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Deportes 7 de junio de 2018

“Aprendí a valorar más todos los logros”

Crisitian Rosso, tras sus oros en los Juegos Odesur de Cochabamba.

Brian, Cristian, las mascotas de los Odesur y la única medalla de oro que les quedó. Las otras tres las regalaron a sus afectos.

Por Marcelo Solari

Los hermanos marplatenses Cristian y Brian Rosso son sinónimo de remo. Desde hace años representan al país al más alto nivel internacional -ambos han llegado a ser olímpicos- y continúan cosechando logros. Ahora, el impacto fue en los XI Juegos Odesur, en Bolivia, donde obtuvieron dos medallas de oro cada uno. Y terminaron invictos, porque ganaron cada una de las pruebas en las que compitieron.

Brian, de 30 años, en un par de remos cortos (M1X), Cristian, de 34 años, en el doble par de remos cortos (M2X), junto a Agustín Díaz. Y ambos como integrantes del cuatro pares de remos cortos (M4X), con Agustín Díaz y Ariel Suárez.

La alegría por los éxitos en el altiplano tuvo un contrapunto de tristeza en esta ciudad, porque al día siguiente de regresar de Bolivia, falleció Alberto José, el abuelo de ambos, a los 90 años. Como si los hubiera estado esperando para poder despedirse.

Cristian se siente mucho más cómodo frente a las cámaras, micrófonos y grabadores. Y como Brian es todo lo contrario, el mayor de los hermanos asumió la representatividad familiar para esta charla con LA CAPITAL:

-¿Qué significan estas medallas para vos en particular y también para el remo argentino?
-Para mí significa la satisfacción de haber cumplido con el primer objetivo de este año. Después de mucho tiempo corriendo Sudamericanos ya es casi una obligación ganar, pero al mismo tiempo cada vez disfruto más de poder hacerlo porque el nivel cada año está más competitivo y no deja ser un gran logro ser el mejor de Sudamérica. Y para el remo argentino significa el granito que siempre aportamos los de remos cortos, la categoría más fuerte y más competitiva para nuestro país.

-¿En las pruebas en las que ganaron los cuatro oros la altura fue un factor importante o no les afectó tanto?
– Sí, la altura fue un factor importante. Es la primera vez que compito en la altura y fue todo muy nuevo. Las sensaciones, el ritmo, la fuerza, el cansancio. Todo es muy diferente que al nivel del mar. Por suerte gracias al Comité Olímpico Argentino (COA) y al Enard pudimos ir 20 días antes a adaptarnos y eso nos facilitó las cosas a la hora de competir.

-¿El nivel de exigencia del torneo fue elevado?
-El nivel en Sudamérica está creciendo mucho. En los últimos 5 años, sobre todo Chile mejoró muchísimo. Pruebas que antes Argentina ganaba fácil, ahora se ganan disputándolas hasta el final o algunas se pierden. De hecho, Chile ganó ocho medalllas de oro y Argentina sólo seis.

-¿Cómo evaluás en general los aspectos organizativos de estos Juegos Odesur?
-Todo en Bolivia fue ¡increíble! La pista espectacular, al nivel de la mejor pista europea; la Villa, hermosa; el transporte, perfecto; la comida fue también muy buena y las instalaciones en general también estaban buenísimas. Pero lo mejor era la gente de Bolivia. Todos muy amables, serviciales, educados y muy trabajadores. Me encantó Bolivia.

-¿Esperaban estos resultados o cualquier color de medalla hubiera estado bien?
-Fuimos a buscar ganar. Si hubiésemos sido plata o bronce no íbamos a estar contentos. Suena muy exitista, pero al nivel internacional que aspiramos nosotros no podemos perder contra los países de Sudamérica porque después, en Europa el nivel que enfrentamos es muchísimo mejor.

-¿Cómo sigue el calendario ahora? ¿Cuáles son las próximas competencias internacionales?
-Ahora vamos a viajar la semana que viene a Europa, a competir en dos Copas del Mundo. Primero en Linz, Austria, del 22 al 24 de este mes, y después en Lucerna, Suiza, del 13 al 15 de julio. Son regatas que sirven para medir el nivel y ajustar cosas de cara al Mundial, nuestro principal objetivo de este año. Será en Bulgaria, a medidados de septiembre.

-¿A partir de estos resultados creés que se pueden obtener mejores condiciones para la preparación o están conformes con lo que cuentan ahora?
-Tenemos muy buenas condiciones para prepararnos, obviamente que siempre se pueden mejorar detalles pero no podemos quejarnos. Somos muy afortunados de todo lo que tenemos para poder hacer nuestro deporte. Lo que sí estaría bueno, no para nosotros, sino para el desarrollo del deporte, es que los clubes tengan un poco más de apoyo para poder ayudar a que los chicos mejoren más rápido y crezcan en el deporte haciendo las cosas lo más profesional posible.

-¿Notaste que los oros que ganaron ustedes tuvieron cierto impacto o quedaron relegados por la fiebre previa al Mundial de fútbol?
-Me dio la sensación de que tuvieron bastante repercusión. El Mundial de fútbol arrasa con todo pero me pone contento que los Juegos Odesur hayan tenido una gran difusión porque son el paso previo a los Juegos Panamericanos y a los Juegos Olímpicos.

-¿Te sorprendió algo en particular de los escenarios deportivos, la villa para los atletas o el país?
-Sí, me sorprendió lo bien que estuvo todo. Iba sin esperar nada en particular y todo fue increíble. Lo mejor fue el trato de la gente, y lo que más me sorprendió, la velocidad con que trabajaron en las semanas previas. Traían un grupo de personas y te armaban lo que sea en pocos días.

-¿Después de tanto recorrido y tantos logros, estas medallas se disfrutan de otra manera?
-Sí, después de tantos años aprendí a valorar más todos los logros por más pequeños que sean. Cuando era más chico siempre estaba queriendo más y sólo pensaba en lo que iba a venir y lo que quería seguir logrando. Ahora aprendí a disfrutar de todos los logros y sobre todo a disfrutar de cada momento, no estar continuamente pensando en el futuro o en conseguir cosas más importantes.



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