La noticia de que la pobreza alcanza al 38,9% de la población de Mar del Plata terminó de reflejar el crítico contexto que atraviesa la ciudad en el marco de la pandemia por el coronavirus. Dirigentes sociales y referentes de la Iglesia, como el Obispo Gabriel Mestre, aseguraron que los números “no sorprenden”, pero sí exigen más que nunca un gran “acuerdo” político y medidas que reviertan la situación sin descuidar la salud.

Rodrigo Hernández, referente de Barrios de Pie, una de las organizaciones con más presencia territorial en la ciudad, aseguró a LA CAPITAL que los números de pobreza e indigencia “no sorprendieron, pero igual duelen y asustan”.

“La ciudad atraviesa un lamentable récord histórico. La pandemia no hizo más que acelerar un proceso de desigualdad que ya existía y dejar al desnudo la falta de garantías laborales, la falta de acceso al sistema laboral formal y la falta de políticas públicas concretas, efectivas y que se mantengan en el tiempo para los sectores de la economía popular”, señaló el dirigente.

Una red solidaria con el protagonismo de las mismas familias en dificultades ha tomado forma en los barrios más pobres de Mar del Plata.

Así y todo, pese al panorama acuciante, Hernández aseguró que existe una “esperanza” para revertir la situación y que esta en “poner primero en la agenda a los que menos tienen”.

“De esta situación se sale de abajo para arriba: generando trabajo para los sectores más precarizados, utilizando las herramientas que hoy existen como los sistemas de cooperativas, los pequeños productores, que son hoy los más afectados. Y también impulsando medidas concretas como es el impuesto únicos a las grandes fortunas y desconcentrando la economía. Si hoy no se toman esas medidas teniendo en cuenta la situación en la que estamos, no hay un buen horizonte”, indicó.

En cuanto al panorama local, el referente social aseguró que “el número de contagios en los barrios tiene que ver con la falta de laburo”.

“No es que la gente no tiene consciencia, por supuesto que debe haber algunos casos, pero fundamentalmente lo que está pasando es que hay gente que puede tener toda la prevención del mundo, pero si no sale a cartonear o buscar su changa, no come. Esa es la disyuntiva de muchos vecinos”, agregó.

En este sentido, Hernández señaló que se debe avanzar hacia “una apertura, pero cuidando al vecino”. “Eso es lo que tiene que generar hoy el municipio. No se puede llegar al límite de que la gente tenga que abrir de prepo, sin controles, como es lo que está pasando hoy”, denunció.

Y agregó: “Si hoy se llegó a esta situación, es por falta de previsión y por falta de políticas públicas más contundentes. No es momento para que haya una disputa de tipo político partidaria en los distintos niveles del Estado, hay que realmente generar un acuerdo político mucho más grande, que no quede en quién tiene razón o no“.

La desigualdad

El obispo de Mar del Plata, Gabriel Mestre, también se mostró conmovido por los números de pobreza, aunque al igual que el resto de las instituciones con participación social, no se mostró sorprendido.

“En los números uno encuentra ratificado lo que la experiencia cotidiana nos va marcando. Desde hace muchos años, incluso antes de ser obispo, pongo la palabra preocupación al hablar de la pobreza y el trabajo en la ciudad, ahora también la usaría, pero con letras mayúsculas“, señaló Mestre, en diálogo con este medio.

Para el obispo es importante recordar que “detrás de los números hay rostros, hay familias, hay niños, hay ancianos, hay enfermos, hay mujeres en situación de vulnerabilidad”.

“Los datos-agregó- impactan en cuanto a números, pero lo que en realidad vemos son personas malnutridas, sin posibilidades de acceso a educación como correspondería, sin posibilidades de acceso a la cultura como correspondería, y todo en un marco de mucha precariedad por las consecuencias propias de la pandemia y la dinámica productiva por la cuestión sanitaria”.

En cuanto a las posibilidades de modificar el contexto, Mestre destacó tres frases del Papa Francisco: “la cultura del encuentro” y “el diálogo”, y la mencionada esta semana, vinculada a la necesidad de encontrar tanto la vacuna para el coronavirus como para la desigualdad.

“Hoy más que nunca deberíamos poder conjugar estos conceptos a nivel ciudadano, partiendo de la responsabilidad de las personas que nos conducen a nivel municipal, provincial y nacional y no solamente en el ámbito ejecutivo, sino también legislativo”, señaló.

Y agregó: “Todos los colores partidarios deberían estar involucrados en esta dinámica y así buscar los consensos necesarios para, por un lado, trabajar en lo que sería la asistencia inmediata; y de la mano de esto, pensar en políticas a corto, mediano y largo plazo, para poder salir de esta situación crítica y poder generar una verdadera inclusión”.