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Enlace Universitario 9 de abril de 2025

Ante la crisis del sistema de salud pública: “Aula barrial por la salud comunitaria”

Por Yanina Cobos – Luciana Patiño – Manuela Stornini -Ludmila Azcue[1]

En el marco del Día Mundial por la Salud, que se celebra el lunes 7 de abril, en un contexto social de crisis del sistema de salud pública, con la intención de aportar al fortalecimiento del derecho a la salud comunitaria, la Facultad de Ciencias de la Salud y Trabajo Social de la Universidad Nacional de Mar del Plata aprobó el proyecto de extensión “Aula barrial por la salud comunitaria”.

Este proyecto surge a partir de una demanda inicial de diferentes centros de extensión universitaria, que expresaron la profundización de las dificultades que enfrentan cotidianamente les vecines de barrios populares de nuestra ciudad para acceder a un derecho humano como es la salud.

Las políticas implementadas por el gobierno nacional, de carácter liberal y conservador, que fomentan el individualismo extremo y plantean la retracción absoluta del Estado, profundizan las dificultades de acceso a los derechos más básicos como es el derecho a la salud de todas las personas, repercutiendo gravemente en los colectivos más empobrecidos. Esto acentúa la exclusión y la fragmentación social.

Medidas que afectan

En los últimos meses han sido innumerables las medidas de gobierno que afectan a la población: la desregulación de las cuotas de la medicina prepaga conlleva aumentos de las mismas por encima de los niveles de la inflación, generando que parte de sus usuarios tengan que darse de baja[2]. De esta manera, se sobrecargó el sistema de salud público, el cual cuenta con menos recursos.

A esto se agrega la actual crisis de PAMI, cuyo mayor impacto se dio con el desfinanciamiento de los medicamentos para las personas afiliadas (y recortes en otras prestaciones y programas). También se encuentra en crisis el Programa Remediar, encargado de proveer de medicamentos a los Centros de Atención Primaria de la Salud (CAPS). Además, la desregulación en los precios de los medicamentos generó un alza en los mismos y, por lo tanto, que muchas personas no puedan acceder a ellos y/o deban interrumpir sus tratamientos.

A estas medidas se suman la suspensión de la Dirección de Asistencia Directa por Situaciones Especiales (DADSE), que dejó sin tratamiento a pacientes graves y crónicos, y la paralización de la Agencia Nacional de Laboratorios Públicos (ANLAP) con la consecuente pérdida en la elaboración nacional de medicamentos, vacunas, insumos y productos médicos, muchos de ellos “no rentables” para el mercado. También cabe destacar la reciente desvinculación de nuestro país de la Organización Mundial de la Salud, la cual es fundamental para la cooperación internacional para garantizar el acceso a la información, recursos y estrategias eficaces para enfrentar las crisis sanitarias y promover la salud.

Por otra parte, se eliminó el Plan Nacional de Prevención del Embarazo no Intencional en la Adolescencia (ENIA) y se ataca sistemáticamente la ESI (Ley 26.150 de Educación Sexual Integral), que incluye la censura de contenidos y baja de recursos de las páginas de la Secretaría de Educación. Esto fue justificado con que posee “un alto contenido de ideología de género” y “adoctrinamiento en las aulas”. Pero los datos valen más que las opiniones, y se ha demostrado que la ESI ha sido una herramienta fundamental para combatir estereotipos de género, promover el respeto a las diversidades, identificar la violencia como tal, promover derechos, pero sobre todo para prevenir y detectar el abuso sexual infantil.

Como si todo esto fuera poco, la crisis del sistema de salud público se potencia con el desfinanciamiento y desmantelamiento de diferentes áreas claves del Ministerio de Salud, como son la Dirección de Vacunación y la Dirección de Respuesta al VIH, Hepatitis Virales y Tuberculosis, entre otras 13 direcciones y coordinaciones. A ello se adicionan los despidos masivos de trabajadorxs de diferentes hospitales especializados como el Bonaparte, Posadas y Garrahan, así como de otros organismos, generando grandes dificultades para garantizar el derecho a la salud de toda la población. Asimismo, les trabajadorxs que aún conservan sus puestos laborales, se encuentran en situación de absoluta precarización, con salarios casi congelados y con la sobrecarga de ser la primera línea de resistencia ante los recortes en áreas claves.

Lo que pasa en la ciudad

En el Partido de General Pueyrredon la situación se profundiza ante un gobierno local que se alinea apoyando estas medidas. Hace años que los CAPS sufren la falta de insumos y de profesionales en distintas especialidades. Les vecines manifiestan además problemáticas para acceder a los turnos, problemas en las guardias y la evidente sobrecarga del personal de salud. La desjerarquización del área de salud municipal en un contexto de creciente desocupación y de migración de las prepagas y obras sociales a la salud pública, empeora el funcionamiento -ya deficiente- del sistema. Surge además de los diagnósticos la necesidad de acciones de prevención y promoción de la salud en los barrios de incidencia de este proyecto.

A falta de políticas públicas y soluciones por parte del Estado, es en los mismos territorios donde surgen estrategias colectivas que buscan subsanar las problemáticas emergentes. Son les propies vecines, junto a organizaciones sociales y profesionales de la salud comprometides con el territorio quienes generan acciones que buscan dar respuesta ante la ausencia del Estado y las dificultades que se generan en el acceso a la salud.

Ante la crisis del sistema de salud pública, se crea entonces el proyecto “Aula barrial por la salud comunitaria” en la Facultad de Ciencias de la Salud y Trabajo Social. A partir de la articulación con tres centros de extensión universitaria, tres programas de extensión vinculados con la temática, dieciséis asignaturas de las tres carreras de la Facultad, CAPS y múltiples espacios comunitarios presentes en la zona sur, norte y sudoeste de nuestra ciudad, se construye esta iniciativa que pretende potenciar las voces de les actores comunitaries y habilitar espacios de curricularización de la extensión, donde lxs estudiantes construyan saberes junto a lxs vecinxs y profesionales que se desempeñan en los barrios.

Se trabaja desde el enfoque de la salud comunitaria, entendiendo a ésta como un derecho que no sólo implica el acceso equitativo a la misma, sino también que se garantice el acceso a las condiciones básicas de salud, como son la vivienda digna, el trabajo, la educación, el tiempo para ocio y recreación, la soberanía alimentaria y el cuidado de la naturaleza, la toma de decisiones, la autonomía y la participación en la comunidad.

La salud comunitaria trasciende el concepto de salud individual, para referirse a la misma como resultado de la relación de las personas entre sí y con el Estado, insertas en un determinado territorio en particular, y siendo partícipes activas de su propia realidad. De esta manera, las personas dejan de ser un objeto de cuidado del sistema médico, para pasar a ser sujetes (individuales y colectives) que forman parte activa en la elaboración e implementación de estrategias que abonen a su buen vivir.

Salud comunitaria

El enfoque de la salud comunitaria destaca la importancia de la participación de la propia comunidad en los servicios de salud, pero no sólo como usuarias, sino también en el diagnóstico, la planificación y gestión de acciones que se lleven a cabo, de modo que la salud comunitaria es multisectorial, multidisciplinar y está enfocada en una comunidad determinada la cual se espera sea partícipe activa.

A ello se suma la necesidad de considerar que la comunidad no se compone exclusivamente por personas y centros de salud, sino también por las organizaciones e instituciones que se radican en su territorio.

Desde esta perspectiva, el proyecto “Aula barrial por la salud comunitaria” se estructura en tres ejes de acción: (1) mesas de trabajo e intercambios de diagnósticos sobre el acceso a la salud pública en el barrio, con la participación de profesionales de la salud con inserción territorial y promotoras barriales de salud; (2) un dispositivo territorial itinerante denominado “Aula Barrial” en coordinación con centros de extensión universitaria, centros de salud y espacios comunitarios, así como con estudiantes y docentes de las licenciaturas en enfermería, terapia ocupacional, y trabajo social; y (3) las Jornadas integrales en defensa de la salud pública.

El Aula Barrial permite a estudiantes y docentes resignificar el conocimiento y ponerlo en conflicto con el contexto social general y específico de cada territorio; al mismo tiempo que permite ser parte de prácticas comunitarias y reconocer diversas formas de organización imprescindibles para abonar a los procesos de transformación social.
En este contexto de crisis social, política y económica, que afecta principalmente a los sectores populares y profundiza el impacto negativo en la salud de nuestra comunidad, es fundamental que la Universidad Pública, y particularmente la FCSyTS, a través de su compromiso social universitario, abonen a la construcción de estrategias de promoción de la salud, desde la perspectiva de la extensión crítica y feminista.

 [1] Equipo de gestión de la Secretaría de Extensión de la Facultad de Ciencias de la Salud y Trabajo Social de la Universidad Nacional de Mar del Plata.

[2] Ver: https://revistasoberaniasanitaria.com.ar/la-salud-en-agonia/