La franja de arena, cubierta de sombrillas multicolores, este martes a la tarde parecía una foto tomada en pleno verano, con la salvedad de que la gente no miraba hacia el mar, sino que se enfocaba en una de las pantallas del Arena Fest, montado en el Paseo Hermitage, para ver el partido que Argentina le ganó a Croacia por 3 a 0.

Tal como sucedió en los anteriores cotejos de la Selección Nacional, este martes la convocatoria fue amplia y numerosa, congregando a hinchas de todos los clubes y personas de todas las edades desde bien temprano. Desde el Ente Municipal de Turismo (Emtur) aseguraron que fueron “90 mil hinchas” los presentes.

Algunos habían decidido pasar un día de playa, como Verónica y sus hijos Joanna, Luz y Martín aprovechando “el calor. Vinimos a las 11, con la sombrilla, y quedamos bastante cerca. De acá no nos movemos hasta que no termine”, contó a LA CAPITAL, con el rostro colorado a pesar del protector solar.

Minutos antes del inicio del partido, desde el escenario un encendido Adrián Maucci -más en modo hincha que presentador- arengaba a la multitud, con sorteos y la música en vivo de la cumbia de “Los Eternos”, para dejarle lugar al guitarrista Alejandro Sánchez que cantó el Himno Nacional Argentino.

Antes que el equipo capitaneado por Lio Messi saliera a la cancha, el termómetro marcó la temperatura máxima de la jornada -28º a las 15.45, según los datos del Servicio Meteorológico Nacional (SMN)- provocando el consumo incesante de agua, en algunas ocasiones provista por la secretaria de Desarrollo Social, Vilma Baragiola, vestida con la camiseta albiceleste.

Los carros de hamburguesas no corrieron la misma suerte, ya que antes del inicio del cotejo el sándwich cotizaba a $600 y al finalizar el mismo mostraba precio de saldo: $300. “Mucho calor, nadie come”, teorizó el choripanero que prometió calibrar mejor la cantidad para el próximo domingo.

Las barrancas naturales del Paseo Hermitage se mostraron colmadas, por espectadores que buscaron protegerse del sol con sombreros, gorras, remeras tipo turbante y hasta algún paraguas, entre los que se ubicó el intendente Guillermo Montenegro con su ya tradicional “cap” blanco.

Un tanto nervioso, antes del primer gol, el titular del Emtur, Bernardo Martín, se mostraba conforme y “muy contento” con la convocatoria sostenida que fue calificada como “la hinchada más grande por medios de comunicación nacionales y locales”.

Suspiros

Ya con el primer gol de Messi, la gran tribuna respiró expresando un prolongado “gol”, que muchos acompañaron con un “vamos, carajo”. Si bien Messi fue “halagado” cada vez que tocó la pelota, el marplatense Emiliano Martínez causó furor ante cada atajada y hasta se desplegó una gran bandera con la leyenda “Dibu te amamos”.

El alivio pareció adueñarse con el segundo gol convertido y muchos dejaron sus lugares en el entretiempo para buscar agua o “algún refresco”, ya que la policía apostada en el sitio impedía el ingreso con alcohol. Claro que algunos pudieron evitar la veda, “como también pasa en Qatar”, se rió Nicolás, lata de cerveza en mano.

Ya Boulevard Marítimo se había convertido en peatonal, desde temprano, por los cortes al tránsito vehicular, cuando en el inicio del segundo tiempo tuvieron que instar a parte de la hinchada a apagar una bengala. La calma duró poco, ya que los estruendos ganaron el aire con el tercer gol de Argentina. Y se desató la fiesta, con canciones de todo tipo, el sonar de las cornetas y “vuvuzelas” e incluso algún bombo improvisado.

Una vez finalizado el partido, con el pase a la final de Argentina, muchos emprendieron una caravana a pie hasta el centro, para ir a festejar al monumento a San Martín. Otros, en tanto, prefirieron recuperarse de tanta emoción como Miguel y Nahuel, su sobrino, ya sentados sobre el césped. “Ahora vamos a ir al mar, para refrescarnos, porque fue mucha la emoción y no paramos de saltar. Ya está, ganamos. El domingo volveremos”, prometió el hombre. Al igual que muchos de sus compañeros en la platea natural.

La cita, para el partido final, será el domingo a las 12.