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La Ciudad 7 de abril de 2017

Argentina aplazada en seguridad vial

Mientras que Argentina no logra bajar los índices de siniestralidad vial en los últimos 6 años, España lo hizo en más del 80 por ciento, según datos proporcionados por la Organización de Naciones Unidas. Anualmente se producen 7 mil muertes en el país por esa causa. En Mar del Plata, el año pasado se registraron 39 decesos en siniestros viales.

En el decenio de Seguridad Vial decretado por la Organización de Naciones Unidas (ONU) para el período 2011/2020, se estableció como objetivo reducir un 50 por ciento los índices de siniestralidad vial. Sin embargo, desde hace 6 años las cifras no disminuyen.
“Argentina es uno de los países con más muertes producidas por siniestros viales. Tenemos que hacer algo. España disminuyó en un 82 por ciento, aunque ellos vienen trabajando desde la década del ’90 para bajar los índices de siniestralidad vial”, explicó el ingeniero Germán Palmisciano.
Y esas cifras ponen a “la Argentina entre los países con más muertes en las rutas”, las cuales suman “7 mil anuales, lo que promedian las 20 diarias”, detalló y aclaró que los datos que maneja fueron dados a conocer por la ONU y también trabaja con estadísticas proporcionadas por la ONG “Luchemos por la Vida”.
Así, según los datos proporcionados por la ONU, “casi 1,3 millones de personas mueren cada año en las autovías y rutas del mundo, lo que hace de ésta la novena causa de muerte a nivel mundial”. Asimismo, los traumatismos se convirtieron en “la principal causa de defunción entre los jóvenes de 15 a 29 años”.
Según Palmisciano, el caótico tránsito vehicular en Mar del Plata es “multicausal”, ya que se produce porque “no se respetan los límites de velocidad, se habla por celular mientras se conduce, se estaciona doble fila o en lugares no permitidos, muchos conducen alcoholizados. Además de la deficiente señalización, tanto de las rutas como de las calles”. Y él se interesó en el tema a raíz de un siniestro vial que padeció cuando era joven.
“No tenemos educación vial -describió-. Es un sello argentino arriba del auto, cruzando las bocacalles sin frenar, entrando en una rotonda sin prioridad de paso, sin respetar el carril correspondiente a la velocidad lenta o rápida, además de las faltas de las señales indicativas”.

Plagas

Además, en los últimos años se sumó una nueva plaga a la falta de educación vial de los conductores: los teléfonos celulares. En muchos casos -y se puede verificar en cualquier esquina marplatense- ya no sólo hablan sin usar auriculares, sino que muchos se dignan a responder o escribir mensajes de texto o de WhatsApp.
Aunque la legislación existente no se molesta en sancionar más allá de alguna multa, en caso de que el conductor desaprensivo sea encontrado ‘in fraganti’, el caos es tal que ya se analiza ampliar las sanciones como la quita de puntos en los registros de conducir con el sistema de scoring, que se introduciría con la nueva licencia para manejar única en todo el país.
Considerando la problemática, la ONU declaró el “Decenio de Seguridad Vial” para el período comprendido entre 2011/ 2020. El objetivo es que sus miembros reduzcan al 50 por ciento las colisiones fatales en ese período.
Así, analizados los primeros 5 años, “España bajó de 9.000 (ellos trabajan desde 1995 en el tema) a 1.400 muertes viales en 2014, en un avance del 80 por ciento. Mientras tanto, Argentina no mejoró nada en ese quinquenio”, reseñó el ingeniero y eligió a la península ibérica como parámetro comparativo “por las similitudes que tenemos. Ni siquiera comparo con Japón o un país nórdico”.

Propio

En la opinión del ingeniero, “los terribles números no son un problema ajeno, nosotros mismos debemos resolverlos porque nadie vendrá a arreglarlo”.
Y, aunque reconoció que “la baja calidad de nuestro conducir está signado por las calles en mal estado, los semáforos descalibrados, el tráfico urbano indisciplinado, vehículos obsoletos o sin VTV en las calles, señalización nula o insuficiente”, advirtió que “lo principal es la falta de respeto por el otro”.
Así, como un principio de solución, sugirió “dictar como materia oficial educación vial en la primaria y secundaria, realizar campañas eficientes para mejorar la conducción vehicular, controlar las picadas ilegales, implementar el conductor designado, incrementar los controles de alcoholemia, y tener la documentación en regla”.
Además, recomendó que “al sacar la licencia de conducir se tenga que firmar un acta compromiso de respeto generalizado hacia el peatón y que cada promoción de nuevos vehículos lleve el cartel ’20 muertes diarias por siniestros viales'” y apeló a una máxima del movimiento ambiental: “Piensa global, actúa local”.