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Opinión 20 de junio de 2018

Ante tantas vidas perdidas en el puerto hay que decir las verdades que duelan

Por Gerardo Gómez Muñoz

 

Es a todas luces una obligación hurgar en el Puerto, donde abundan los viejos lobos de mar que sobrevivieron a todo tipo de temporales porque es muy grave tener que llorar a tantos compañeros de la pesca, amigos y familiares, sobre todo en estos últimos tiempos. Fresco el dolor sin respuesta de la pérdida de los tripulantes del “Repunte”, revivido por la tragedia reciente del “Rigel”. El periodista baqueteado por más de 40 años de labor profesional no se conforma con las baratijas de “son cosas del destino”, “Dios lo quiso así” o “son los riesgos y avatares del trabajo en el mar”. Algunos más que detalles se filtran en el ambiente y la suma correspondiente es un balance culposo para muchos coprotagonistas de la tragedia final.

Sin el más mínimo miedo, pero con discreción hay quienes apuntan el máximo de presunciones, indicios y correlación de datos que van puntualizando incumplimientos de los más diversos requisitos, haciendo más temible a la pesca en alta mar. Dos veteranos que vivieron las peliagudas contingencias de la actividad se avienen a hablar con la reserva de sus identidades “porque si decís verdades hay miserables que te pueden calificar de ortibas”.

En primer lugar “si usted analiza a partir de la desgracia del Repunte, se encontrará que los sindicalistas comprometidos con los laburantes del mar y de la pesca, salen a protestar y a llorar a los desaparecidos, después de la tragedia”. Complementa el segundo confidente “pero su primera tarea es proteger a los trabajadores antes de que embarquen y hay que ver si antes los sindicalistas verificaron las condiciones, si Pesca de la provincia, si Pesca de la Nación, si el Consorcio Regional del Puerto y la Prefectura, exigieron cumplimiento todas las medidas de seguridad de la embarcación y si todos los embarcados tienen sus obligaciones en regla”. Y el diálogo se ahonda, para puntualizar que desde el aquel trance aciago “salieron los dirigentes a exigir medidas como el traje sin costuras que le otorga un poco más de flotación al náufrago”. La reflexión se agudiza con la bronca “dígame si partir de ahí hubo alguno que volviera a hablar de la exigencia del traje”.

“Obligación a 10 días”

Los dos contertulios de lunga experiencia y de reflexivas explicaciones, saben ligar los hechos “ahora estamos con una nueva carga de dolor inmenso, el suceso del Rigel, y salen a hablar lenguaraces sabiondos para narrar que al barco le hicieron el examen, unos meses atrás en lo que llamamos la pileta del puerto por sus escasas y leves olas la primera prueba de estabilidad y no la superó al igual que en la segunda y la aprobó y levemente, en una tercera”. Y su compañero remata “ahora dicen que hay barcos que tienen con sus remiendos 50 años. Pero ¿y dónde están los dirigentes que tienen que cuidar la vida de sus afiliados, a la vista de que ni los empresarios, ni los funcionarios de las más diversas reparticiones comprometidas, hacen un carajo? Claro que como dice el refrán y más en esta época de crisis, la necesidad tiene cara de hereje y el pescador que está apretado por la necesidad de su familia que debe comer quiere salir como sea”.

El enojo de los dos veteranos sobrevivientes de las más diversas contingencias llega a niveles que que llaman la atención de los demás circunstantes del café portuense cuándo casi a dúo exclaman “y ahora estos dirigentes que dan verguenza logran que un director de la secretaría de Seguridad que nada entiende más que de la figuración periodística salga a obligar que para ir al mar todos los tripulantes deben contar con el traje insumergible”. Explique más amigo…, tienta el periodista y casi no hace falta “sabe que, hay unos tres mil hombres que se embarcan a través de 300 barquitos de 8 a 10 tripulantes y después están los enormes de pesca de altamar con unos 50 hombres arriba cada uno y en el país no existe quién fabrique el equipo”. Lo que sigue es el paroxismo de la la caradurez de funcionarios, sindicalistas, empresarios y hasta de lo más rastacuero de la variada y despreciable fauna vernácula actuando libre e impunemente y hasta con desconfiable indiferencia.

De 570 a 2000 dólares

Cualquier sonámbulo que desconozca hasta dónde puede llegar el cinismo humano tal vez se emocione y sueñe con que, por fín, se ha llegado a la solución. En primer lugar hay que puntualizar que ante fenómenos de la naturaleza como el mar desatado no hay fórmulas infalibles sino medidas que protejan y tiendan a la supervivencia. De un fenómeno argentino como el de los avivados y estafadores es difícil sobrevivir si no se mueve desconfiado y alerta.

En la Argentina no hay quien fabrique los benditos trajes para flotar algún tiempo más en medio de un naufragio, dicen nuestros confidentes :”tanto es que apareció uno que de urgencia podía conseguir en Chile unos 300 de esos equipos a 570 dólares cada uno. Alguien salió urgente a buscarlos, pero según mis datos sólo tenía un stock de 90 y que en algunos meses podría sumar más. Ahora apareció otro argentino rápido como el que más ofreciendo mercadería suficiente en dos o tres meses. Aquí, eso sí, tal vez de la mano de Dujovne, Caputo y de otros milagreros de la economía del dólar, de la inflación contenida y de otras yerbas, el mago dice que sus productos serían algo más caros, pero una baratija al fin: ¡2000 dólares!”.

¿Se acuerdan del langostino?

La precisa visión de los dos veteranos del puerto, del mar y de la pesca también ayudó a este periodista a entender un poco más acerca de la actualidad del problema de la captura del langostino y el consiguiente éxodo de barcos y pescadores locales hacia la costa chubutense y otras áreas patagónicas.
Uno de ellos no vaciló: “ahí tiene otra de los fenómenos: el desenvolvimiento de ciertos sindicalistas del ramo, funcionarios y patrones. Primero hubo disimulado silencio ante la pérdida de centenares de puestos de trabajo en el puerto, pero cuando la comunidad puso el grito en el cielo, se sumaron al reclamo, pero muchos barcos y afiliados ya trabajaban en el sur”. Y apunta con agudeza que “la presunta firmeza no fue tanta cuando en dos reuniones con las autoridades, sindicalistas y empresarios, una en Buenos Aires y otra en nuestra ciudad, no comulgaron con igual firmeza con la posibilidad de que se combinara bajar la pesca en puertos bonaerenses y desde allí trasladar el producto a Mar del Plata en camiones”. Acotan como dato significativo para tener en cuenta que “gremialistas que son capaces de cerrar el puerto, pero no muy claros y decididos cuando hay que proteger el trabajo de nuestro puerto”. Más filosos son cuando aseguran que “en dos patadas consiguen una medida tan severa como la obligatoriedad del uso del traje insumergible que ya regía, pero ahora exigible en 10 días como requisito indispensable para salir a la pesca”. Concluyen con el resultado: “ahora nadie puede embarcarse porque esa medida lógica y no exigida hasta ahora, simplemente no se puede cumplir porque no hay quien fabrique o tenga stock, pero los que están en sur siguen cosechando allí y trabajando el producto en puertos patagónicos”.

Medición sin novedades

Una actualización de las mediciones que hace una de las más reputada empresa del escenario sociológico en la provincia no hace sino confirmar en estos días que no es conveniente ante la labilidad de la política actual, hablar de intención de voto. No obstante sí se puede hablar de la consistencia del rubro “imagen personal”, En nuestro medio dos figuras siguen destacándose nítidamente Vilma Baragiola y Carlos Arroyo, claro que por dos razones distintas, porque Vilma sigue liderando el casillero “Imagen Positiva” con más del 60 por ciento y el intendente con un apabullante 75 por ciento, pero de “Imagen Negativa” que inclusive podría considerarse benigna…, porque en los barrios más allá del pavimento el rechazo a Arroyo es casi unánime. En el segundo pelotón se ubican el ex intendente Gustavo Pulti y el nuevo y confeso aspirante Ariel Ciano y le cuesta ascender en “Conocimiento” a Guillermo Montenegro, en tanto ya se advierte el crecimiento seccional y provincial de Baragiola y Abad. Las dos figuras claramente distintivas de la UCR marplatense, aún en este frío invernal y con expectación ciudadana que pasa por el fútbol y la crisis económica con el precio del dólar, el costo de los servicios y de los insumos de la canasta diaria, no dejan de lado el quehacer político.

Abad a favor del crecimiento provincial y aún nacional como figura del radicalismo, el presidente del bloque de diputados provinciales de “Cambiemos”, extiende su militancia. Estuvo en Córdoba en la celebración del centenario de la Reforma Universitaria y no perdió la oportunidad de una reunión privada con el intendente Mestre, para hablar de la UCR y su participación en la alianza gubernamental. Pero luego y en sólo dos días recorrió más de 1500 kilómetros de la cuarta sección electoral de la poovincia de Buenos Aires, encabezando una delegación de legisladores, funcionarios y referentes partidarios para hablar de la exhortación de la gobernadora María Eugenia Vidal de que “no hay que quedarse en los escritorios sino salir entrar en contacto con la gente y hablar con ella”. Abad visitó la sección donde “Cambiemos” tiene 16 de los 19 intendentes y 7 de ellos radicales. El dirigente marplatense se intrriorizó de la marcha de las obras que se ejecutan en esos distritos y convocó a sus correligionarios a participar y comprometerse con el partido y con el gobierno que integra.

Igual intensidad, pese a la seria contingencia de salud que enfrenta su madre,Vilma Baragiola no ceja en sus salidas casi diarias y a veces varias en una misma jornada, para recabar inquietudes en los barrios. En ellos se constituye en intercesora y gestionadora de los reclamos de los vecinos sobre todo en materia de trabajos esenciales como el mejoramiento de las calles donde parece no acudir el municipio, la atención de las luminarias y la atención de la seguridad.

¿Hacia la unidad?

Los que conocen de la militancia política como camino de búsqueda del bien común, suelen propender al trabajo conjunto en favor de los más necesitados, antes que la verbalización de la unidad en aras simplemente del posicionamiento frente a una eventual elección de candidatos. Esta constancia surge, dicen en las cercanías de los diputados provinciales peronistas Juan Manuel Cheppi y Alejandra Martínez, ésta última en las últimas elecciones en el “randazzismo” y el primero en el PJ-FpV. Un núcleo de importantes referentes como Fernando Maraude, Carina Ponce, Roberto Gandolfi, Daniela Castro, Alejandra Urdampilleta, Leandro Patrocco, Marcelo Grecco que representan a conocidas agrupaciones como Movimiento Peronista de Bases, Construcción Colectiva, Enapo, Mujeres del Campo Nacional y Popular, etc, se han constituido en un elenco que cada 15 días analizan y acuerdan un campo concreto de contacto, diálogo, debate y planificación del trabajo en barrios y zonas de la ciudad que requieren asistencia concreta. Pero no es una mera aspiración altruista sino el inicio de una construcción alternativa para la ciudad, previo conocimiento en el terreno de las carencias, necesidades y aspiraciones de la gente.

Fiorini y la “Konrad Adenauer”

El senador provincial de “Cambiemos” Lucas Fiorini fue visto el viernes en el teatro Colón asistiendo al acto de celebración del 70 aniversario de la creación del Estado de Israel y al día siguiente presidiendo en la Universidad FASTA un encuentro en su carácter de organizador del diplomado que patrocina la Fundación Konrad Adenauer de Alemania. En esta ocasión el tema fue “Políticas Públicas en Materia de Empleo y Producción”, dictado por Gonzalo Santamaría y Fernando Oluro. Fiorini destacó la importancia de formar en Mar del Plata políticos que se dediquen a temas centrales en la búsqueda de un mejor nivel para la comunidad. La relevancia que los centros de estudio deben tener para orientar en dirección a las necesidades de la gente y por tanto para la elección de las medidas concretas, quedó patentizada en realizaciones como la reflejada ayer en LA CAPITAL referenciada en los análisis de los equipos técnicos de la UCIP con respecto a las ventas generadas por el Día del Padre y la respuesta de los comerciantes. Pese a todos los descuentos, ofertas y estímulos el 80 por ciento de los comerciantes afirmó que las expectativas de venta no fueron satisfechas sino que aún fueron anteriores que el año anterior. Una política consciente a partir de estas constataciones no puede seguir errando tanto en las medidas a aplicar.