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Amor, hartazgo y violencia: el trasfondo de la mujer que mató a su hijo a martillazos

Cintia Leiva (36) está detenida por el asesinato de su hijo, Axel Nicolás Leiva, quien padecía trastornos psiquiátricos con antecedentes conflictivos. La mujer le había confesado a vecinos que estaba “harta” del comportamiento de su hijo.

A Axel Nicolás Leiva (20) lo mataron a martillazos el jueves a la noche en el interior de su casa del barrio Las Avenidas y por el asesinato quedó detenida su madre, Cintia Leiva (36), quien llamó al 911, confesó el crimen y fue aprehendida en el lugar del hecho.

Según informaron fuentes judiciales a LA CAPITAL, el cuerpo de Axel presentaba a simple vista dos golpes “severos” en la sien y en la nuca, producidos por un arma roma compatible con un martillo. Sin embargo no descartan que pudo haber recibido más de dos golpes en el cráneo, pero esos datos se conocerán recién con los resultado de la autopsia, que se realizará este viernes a las 14.

Además, también realizarán pericias sobre el martillo secuestrado en el lugar del crimen, para determinar si efectivamente es el arma homicida.

Por su parte, Cintia Leiva, si bien llamó al 911 y le dijo a la policía que mató a su hijo con un martillo, aún no declaró ante el fiscal por lo que su supuesta confesión no está incorporada en la causa.

Durante este viernes Leiva será entrevistada por miembros de la Defensoría Oficial y, luego de conocer los pormenores de la situación, le recomendarán si tiene que hablar ante el fiscal Juan Pablo Lódola o no.

Desde la Fiscalía N°6 esperan que en el transcurso del día Leiva se presente para declarar ante Lódola -independientemente si decide hablar o no- ya que desde el cuerpo médico aseguraron que la mujer está en condiciones para dar su testimonio.

El fiscal Lódola imputó a Cintia Leiva por “homicidio agravado por el vínculo” y, declare o no, continuará alojada en el Destacamento Femenino de Batán mientras la investigación avanza y se realizan las pericias solicitadas, como la de una evaluación psicológica y psiquiátrica de la detenida.

Amor, hartazgo y violencia

Cintia Leiva tuvo a su hijo Axel en 1998, cuando tenía 16 años. A esa edad se encontró sola frente a la tarea de criar a un niño, ya que el padre del menor estuvo ausente.

Madre e hijo vivían en un terreno en el barrio Las Avenidas, en Vértiz 5396: en la parte trasera tenían su casa y adelante su hermana.

Con el correr de los años Cintia Leiva comenzó a rehacer su vida hasta que formó pareja con un hombre con el que tuvo dos hijos que hoy tienen 10 y 6 años y con quienes vivía al momento del crimen de Axel en la casa de Vértiz al 5396.

La crianza de Axel nunca fue fácil para Cintia Leiva, no sólo por ser una madre soltera para ocuparse del niño, sino también porque a medida que Axel crecía y llegaba a la adolescencia le diagnosticaron un complejo cuadro psiquiátrico compuesto por retraso madurativo, esquizofrenia y brotes psicóticos.

Por su condición, Axel periódicamente debía ser internado en el pabellón psquiátrico del Hospital Interzonal y tomar medicación. Además, si bien no se registraron antecedentes de violencia doméstica, trascendió que el joven era “conflictivo y violento, tanto con él mismo como con otras personas”.

“Cintia adoraba a su hijo, lo cuidaba, lo atendía”, contaron los vecinos sobre la relación que tenían víctima y victimaria, pero, según trascendió en los últimos meses “estaba harta de sus comportamientos”.

Ese “comportamiento” había tenido un último episodio el pasado martes, cuando, según pudo saber LA CAPITAL, Axel tuvo que ser llevado al Hospital Interzonal luego de ponerse violento por no querer tomar la pastilla.

Ese “hartazgo” que Leiva le había comentado a su entorno tuvo su episodio final el jueves, cuando sucedió lo que nadie se esperaba.

El jueves a la noche Cintia y Axel habían vuelto a discutir en su casa. La pareja de Cintia Leiva no se encontraba en el lugar, mientras que sus hijos, de 10 y 6 años, se encontraban en la vivienda delantera, junto a su tía.

Por motivos que son de investigación, tras la discusión con Axel, Leiva tomó un martillo y golpeó a Axel en el cráneo hasta matarlo. El cuerpo del joven de 20 años quedó tendido en la cama de un cuarto teñido con su sangre, que salpicó su ropa, el piso y las paredes.

Ayúdenme, me parece que maté a mi hijo a martillazos”, habría confesado la propia Cintia Leiva al llamar al 911. Acto seguido salió de su casa y gritó para pedir ayuda a sus familiares y vecinos, mientras Axel Leiva yacía muerto en su casa.

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