Luego de 29 días con la ciudad paralizada por la retención de tareas de los trabajadores municipales, el dictado de la conciliación por parte del Ministerio de Trabajo de la provincia de Buenos Aires intenta traer un poco de normalidad a una ciudad que contiene por estas horas a su población habitual más unos 230.000 turistas.

Una vez formalmente notificada la medida ministerial, comenzarán ahora a correr los 15 días hábiles de presunta “paz”  entre el Ejecutivo local y el Sindicato de Trabajadores Municipales (STM) y, también, la cuenta regresiva para poner a la ciudad en condiciones en plena temporada de verano.

Mar del Plata sigue en 2018. El tradicional almanaque de la Peatonal marca la fecha de diciembre del año pasado. Un símbolo de atraso.

Es que el estado de los espacios públicos fue la muestra visible del impacto que generó el conflicto por las paritarias en Mar del Plata. Plazas con el césped alto, parques con todo tipo de residuos dispersos, fuentes vacías o con más mugre que agua, fueron sólo algunas de las deplorables postales con las que marplatenses y turistas se encontraban en cada paseo que realizaban por las calles de la ciudad.

Según señaló el secretario de Gobierno, Alejandro Vicente, los trabajos operativos comenzarán de manera “paulatina” y buscarán “motorizar” nuevamente las actividades habituales de la comuna.

Sentarse a tomar mates en la plaza, una actividad imposible por el nivel del césped en los últimos días.

“La vuelta a todo el cumplimiento del servicio va a ser paulatina. Como puede ser la higiene urbana, el servicio del estacionamiento medido, los servicios de salud -que nos preocupan-, la atención del cementerio, la Agencia de Recaudación Municipal, entre otras”, señaló y agregó que se comenzará a “motorizar el funcionamiento de la administración pública”, señaló el funcionario al salir de la reunión que mantuvo con dirigentes gremiales en la sede del ministerio de Trabajo bonaerense.

En medio de la medida de fuerza, proliferaron los vendedores callejeros.

En este sentido, se espera que en las próximas horas comiencen a aparecer en las calles las cuadrillas municipales  y con ellas, el restablecimiento de algún tipo de orden. Esto podría entonces significar el fin de la suciedad existente a lo largo y ancho de la ciudad pero, también, el cese de, por ejemplo, la venta callejera y el estacionar en cualquier lugar, entre otras situaciones irregulares que fueron moneda corriente todo este año y gran parte de enero.

Es que la Peatonal, la avenida Luro y la Rambla fueron sólo algunos de los espacios en los que reinó el descontrol y vendedores ambulantes desarrollaban la actividad ilegal sin ningún tipo de resquemor. A partir de este miércoles, y con la conciliación en vigencia, una ciudad entera espera volver a la normalidad.