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Opinión 3 de octubre de 2018

Arroyo vuelve a pintarse la cara y envía al ataque al temible Mourelle

Por Gerardo Gómez Muñoz
El hombre transcurría su vida en una módica medianía, muy lejos del “áurea mediócritas”, como describía el célebre poeta romano que dejó la vida pública, para gozar con fruición de la discreción y la modestia.

Acá un día llegó la dictadura militar y vaya a saber qué trayectoria le conocían a Carlos Arroyo como para hacerlo debutar en el elenco de la intervención militar, cuyo primer titular fue el capitán de navío (R) Menozzi… Muy pronto se advirtió que el hoy jefe comunal, llegado con incuestionable mandato de la elección democrática, tenía predisposición. Ungido en el área de tránsito se hizo llamar “Zorro Uno”, vestía capote militar, calzaba borceguíes, protegía la cabeza con gorra habitual en los uniformados y usaba silbato. Así preparado acompañado de otros agentes municipales, salía a enfrentar “al enemigo” que no era más que el conductor que al manejo de su vehículo, por irresponsable, distraído o ignorante incumplía las normas del caso. El virtual disfraz, de por sí divertido, comenzó a merecer desconfianzas porque se realizaba especialmente de noche con neblina, a puro silbatazo y con la irrupción del grupo muy al estilo de los temibles operativos de aquella época. Las sospechas fue que la acción era una opereta digna de quienes se sentían partícipes de la ideología de la represión, más que al frente de un mero control del cumplimiento de las normas del tránsito.

Los comentarios cada vez más críticos se acentuaron cuando alguien, de adentro, deslizó que el despacho de Arroyo era presidido por un cuadro de Hitler. Como arreciaban las críticas, el funcionario de Tránsito salió del paso aduciendo que el militar venerado en el recinto oficial era del mariscal Rommel. Claro “sólo era el segundo, no Hitler” y que su apodo “Zorro Uno” se debía a la devoción por Rommel, así bautizado por sus acciones bélicas en los desiertos del norte de Africa.

Luego vendría la democracia y en este campo también dejaría constancia por la democracia con botas, porque fue el conductor marplatense de los partidos de los “carapintadas” que de la mano de Aldo Rico, el coronel Seineldín y Breide Obeid, hostigaban sucesivamente al líder de la cabal democracia, Raúl Alfonsín… Hoy Arroyo pareciera que deposita su admiración en Atila “el rey de los hunos a cuyo paso nada quedaba en pie, en toda la Europa”…. Tal vez de ahí viene que hoy deja en manos del forastero Hernán Mourelle el feroz ataque a diversos sectores de la comunidad marplatense.

Mourelle, el “panzer”

Sería interminable la sola mención de las actitudes cívicas del político Arroyo indicativas de su poca empatía con la democracia.

En plena campaña electoral algunos de los personajes hoy condenados por la Justicia debido a sus ataques a militantes, incluidas mujeres que ejercían derechos otorgados por ley, uno, tal vez el jefe, que “zafó” fue visto de guardia en el local partidario del vencedor.

En el curso de su trayectoria como concejal, donde no se destacó por su propensión a la tarea colectiva, más allá de que ostensiblemente se retiraba del recinto cuando se trataban temas vinculados a los derechos humanos o cada 24 de marzo. No hubo gesto de ejercicio de la democracia como un mensaje de su oposición sino un vergonzante mutis por el foro y a cobrar a fin de mes.

Testimonió acerca de su poco apego real y concreto a la discrepancia el gesto de matón pueblerino cuando en la plaza San Martín fue, supuestamente, a dialogar con manifestantes de organizaciones sociales y se abrió el saco para mostrar que se acercaba a ellos sin armas y seguidamente insultó con vocabulario de carrero al ex intendente -ausente- Gustavo Pulti. Con bravatas del tipo “acá se terminaron los piquetes y los cortes de calle”, como si los que protestan no tuviesen razones vitales que los asistan.

Pero, ahora está Hernán Mourelle, fiel ejecutor de las peleas sea con empleados, concejales propios y extraños, sean mujeres o varones, clubes deportivos, vecinalistas, empresarios de la ciudad, de las playas y del campo. Todo bajo libreto elaborado tal vez por el “lord mayor” y por el entorno.

Se decía en círculos generalmente bien informados, que esta semana podría ser citado en tribunales para declarar debido a la denuncia que por presuntos acosos presentó una empleada municipal que “casualmente” acaba de ser trasladada a otra dependencia municipal. También tiene pendiente junto con Arroyo cierta cuestión con el Tribunal de Cuentas. Y en materia de pisoteo a los derechos los empleados del Concejo Deliberante ya han efectuado algunas medidas de fuerza porque les niega el pago del reencasillamientos. Hacen cola para cobrar OAM, IPS, ART y proveedores diversos, pero eso sí la 9 de Julio cobra el doble de lo que se le estaba pagando, la mejora del servicio espera mientras proliferan los basurales.

En un terreno que no se entiende bien cómo Arroyo no dice nada, es el del cuidado con la mujer, el organismo que atiende a las que están protegidas contra la violencia, no le proporcionan el personal técnico y profesional indispensables. Hasta la secretaria y el subsecretario de Desarrollo Social las tratan indebidamente, según denunciaron.

Es agotador un listado del destrato oficial por parte del gobierno municipal, sólo una mención para luego entrar en los entreveros políticos, el seguidor de Atila ahora entró a sangre y fuego al campamento radical, quizás ahora le alcance el fuego.

La unidad radical

No fue total, pero se logró que el minúsculo sector que apoyaba la virtual ruptura partidaria a través del Espacio Alfonsinista que lidera el titular del comité que cesa en funciones. Este no concurrió alegando que no pertenecía al “radicalismo amarillo”. La verdad de la milanesa sería otra porque testimonios de gente enfurecida saliendo de salones del Club Quilmes, a la vuelta del comité, despotricaba porque el hombre que se iba a plantar ante la anunciada unidad no se podía conformar porque no se llenaba la nómina, indispensable, de 70 integrantes y ni soñar con la firma de 350 afiliados como aval, de acuerdo a las normas partidarias. Otros sepultaron la fallida intención, asegurando que el ansioso y levantisco dirigente habría manifestado a algunos fieles que “Ricardo me anticipó que nuestro acuerdo debería pasar por Margarita Stolbizer y Victoria Donda”. En consecuencia las nuevas autoridades de la UCR local serán fruto del laborioso y cuidado trajín que realizaron Maxi Abad, Vilma Baragiola, Daniel Katz, Suso Porrúa y otros activos y experimentados trenzadores como Nico Maiorano, Tato Serebrinsky, Carlos Aramburu, Verónica Hourquebié y veteranos dirigentes del “Ateneo Ricardo Rojas”. Se sabe que Ariel Martínez Bordaisco, hombre del sector de Abad será el presidente y el diputado será delegado al comité nacional y al provincial Katz, Porrúa, dicen también Tato. Pero habrá nombres que provienen del citado “Ateneo”, de la Organización de Trabajadores Radicales, Juventud Radical, Franja Morada etc.

El ataque del “nuevo Atila”

Hay quienes creen que la feroz arremetida del principal guerrero del intendente Arroyo, no se debe atribuir sólo a discrepancias con los radicales sino que nacían del corazón del arroyismo y de su impronta derechista, sectaria y ambiciosa de poder. Por eso presumen que tampoco hay que desconfiar de la presencia de la participación solapada de “Cambiemos” en el cocinado. Por ello el brote de “política psicótica -dicen- se produce en simultáneo con el nuevo anuncio de la reelección de Arroyo, cuando peor le va, que va en contraposición de Cambiemos”. En los corrillos municipales circulan comentarios acerca del marcado de la cancha por parte de Guillermo Montenegro el precandidato del gobierno provincial que en LA CAPITAL y en estos momentos claves, previene que el Paseo Hermitage es una postal de Mar Del Plata.

El escogido por el intendente para dinamitar, responde como soldadito fiel y aplicado, siguiendo a su jefe elige a la UCR, inicialmente a las dos mujeres de mayor figuración en el centenario partido, Vilma Baragiola y Cristina Coria. Ambas contestan con el freno que en el Concejo le oponen al desenfreno del dúo Mourelle-Arroyo y a veces con la adhesión de algunos otros integrantes de la alianza electoral. La segunda lo calificó como lo hace la calle “es un misógino y un cobarde”… Radicales de alta significación política también salieron a la palestra para defender las figuras y la gestión de políticos de la envergadura de Angel Roig, Elio Aprile, Daniel Katz.

Estos últimos embates contra el principal socio, indica en diversos escenarios de la conversación y de la discusión política hay quienes no vacilan en atribuir al dúo combatiente a la necesidad de crear un espacio propio y sin “Cambiemos” para el lanzamiento de la reelección que una vez más fue anunciada por el admirador del mariscal Rommel.

Manino y Raverta

El escenario y la ocasión fue el domingo en la espectacular Fiesta de Niño que el diputado Manino Iriart con su activa y diligente agrupación ofreció como todos los años a unos tres mil pibes trasladados desde una veintena de barriadas marplatenses. Los juegos, espectáculos y regalos ya fueron detallados en LA CAPITAL y otros medios. Aquí sólo se quiere hacer notar algo de significado especial en relación con las alineaciones y reacomodos de la interna vinculada con el FPV y el PJ que comienza a prepararse para asumir el tiempo preelectoral. Fernanda Raverta es la indiscutida conductora del kirchnerista Unida Ciudadana y Manino es del PJ y tiene su único concejal Balut Tarifa alistado en el bloque de concejales de UC, pero él sigue revistando en el PJ, cercano a Daniel Scioli que está reapareciendo en el activismo partidario con declaraciones y algunas visitas a diversos dirigentes. Raverta está claro que quiere ir por la intendencia y Manino que pareciera que está pretendiendo otra reelección legislativa. Claro que aún no despliega sus conocidas ramas militantes y, por ahora, más allá de la fiesta anual citada y de las convocatoria, muy exitosas por ciento, a escuchar a destacados expositores locales, nacionales y extranjeros, exponiendo la visión técnica de importantes temas vinculados con la comunidad, todavía no dice ni “mu” en el marco partidario. El encuentro de Once Unidos puede ser que indique el rumbo ya escogido.

Juan Manuel Cheppi, otro diputado provincial, tal vez para que se inflame la ansiedad de algunos que no encuentran ramas de la cuales colgarse, tampoco se preocupa por alistamientos internistas, aunque aparezca en un bloque que sin sacar los pies del plato con la conducción de Pereira el ex intendente de Florencio Varela y la compañía de otra peronista local, Alejandra Martínez. Ambos si, con oportunas declaraciones y proyectos vinculados con las acuciantes medidas del oficialismo provincial y nacional que atentan contra derechos de la gente del común.

Anastasía y su vuelta a los orígenes

El ex concejal y ya proclamado precandidato socialista al gobierno comunal y que, a pesar de ser abogado, se siente más feliz cuando lo recuerdan como el joven “vidrierista” de su barrio “La Juanita” como “La Zulema” zona en la que ejercía su oficio que luego trocó por los libros donde le fue también exitosamente. En estos días para probar cómo le iba con los vecinos y amigos de la vida y acompañado de algunos de sus colaboradores de campaña, se sorprendieron de la acogida en esas zonas de Luro pasando Champagnat y extendiendo hacia San Jorge y La Herradura. No descuidó por ello otros contactos como con el Socialismo Auténtico de Mazitelli y Aletto, de algunos sindicalistas y de empresarios de vieja tradición bronzinista. De a poco los equipos se van armando, los amigos vuelven a sentirse vinculados y representados “y ya comenzamos a sumar”, dice con entusiasmo no disimulado el que ya está decidido a recuperar las banderas.

Morro: “No medallas, simple invitación”

Mastica la bronca, pero termina riéndose la laboriosa Mercedes Morro, al puntualizar que fue un proyecto de ella la creación de la Comisaría de la Mujer con asiento, por expresa aspiración del grupo de mujeres y de otras entidades que iniciaron el reclamo, en El Boquerón. El intendente y su gente, dice la actual concejal y de largos años conduciendo el gremio gastronómico, dijeron que la instalación será en el ingreso a la vía de acceso a Sierras de los Padres. No creía en la misoginia de Arroyo y de sus colaboradores “ni me invitaron a la inauguración, habrán creído que yo iba a querer una medalla”… ríe con ganas.

Fiorini, tranquilo por la huella

Conoce de cerca, el senador Lucas Fiorini, cómo se cocinan las cuestiones políticas en La Plata y por ello tal vez día a día se maneja con mayor prudencia en idas y vueltas del oficialismo local. Uno de los consejos de su amigo, el ministro Joaquín de la Torre es el de moverse con prudencia y por esa vía también sabe qué calibre calza ante el gobierno provincial, cada uno de los dirigentes locales. Está claro que una de las recomendaciones es acompañarlo a Guillermo Montenegro en todos sus timbreos y salidas. Por eso no dejó de llamar la atención de que haya sido su concejal Alejandro Carrancio quien haya salido en estos días a prodigar amplios elogios al trabajo de mejoramiento de la situación en el predio de la basura.



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