como “Gracias al cielo”. Pero mi música es siempre igual, descarnada, visceral y con mucha pasión. Puede ser que toque algún tema más lento, una balada, pero siempre hay una energía porque es mi manera de hacerlo.

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