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Interés general 18 de julio de 2016

Alem, entre tragedias y revoluciones

La calle Leandro N. Alem atraviesa Playa Grande y recuerda al fundador de la UCR. Pero hay mucho más en este personaje de vida cinematográfica. La ejecución de su padre mazorquero motivó que cambiara su apellido original. Combatió en Cepeda y Pavón.

En el 2469/99 de Alem encontramos el chalet “Ave María”, de estilo pintoresquista, que fue adquirido por el músico Mariano Mores en la década del '80.

por Carlos V. González Rivero

La calle Leandro N. Alem comienza en el Boulevard Marítimo. Precisamente en su nacimiento, se levanta en la esquina N° 2 (la que mira al este), el chalet pintoresquista de rasgos ingleses conocido como Villa Varese de Luis Ezcurra. Fue proyectado por los arquitectos Acevedo, Becú y Moreno y construido en 1929 por Arturo Lemmi. Actualmente funciona el establecimiento gastronómico Piazza.

A escasos veinte metros se cruza con Falucho (2400). En el 2469/99, en la esquina con Gascón, encontramos el chalet “Ave María” de estilo pintoresquista, construido por Arturo Lemmi y Hnos en 1930 para Alberto de Ibarra.

El mismo fue adquirido por el músico Mariano Mores en la década del ’80. Fue declarado por el municipio Bien de Interés Patrimonial y por el gobierno nacional Bien de Interés Histórico.

En el 2886 (entre Garay y Castelli) está el chalet pintoresquista vasco que perteneció a Jacinto Peralta Ramos (hijo). Proyectado por el arquitecto Antón Gutiérrez y Urquijo, y construido en 1930 por Paulino y Máximo Gutiérrez.

La calle Alem se prolonga hasta la Av. Juan B Justo (5100). Son 27 cuadras con importantes residencias y comercios. Desde Almafuerte hasta Paso flanquea al Cementerio de la Loma y desde la primera hasta el final hace lo propio con los links del Golf Club.

Leandro N. Alem (originalmente Leandro Antonio Alén) nació en Buenos Aires el 11 de marzo de 1842. Su padre fue un pulpero del barrio de Balvanera y pertenecía a la mazorca (fuerza parapolicial del rosismo). A la caída de Rosas, fue ahorcado junto a Ciriaco Cuitiño, y exhibido en la plaza pública.

Leandro hijo cambió la final del apellido por una M y se agregó la N como inicial de un nombre inexistente, para distanciarse de los motes de “hijo del mazorquero ahorcado”.

Tras la muerte de su padre, con su madre Tomasa Ponce, quedaron en la más absoluta miseria.

Su vida militar

Siendo muy joven se incorporó como voluntario al Ejército Nacional, participando del lado federal en las batallas de Cepeda y Pavón contra el Estado de Buenos Aires. En 1865 es enviado a la Guerra del Paraguay como secretario de Wenceslao Paunero y ascendió a Capitán.

Fue secretario de la delegación argentina en Asunción del Paraguay y agregado cultural en Río de Janeiro. De vuelta en el país estudió derecho en la Universidad de Buenos Aires y se graduó en 1869 e instaló junto a su amigo y condiscípulo, Aristóbulo del Valle, un estudio jurídico.

Luego de su paso por el federalismo (fracción anti-rosista) y con la reunificación de Buenos Aires con el resto del país, militó en el Partido Autonomista de Adolfo Alsina.

En 1872 y 1879 fue electo diputado provincial, destacándose por su estilo claro y frontal. Desde allí se opuso fuertemente a la federalización de Buenos Aires y al fraude imperante. Mantuvo un famoso debate con José Hernández por el primer punto. Cuando se aprobó la federalización y Roca desacopló lo que quedaba del Partido Autonomista, Alem decidió renunciar a su banca el 11 de diciembre de 1880 y abandona la política.

La Unión Cívica

En 1889 gobernaba Miguel Juárez Celman bajo el poder hegemónico del Partido Autonomista Nacional. La oposición era cada vez más fuerte debido a una importante crisis económica. Diversos grupos de jóvenes y estudiantes se reunían para expresar su descontento con el gobierno.

En uno de esos mítines, el 1 de septiembre de 1889, en el Jardín Florida (Florida y Paraguay) se constituyó la Unión Cívica de la Juventud. Entre estos jóvenes estaban, entre otros, Emilio Gouchón, Juan B.Justo, Lisandro de la Torre, Marcelo T. de Alvear, Tomás Le Bretón y Manuel Montes de Oca.

Entre los adultos: Aristóbulo del Valle, Pedro Goyena, Vicente F. López, Bernardo de Irigoyen y nada menos que Bartolomé Mitre, que buscaba volver al poder. Así fue como jóvenes y adultos opositores, el 13 de abril de 1890, en el Frontón de Buenos Aires, crearon un nuevo partido: La Unión Cívica, siendo Alem presidente.

La revolución fallida

Se decidió organizar un levantamiento armado para deponer al gobierno y llamar a elecciones libres. Alem logró el apoyo de algunos regimientos y del general de brigada Domingo Viejobueno, jefe del Parque de Artillería de la ciudad de Buenos Aires (actual Plaza Lavalle). Al frente de la revolución fue puesto el General Manuel J. Campos.

El 26 de julio de 1890 Alem al frente de un regimiento tomó el Parque de Artillería. Contra lo acordado, el general Manuel Campos jamás sale a tomar la Casa de Gobierno, usando distintos pretextos. Se sospecha que estando detenido unos días antes, fue visitado por Roca, quien lo convenció de que no avanzara sobre la Casa Rosada, conformándolo con la idea que él tenía el hombre para conducir el país: Mitre.

Roca sabía que él como sus hermanos eran mitristas. Así logró que fracasara la revolución pero que a la vez cayera su concuñado Juárez Celman y asumiera el vicepresidente Carlos Pellegrini, con quien congeniaba.

Más adeptos

La Unión Cívica siguió ganado adeptos y en 1891 Alem y Del Valle son elegidos senadores nacionales. Para las elecciones presidenciales de 1892 la Unión Cívica proclama la fórmula Mitre-Bernardo de Irigoyen. Roca, astuto, haciendo honor a su apelativo de “zorro”, arregló con Mitre una fórmula de Unidad Nacional encabezada por él pero desplazando a Bernardo de Irigoyen. Al enterarse Alem se opuso fuertemente y le dijo a Mitre una histórica frase: “Yo no acepto el acuerdo, soy radical en contra del acuerdo, soy radical intransigente…”

Así se divide la Unión Cívica el 26 de junio de1891. Los anti-acuerdistas liderados por Alem forman la Unión Cívica Radical, y los acuerdistas liderados por Mitre, la Unión Cívica Nacional. La mayoría de los dirigentes se unió a Alem en la UCR.

De todas maneras, Mitre reunió tan pocos adeptos que aquel pacto con Roca quedó trunco. La UCR proclamó la fórmula Bernardo de Irigoyen-Juan M. Garro. El PAN a Luis Sáenz Peña-José Evaristo Uriburu. El primero era cercano a Mitre, mientras que el segundo a Roca. Triunfó el PAN con un 95% de los votos en un indisimulable fraude.

Otro levantamiento

Ante estas circunstancias comienza a organizarse un nuevo levantamiento armado. Alem enarbolaba la idea de “intransigencia radical” y allí comenzaron a surgir diferencias con su sobrino, Hipólito Yrigoyen.

Yrigoyen y Del Valle comenzaron a organizar la revolución, intentando insurrecciones provinciales que permitieran la intervención federal de las provincias con un llamado a elecciones libres.

En Buenos Aires la encabeza Hipólito Yrigoyen con éxito inicial. Se sumaron San Luis y Santa Fe. Alem en agosto tomó la ciudad de Rosario, adonde llegó camuflado en una barca y fue aclamado “presidente de la nación”.

La revolución fue vencida, ya que las damas y comisiones de vecinos rosarinos, por miedo a que las naves del gobierno destrozaran la ciudad, convencen a Alem para que deponga su actitud.

El 1 de octubre fue encarcelado junto a otros revolucionarios a quienes les dijo: “Acá nadie se ha rendido, ni nada se ha perdido, cada uno a su casa, guardando bien las armas…”.

La UCR después de la fallida revolución se divide en “Rojos” que apoyaban a Alem y “Líricos” que hacían lo propio con H. Yrigoyen.

Un final trágico

El radicalismo se presentó en las elecciones de 1894 y pese al fraude obtiene varias bancas. Alem resultó electo diputado nacional para el período 1895-98.

La muerte de Aristóbulo del Valle impactó fuertemente en Alem. El 1 de julio de 1896 se reunió con algunos amigos en su casa para hablar de temas políticos. En un momento se puso su sombrero y su infaltable poncho de vicuña y salió con la promesa de que regresaría en un rato. Le ordenó a su cochero que lo llevara al Club El Progreso y en el camino se descerrajó un tiro en la cabeza. Entre sus ropas encontraron la siguiente nota:

“Perdónenme el mal rato, pero he querido que mi cadáver caiga en manos amigas y no en manos extrañas, en la calle o en cualquier parte”.



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