CERRAR

La Capital - Logo

× El País El Mundo La Zona Cultura Tecnología Gastronomía Salud Interés General La Ciudad Deportes Arte y Espectáculos Policiales Cartelera Fotos de Familia Clasificados Fúnebres
La Ciudad 31 de marzo de 2024

Ansiedad, angustia y depresión: crecen los llamados a la línea de salud mental

Aumentó el promedio de comunicaciones al 109. Especialistas advierten sobre el impacto de la realidad socioeconómica y preocupa el consumo de psicofármacos sin prescripciones médicas.

La línea gratuita de atención en salud mental (109) funciona las 24 horas.

El teléfono suena y del otro lado hay angustia, ansiedad, tristeza y depresión. Los llamados al 109, es decir, los pedidos de ayuda, se repiten y cada vez son más. La línea gratuita de atención en salud mental del municipio abrió en mayo, ya acumula más de 1600 comunicaciones y en la actualidad registra un aumento en el promedio de consultas que recibe.

El 109, un dispositivo de atención remota que tiene como objetivo “escuchar, contener y orientar a quienes necesiten resolver una situación de crisis vinculada con la salud mental”, funciona las 24 horas, los 365 días del año y se destaca que en las últimas semanas el promedio de entre 10 y 12 llamadas por día subió a entre 15 y 20.

Quienes contestan el teléfono son psicólogos o acompañantes terapéuticos con una intensa formación en el área, que forman parte de un equipo que también está compuesto por psiquiatras. Reciben llamados de personas de todas las edades, refieren, pero detallan que “el pico es en los 40 años y se comunican más mujeres (el 65% de las consultas)” porque “se animan más a pedir ayuda” que los hombres.

“Los motivos por los que llaman son por angustia, situaciones de tristeza, alteraciones en el ánimo y hay muchos pacientes con síntomas de ansiedad. Los trastornos de ansiedad son los principales y después vienen los trastornos depresivos. Son personas que necesitan que las escuchen y las acompañen”, le indicó la responsable del departamento de Salud Mental del municipio, Stephanie Schon, a LA CAPITAL.

En este marco, Schon señaló que actualmente en el 109 notan “sobre todo, el impacto de la crisis económica y todas las repercusiones que eso trae en la psiquis de las personas, porque genera malestar”.

“El equilibrio de la salud depende de un montón de determinantes”, aclaró la especialista, que también es directora general del Centro de Especialidades Médicas Ambulatorias (CEMA), y advirtió que “lo más preocupante” es que se registran “trastornos de ansiedad o depresión” a edades cada vez más tempranas, inclusive hasta en niños de “6 ó 7 años”.

Por ello, Schon subrayó que es fundamental “poder pedir ayuda a tiempo” , porque “la intervención precoz de un profesional en una persona que está con algún tipo de sufrimiento puede hacer que esta situación no se agrave”.

stephanie schon

Stephanie Schon, responsable del departamento de Salud Mental del municipio.


Automedicación y riesgos


La responsable del departamento de Salud Mental del municipio también alertó que en la ciudad hay “mucho aumento de consumo de psicofármacos por automedicación”.

“Los que más se incrementó el consumo fueron los anti depresivos y las benzodiazepinas, que son el clonazepan y el alprazolam, aún sin prescripción médica. No son de venta libre, pero aún así los consiguen”, lamentó.

Datos oficiales señalan que la edad promedio en el consumo de tranquilizantes y ansiolíticos es cercana a los 25 años y añaden que esta práctica suele producirse más tempranamente en hombres que en mujeres.

Frente a este panorama, la especialista remarcó que “toda medicación tiene que tener un seguimiento médico”. “Los medicamentos que deben venderse bajo receta no deben tomarse más de tres meses porque después empiezan los efectos no deseados, como el embotamiento cognitivo, que es falta de concentración y de voluntad”, manifestó.

Empieza a alterarse la calidad de vida -continuó- y esta práctica comienza a tener repercusiones en el cotidiano de las personas: no poder dormir, no poder concentrarse, no tener ganas de salir a ver a sus amigos o a trabajar”. “La vida que antes tenían empieza a cambiar”, señaló y agregó que todos estos síntomas son “señales de alarma” a los que hay que estar atentos para saber si una persona necesita asistencia en salud mental.

psicofármacos-


Drogas y códigos rojos


Por otra parte, Schon informó que el consumo y las adicciones a las drogas “tradicionales” como marihuana y cocaína es uno de los motivos de consulta más frecuente en el 109.

“Muchos pacientes que están bajo consumo de estas drogas piden ayudan a través de la línea y lo que se registra también es mucho llamado por tercero, que llaman familiares o amigos por problemáticas de consumo de un ser querido”, comentó.

Para la especialista, el consumo de distintas drogas puede deberse a “cuestiones de deterioro social y por esta crisis socio económica que estamos teniendo”, lo que lamentablemente arrastra a cada vez más personas a situaciones de gravedad extrema.

Ante episodios de crisis de excitación psicomotriz, agitación violenta, descompensación psicótica o intento de suicidio, el 109 alerta sobre un “código rojo”, el cual activa un protocolo de emergencia en el que interviene el SAME y, de ser necesario, las fuerzas policiales, las guardias de los hospitales o de los centros de salud privados donde se traslada al paciente.

Con respecto al protocolo de intervención, se indicó que cuando ingresa una llamada se realiza el triage y se la clasifica según la urgencia en tres códigos: verde, amarrillo y rojo.

El código verde se presenta en los casos donde la persona que llama necesita orientación, información o contención y que, en la mayoría de ellos, se puede solucionar al momento del llamado.

Por otro lado, el código amarillo se pone en marcha en aquellos casos en que el paciente presenta síntomas moderados y pueda ser atendido dentro las 24 o 48 horas por el equipo de psicología o psiquiatría del Departamento de Salud Mental. En estos casos, se realiza un seguimiento de la persona hasta el encuentro presencial con un profesional.

Por último, cuando se presenta un código rojo se activa el protocolo de emergencia. La responsable del departamento de Salud Mental del municipio advirtió que en los últimos meses las situaciones de “código rojo” van “levemente en aumento”, por lo que recalcó la importancia de una “intervención precoz para que la persona no agrave sus síntomas”.

Por ello, instó a quienes lo necesiten a que “se animen” a llamar a la línea. Allí se encontrarán con un equipo de profesionales que evaluarán los pasos a seguir ante cada caso, realizando además un seguimiento clínico. Pero, lo más importante, recibirán la contención necesaria y les recordarán que no están solos.