Desde el anuncio del show, las entradas se agotaron en minutos. Fueron 2500 las localidades vendidas para volver “al campo” y a disfrutar del show del ganador de los Brit Awards,

Cada grupo, de hasta cinco espectadores, contaba con su propio sector para ver el show, delimitado por tres vallas de contención. Cada uno de estos “corralitos” se encontraba separado de los demás por una distancia de 1,8 metros. Además, había algunos corrales con pequeñas tarimas, y otras en sectores VIP. 

Durante el show se podían consumir bebidas y comidas, pero sin hacer colas ni agruparse (se puede realizar el pedido con anticipación para evitar las aglomeraciones) y, siempre que se trasladaban, debían portar sus barbijos bien colocados.