Por Juan Miguel Alvarez

Aplausos para los dos. Para Nación, merecido clasificado entre los ocho mejores, por propuesta, búsqueda, carácter, por Machado y Ogas. Para Cadetes, por talento, atrevimiento, orgullo, por Ullua y compañía. Estos equipos brindaron ayer un partido de alto vuelo, seguramente de los mejores del torneo. Con fútbol en el primer tiempo y una entrega encomiable en el segundo. Lamentablemente, el juez no tomó las decisiones correctas y el perdedor se sintió -con razón- perjudicado. Pero eso no le quita méritos a Nación, que ganó 2-1 en condición de local y la semana próxima volverá a jugar en su cancha, frente a Juventud Unida de Batán, para intentar llegar a la cuarta semifinal consecutiva (Apertura 2016, Clausura 2016 y torneo anual 2017) en la LMF.

Fútbol vs. Fútbol. El equipo de Luis Machado, con mayor oficio, ganó el duelo territorial de movida. Facundo Machado, encendido, mostró notable facilidad para “limpiar” rivales cada vez que encaró, más allá de sus punzantes pases entre líneas. Y, por los costados, Ogas aprovechó sectores débiles del rival. A eso, Cadetes respondió con “potrero”. Tacos, gambetas, algún sombrero y asociaciones rápidas de sus jugadores más ofensivos. Beitía y Ullua dieron una exhibición de talento y desfachatez, Siepe fue importante por su velocidad y Matías Rodríguez mediante apariciones por sorpresa y una definición de jerarquía. Así llegó el gol a los 13′: Siepe adelantó el balón justo ante el cruce de Trono, puso su cuerpo por delante de Christian Ponce y tocó el centro para el solitario Rodríguez, quien definió como en un “papi”. Con una pisada hacia su derecha dejó en el piso a Vecchiarelli y después tocó a la red.

El local empató de penal, tras una de esas manos discutibles, pero que el juez puede cobrar. El defensor giró y la pelota impactó en su brazo, pegado al cuerpo, no extendido como en una jugada posterior en la que no se sancionó la pena máxima. Lastra empató con un remate al medio y bien fuerte, como es su estilo.

Con el corazón. Se jugó en el segundo tiempo. Que tuvo emociones y más polémicas, que fueron poniendo el foco cada vez más en Llona, poco ayudado por los líneas. Faguaga le dio un codazo a un rival y siguió en el campo. Lastra, no amonestado por una entrada fuerte en la primera mitad, tuvo otra para dar en la segunda parte. Y dentro del área Manuel Sosa cerró al revés y le cruzó la pierna a Ullua, pero el juez no sancionó penal.

En una réplica, Ogas se escapó por derecha, tocó al centro para Jerez, quien abrió más para la llegada y definición a la red de Machado. Dos a uno para el local.

Cadetes perdió la cabeza después del gol. Y también a Siepe, quien insultó a Llona y fue expulsado. Pero incluso con uno menos el equipo de Carlos Acuña (que había jugado el miércoles) fue, con dignidad, por un empate que no llegó. Así, se despidió del torneo de pie. Nación pasó un escollo difícil y tiene con qué para seguir en carrera.