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La Ciudad 30 de marzo de 2017

Aseguran que el intendente “arrolló” un proyecto gestado hace una década

El emprendedor Juan Drault lanzó una dura crítica por la cancelación del Parque Informático. Detalló las gestiones que se hicieron desde 2006 para impulsar en la ciudad la industria de las tecnologías de la información y la comunicación. Afirmó que el nuevo proyecto oficial "carece de capacidad de expansión".

Render del centro de incubación de empresas de base tecnológica, uno de los sectores que iba a tener el Parque Informático cancelado por Arroyo.

Mientras la Asociación de Tecnologías de la Información y Comunicación de Mar del Plata (Aticma) reaccionó con cautela ante el anuncio del intendente Carlos Arroyo de desarrollar un Polo de Industrias Creativas en un terreno aledaño al Museo MAR y un Distrito Audiovisual en el barrio de la ferroautomotora, otros actores del sector se muestran más críticos. 

Esa postura la condensó el emprendedor y consultor marplatense Juan Drault en una nota titulada “Desarrollar vs Arrollar”, en la que acusó al jefe comunal y a la Provincia de lanzar el proyecto sin consultar a la industria de las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC) y de cancelar el del Parque Informático en un predio de la avenida Jorge Newbery sin tomar en cuenta gestiones que se iniciaron hace más de una década.

Drault recordó que en 2006 la industria TIC, nucleada en Aticma, inició el desarrollo de un Parque Informático que,
basado en experiencias de “múltiples ciudades y países”, sería “un dinamizador de la industria tecnológica local y regional”.

“Luego de dos años de gestiones, finalmente un gobierno local decidió atender el proyecto y brindar su apoyo. Esto sucedió en el año 2008, más exactamente durante el gobierno de Acción Marplatense”, apuntó. Y aclaró: “Es básico entender que el apoyo de un gobierno de turno, sea cual fuere, a un proyecto de un sector productivo, no convierte al mismo en un proyecto partidario. Solamente el Estado cumple su rol dinamizador como ha sucedido en la ciudad con diversas necesidades del sector turístico, textil, pesquero o industrial”.

Drault mencionó que en 2012 la tecnología tenía por primera vez rango de secretaría municipal en Mar del Plata, y que el objetivo de la Secretaría de Tecnología y Mejora de la Administración “no sólo era la informatización, interconexión y tecnificación de todas las áreas del municipio, sino también la divulgación, adopción, educación y promoción de todo lo relacionado a las industrias del conocimiento en las que se enmarcan las industrias informáticas y tecnológicas en general”.

Puntualizó que, en ese contexto, el municipio fue invitado a postularse para formar parte de la Iniciativa de Ciudades Emergentes y Sostenibles del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y, tras un proceso de selección, fue elegida para ser la primera ciudad en el país dentro del programa. Eso implicó “múltiples beneficios” porque “el BID financiaría la llegada de una cantidad importante de consultores internacionales para analizar su situación y delinear un plan maestro de crecimiento y obras que la hiciera sostenible en el tiempo, dando como resultado final el Plan Estratégico Mar del Plata 2013–2030”.

“Entre los consultores que el Banco financió se encontraba un especialista dedicado a la formulación de un Master Plan para la creación del Parque Informático. Dentro de ese trabajo de consultoría se contrastaron todos los posibles formatos, entre los que estaba el de Polo Informático, Clúster de Empresas y Distrito Tecnológico. En un trabajo que sumó múltiples actores nacionales e internacionales y relevó las necesidades de la industria local, quedó seleccionado el modelo de Parque Informático por entenderse era el más acorde”, señaló el emprendedor.

“Luego de este estudio, que contó con todo el apoyo de Aticma como organización creadora e impulsora del desarrollo de la industria TIC local, se materializó –con la contratación de un arquitecto y reuniones del sector– el diseño del edificio principal de 5000 m2 dedicado a incubación de proyectos de base tecnológica y servicios”, apuntó. Ese edificio “contendría oficinas para emprendedores, un salón de usos múltiples, un auditorio, un espacio gastronómico, oficinas para consultores y la propia administración del parque”.

El intendente Arroyo, junto al ministro de Ciencia, Tecnología e Innovación bonaerense, Jorge Elustondo, y el rector Morea al anunciar esta semana su proyecto para promover la llegada de nuevas tecnologías.

El intendente Arroyo, junto al ministro de Ciencia, Tecnología e Innovación bonaerense, Jorge Elustondo, y el rector Morea al anunciar esta semana su proyecto para promover la llegada de nuevas tecnologías.

Compromiso de empresas

Según recordó Drault, “luego llegó el compromiso de 30 empresas locales miembros de Aticma que se radicarían en ese predio mediante la construcción de un edificio propio con capital privado, así como también el compromiso de las cinco universidades de sumar actividades y radicarse”. Por su parte, “la oferta educativa estaría acompañada de un proyecto modelo de Escuela de Artes y Oficios Digitales para estudiantes de la ciudad que cursarían a contraturno y tendrían empresas en el predio para realizar prácticas profesionalizantes”.

“Se logró entonces –destacó el consultor– la cesión de un lote de cinco hectáreas al Sur luego de descartar otras posibles ubicaciones que no tenían tanta capacidad de expansión”. Y especificó que, en la votación del Concejo Deliberante, el entonces concejal Arroyo votó en contra.

“Finalmente, el ministro de Ciencia y Tecnología, Lino Barañao, brindó todo su apoyo” y consiguió, “gracias a gestiones del BID, la financiación que permitiera construir el centro de incubación, mientras que la Escuela de Artes y Oficios Digitales, por gestiones de Aticma, sería financiada por la Confederación Andina de Fomento”, que realizaba su primera inversión en el país al entender “lo estratégico del proyecto y la importancia de esta escuela en ese contexto del Parque Informático”.

El proyecto, rememoró Drault, también fue “hermanado” con Florianópolis, “ciudad de similares características que ya cuenta con tres parques”, uno de ellos de 450 hectáreas, cuyo director es una “eminencia internacional en el tema” y “brindó su conocimiento y apoyo al Parque local”.

Así, representantes de Aticma y el municipio tuvieron la oportunidad de recorrer los parques de Florianópolis, mientras que el director del parque brasileño fue invitado por el BID “durante el Hackatón de Innovación Ciudadana realizado en Mar del Plata en agosto de 2014”, que Drault coordinó.

El emprendedor puntualizó otro dato: el diseño del Parque Informático de Florianópolis estuvo a cargo del arquitecto argentino Rubén Pesci, coordinador del Plan Estratégico de Mar del Plata contratado por el BID.

De acuerdo con Drault, “otro apoyo importante” llegó de la Cámara de la Industria Argentina del Software (Cessi), que “entendió muy rápidamente el efecto dinamizador y la visión estratégica de largo plazo que el proyecto tendría para la ciudad y la región”.

Hasta ese momento, en 2015, Aticma, el BID, la Confederación Andina de Fomento, Florianópolis, la Cámara de la Industria Argentina del Software, el municipio y el ministro de Ciencia y Tecnología de la Nación (que continúa en el cargo) estaban “todos alineados en una misma visión”, destacó Drault. Era tanto la de “materializar el Parque al sur de la ciudad” como la de “fomentar y dinamizar las industrias creativas y del conocimiento en Mar del Plata”.

Meses más tarde se definió “el método de radicación de empresas privadas mediante la cesión de parcelas para la construcción del primer edificio que contendría a las empresas locales con capital propio y el modelo para los futuros edificios de empresas que decidieran radicarse”, por lo que se diseñó también “una ordenanza para la gestión pública-privada del Parque, la cual no llegó a ser aprobada en el Concejo previo a las elecciones de 2015”.

En ese sentido, desde el municipio se analizaban “las obras necesarias para la llegada en simultáneo de los servicios de agua y cloacas mediante una inversión mixta, así como la llegada de la fibra óptica”, y se contempló “el Parque y sus necesidades en el nuevo Plan Maestro de Transporte y Tránsito, que sumaría medios para el transporte de los estudiantes, emprendedores y empleados”.

Drault destacó que también estaba en estudio “la modificación futura del Código de Ordenamiento Territorial (COT) que permitiese una dinamización del sector comercial y de servicios en la zona, necesario para dar soporte al creciente número de personas que la frecuentarían”. Además, se planificó “el asfaltado de una calle que permitiese conectar el predio con la costera ruta 11 y las playas”, mientras que “para la llegada de la fibra óptica al Parque autoridades del Banco Provincia evaluaban realizar la inversión para además instalar un datacenter dentro del edificio de incubación y brindar su plataforma de pagos on-line a empresas y emprendedores”.

Render del Parque Informático que se iba a desarrollar en un predio de avenida Jorge Newbery.

Render del Parque Informático que se iba a desarrollar en un predio de avenida Jorge Newbery.

Del interés al silencio

“Todo este proceso que se fue gestando desde 2012 hasta 2015 fue despertando el interés de algunas empresas nacionales e internacionales que comenzaron a realizar consultas ante la posibilidad de radicarse en la ciudad dentro del Parque invirtiendo potencialmente en oficinas y brindando nuevos puestos de trabajo de calidad”, señaló el emprendedor.

“Ya con el presupuesto asignado de 80 millones de pesos, de los cuales 10 millones se giraron al municipio a fines del 2015 para iniciar las obras ya licitadas, y con la Escuela de Artes y Oficios Digitales también financiada por la Confederación Andina de Fomento con un presupuesto de 20 millones, licitada y en ejecución, llegamos a las elecciones de 2015″, agregó.

Tras su triunfo, Arroyo desarmó “por completo” la Secretaría de Tecnología y Mejora de la Administración, desfinanció “las actividades de la Escuela Municipal de Informática” y paralizó las obras del Parque “al no entregar a la empresa constructora los 10 millones que había recibido, comenzando una campaña de silencios seguidos de anuncios incoherentes”, lamentó Drault.

A su entender, el intendente declaró en múltiples oportunidades que el proyecto sería relocalizado “sin escuchar al sector TIC ni tener en cuenta todo el trabajo realizado hasta ese momento”. También lo responsabilizó de mezclar y confundir “los conceptos de Parque, Polo y Distrito múltiples veces hasta el día de hoy”.

Finalmente, esta semana, “sin consultar a la industria TIC”, el intendente realizó una conferencia de prensa junto al ministro de Ciencia, Tecnología e Innovación de la provincia, Jorge Elustondo, y el rector de la Universidad Nacional de Mar del Plata, Francisco Morea, en la que indicó que “el proyecto del Parque Informático sería cancelado y reemplazado por un Polo Tecnológico en una manzana junto al Museo Mar y un distrito creativo en los alrededores de la nueva terminal ferroautomotora reciclando galpones para la industria audiovisual”.

Pero “nada se dice de la Escuela de Artes y Oficios Digitales, ya próxima a ser terminada en el predio al sur de la ciudad”. A juicio de Drault, “es un completo misterio” lo que hará el municipio con esa obra.

Por su parte, la ubicación del proyecto de Arroyo, en una manzana lindera al Museo Mar, implica “una reducción del proyecto” del Parque Informático “de 50.000 m2 con capacidad de expansión a 10.000 m2 sin ninguna capacidad de expansión”.

Para Drault, “de ninguna manera una manzana detrás del museo MAR podrá bajo ningún punto de vista sustituir este proyecto integral con capacidad de expansión en el tiempo y múltiples actores reunidos en un mismo predio generando sinergia y posicionamiento”.

“El presupuesto que había sido asignado para el Parque en 2015 (y que por la inacción de Arroyo claramente se devaluó) serían, según declaraciones, complementados y reasignados para este nuevo proyecto presentado escuetamente. Probablemente más vistoso y electoralista, pero para nada alineado con la visión de largo plazo de la industria y los actores que convalidaron este proyecto insignia llamado Parque Informático y de Industrias Creativas. Un proyecto de 10 años que vemos lamentablemente arrollado por el gobierno municipal y provincial que hoy ya podría ser una realidad tangible”, concluyó Drault.