Mario Ricardo Héctor Gómez era preceptor de escuela. Tenía 51 años y desde hacía 20 era inquilino en el mismo edificio, ubicado en la zona de Tribunales. Vivía solo y generalmente estaba en silencio, por lo que durante la madrugada de ayer los ruidos provenientes de su departamento desconcertaron a los vecinos: horas después descubrieron que había sido asesinado a puñaladas en medio de una fuerte discusión.

Para los investigadores el crimen ocurrido en el 9º B de la torre ubicada en Corrientes 2281 está vinculado a una relación sentimental que la víctima habría mantenido con otro hombre. Incluso, las cámaras de seguridad emplazadas en otros inmuebles de la zona captaron el momento en que el homicida escapaba del lugar.

Es decir, está prácticamente descartado que haya sido un asesinato en ocasión de robo, debido a que en el interior de la propiedad que alquilaba Gómez -siempre a los mismos dueños- se encontraron distintos objetos de valor, como una notebook, un teléfono celular y otros artefactos tecnológicos. En cambio, hallaron indicios de desorden y varios adornos tendidos en el piso.

Al ingresar al departamento la policía, tras haber sido alertada por una habitante del edificio que a las 7 de la mañana vio huellas y manchas de sangre en el pasillo, el cadáver de Gómez yacía desnudo entre la cocina y el lavadero. A su lado había un cuchillo, que sería el utilizado por el asesino para cometer el múltiple y fatal ataque.

Presente en la escena del crimen, el fiscal Alejandro Pellegrinelli ordenó la realización de distintos peritajes al personal de la Policía Científica. También estuvieron en el departamento los efectivos de la comisaría segunda y los miembros de la Delegación Departamental de Investigaciones (DD) local, que comenzaron a recabar datos sobre la víctima y su entorno.

Según pudieron averiguar de parte de los vecinos, Gómez era soltero y sólo se le conoció una pareja. Hace aproximadamente cinco años, había convivido con otro hombre, con el que después rompió relación. También supieron que la víctima se desempeñaba como auxiliar en la preceptoría de la Escuela Especial Nº 504, para ciegos y disminuidos visuales.

La información que recogieron los pesquisas en el edificio es de sumo valor, aunque el interés principal lo mantienen sobre los peritajes en el departamento y el análisis de las cámaras de seguridad mencionadas antes, que a las 3.59 de la madrugada detectaron la salida del edificio de un joven encapuchado y vestido con ropa deportiva. Hasta ahora, es el principal sospechoso.

Para el fiscal Pellegrinelli y la policía “tiene entre 20 y 25 años” y no mide más “de 1,70 metros”. Anoche, los uniformados examinaban los registros fílmicos para determinar si existen imágenes del sospechoso con el rostro descubierto.

“Queremos saber cómo entró: si llegó con él o le abrió él. Hay un sistema de cámaras en el edificio y un sistema de llave magnética para determinar los horarios de ingreso y egreso”, señaló Pellegrinelli. Y agregó: “Estamos reuniendo imágenes de otros edificios de la zona. Presumimos que adentro hubo una pelea importante”.

El fiscal también marcó que cerca de las 4 -horario que coincide con la salida del sospechoso cubierto por una capucha- se oyeron gritos en el edificio. Así lo manifestaron los vecinos de Gómez, al declarar ante la policía.

Autopsia

Si bien anoche aún no estaban los resultados oficiales de la operación de autopsia al cadáver de la víctima, fuentes del caso revelaron a LA CAPITAL algunas presunciones.

El cuerpo de Gómez presentaba, a priori, dos heridas de arma blanca profundas en las zonas derecha e izquierda del abdomen, otras dos en nuca y cuello, y una más en la ingle. En tanto, no parecía tener lesiones de carácter defensivo, algo que llamó la atención de los investigadores. En ese marco, procuran saber si al momento del homicidio Gómez se encontraba alcoholizado, lo que se sabrá formalmente cuando concluya el informe de los médicos forenses.