Policiales

Atrincheramiento mortal: rehenes, dos cadáveres, un detenido y preguntas sin respuestas

Matías “Pata de Palo” Cornejo y Nahuel Niz murieron con un disparo en la cabeza. Los investigadores no descartan ninguna hipótesis e intentan reconstruir qué sucedió en el interior de la casa de República Árabe Siria en la que habían tres mujeres como rehenes y otro hombre que quedó detenido y aun no declaró.

Matías “Pata de Palo” Cornejo y Nahuel Niz murieron con un disparo en la cabeza en el interior de la vivienda del barrio Libertad en la que se habían atrincherado y tomado de rehenes a tres mujeres. Los investigadores buscan reconstruir de qué manera ocurrieron los acontecimientos, cómo fue que terminaron sus vidas y entre las hipótesis que surgieron cobraron fuerza la posibilidad de un doble suicidio, una discusión en la que terminaron disparándose o la participación de una tercera persona que podría ser el único detenido, Flavio Basualdo, quien todavía guarda silencio.

Matías “Pata de Palo” Cornejo era buscado desde mayo por el crimen de Rubén “Viruta” Ordoñez, ocurrido también en el barrio Libertad por una posible disputa territorial entre bandas. Cornejo era considerado peligroso y temido en esa zona, al punto en que los investigadores sabían que no se entregaría sin oponer resistencia.

El jueves la secuencia empezó con Cornejo disparándole a un policía que lo había ido a buscar hasta la calle República Árabe Siria al 800. Al sargento la bala le impactó en la pierna y le atravesó la tibia y peroné, casi una venganza del “Pata de Palo” de lo que le había pasado diez años atrás, cuando en un enfrentamiento con la policía le destrozaron una de sus extremidades, lo que le valió del apodo que lo acompañó hasta su muerte.

Una década después de ese evento, la policía actuó de otra manera y se manejó con absoluto  profesionalismo y cautela, a pesar de que un uniformado había sido herido. Los efectivos de la DDI actuaron en conjunto con integrantes de diferencias dependencias y grupos especiales, todos coordinados por el fiscal Carlos Russo, que al saber que tenía acorralado a un peligroso delincuente armado -que contaba con dos cómplices y tres rehenes-, debía tomar todos los recaudos necesarios para que no terminara en una masacre.

A casi 24 horas de las muertes de Cornejo y Niz, el fiscal Russo intenta reconstruir exactamente qué sucedió en el interior de la casa, cómo ocurrieron los acontecimientos, qué relación tenían ambos y qué hacía allí Flavio Basualdo, quien permanece detenido por los delitos de privación ilegítima de la libertad y violación de domicilio y, si bien se negó a declarar, adelantó que lo haría en los próximos días.

Niz fue hallado prácticamente en la puerta de la vivienda, con parte del cuerpo fuera. Tenía una herida de arma de fuego en la cabeza y agonizaba, por lo que fue llevado de urgencia al Hospital Interzonal, donde finalmente falleció a las pocas horas de ingresar.

Por su parte, Cornejo tenía un impacto de bala en la sien y fue hallado muerto por los integrantes del grupo GAD. Estaba cubierto de sangre y en el lugar también se podían observar impactos balísticos en las paredes.

Flavio Basualdo, en tanto, no tenía ninguna herida y fue inmediatamente detenido. Las tres rehenes, de 72, 19 y 17, también estaban ilesas, fueron rescatadas y llevadas a la DDI para dar testimonio de lo sucedido.

Las preguntas se acumulan. ¿Se pudo tratar de un doble suicidio? ¿Uno le disparó al otro y después se quitó la vida? ¿Se dispararon a la vez? ¿Hubo participación de una tercera persona? ¿Qué hacía Basualdo allí y, si no tuvo participación, por qué se quedó más tiempo y no se entregó a la policía?

Bandera a San la Muerte hallada en la casa de Niz.

Estas preguntas podrán responderse con los informes de los peritos de Policía Científica que deben hacer las autopsias, para determinar desde que distancia fueron los disparos, los ángulos y si se alinean más a las hipótesis de suicidios o no. Como así también los dermotest, para establecer quién de los tres hombres pudo haber disparado.

Además, tienen que analizar los accidentes balísticos hallados en el lugar y cotejarlos con las heridas en los cuerpos de Cornejo y Niz, ya que en el lugar se hallaron tres armas de fuego y no está clara cuál fue la utilizada.

Lo que se sabe es que Cornejo, Niz y Basualdo estaban juntos cuando se produce el primer enfrentamiento con el policía que resultó baleado. También que los tres saltaron el paredón para ingresar en la casa de las víctimas, una propiedad lindera a la vivienda de Niz. Sin embargo, el único que era buscado por la policía por el crimen de Ordoñez era “Pata de palo” Cornejo.

Los investigadores consideran que la escena no muestra una evidente mecánica suicida, pero no descartan la posibilidad. Las víctimas, parientes de Niz, ya que es primo del padre de las dos jóvenes, expresaron que escucharon una discusión entre los hombres y que incluso los oyeron decir “nos matamos, nos matamos”, pero no pudieron ver nada porque fueron encerradas en el baño.

El único testigo sería Flavio Basualdo, que por ahora solo está imputado por privación ilegítima de la libertad y violación de domicilio. Su testimonio podría arrojar la luz necesaria para entender cómo fue el oscuro final de “Pata de palo” Cornejo y Nahuel Niz.

Atrincheramiento mortal

Tras una serie de averiguaciones, personal de la Dirección Departamental de Investigaciones había establecido que “Pata de palo” Cornejo podría estar en una vivienda de República Siria al 800 junto a su pareja. Al llegar al lugar, encontraron en la vereda a la mujer, por lo que se acercaron a entrevistarla. En ese contexto, los policías fueron atacados a tiros desde un pasillo de una vivienda lindante y uno de los disparos impactó en la pierna derecha de un sargento, que debió ser trasladado de urgencia en un patrullero al Hospital Interzonal General de Agudos.

Tras ese primer ataque, la fiscalía consideró el ataque como una “tentativa de homicidio calificado” y además activó el protocolo de toma de rehenes, ya que el agresor y dos cómplices, Nahuel Niz y Flavio Gabriel Basualdo se habían atrincherado en el lugar con tres mujeres como rehenes, parientes de uno de ellos. La manzana de República Árabe Siria, Canadá, Chacabuco y Maipú fue rodeada por efectivos de distintas fuerzas y se conformó una mesa de crisis.

Así fue el megaoperativo policial en la toma de rehenes del barrio Libertad 🔴 pic.twitter.com/7vndYviVtA

— Diario La Capital Mar del Plata (@lacapitalmdq) September 12, 2025

Pasadas las 18, el Grupo de Apoyo Departamental (GAD) llegó al lugar y, en una aproximación inicial, detectó en el suelo un objeto similar a una granada de mano. El hallazgo obligó al repliegue y a la convocatoria de personal especializado en explosivos. Minutos después, se confirmó que se trataba de una granada FMK2 modelo 0, de Fabricaciones Militares, que fue retirada y puesta a resguardo.

A las 19.58, una vez que la granada estuvo asegurada, el GAD irrumpió en la finca. Poco después ingresó personal del SAME, que trasladó en camilla a un hombre herido gravemente, posteriormente identificado como Nahuel Niz, quien moriría horas después en el hospital como consecuencia de al menos un disparo recibido en la cabeza.

En la vivienda fue hallado tendido boca arriba “Pata de palo” Cornejo, rodeado de abundantes manchas de sangre y ya sin vida. En la parte trasera la policía encontró a Flavio Gabriel Basualdo, quien quedó detenido.

En el inmueble también se encontraban tres mujeres de 72, 19 y 17 años, parientes de Nahuel Niz, quienes declararon que estaban viendo televisión cuando los tres hombres irrumpieron desesperados al grito de “¡nos matamos, nos matamos!”.

Ante la emergencia del caso, el fiscal Russo autorizó allanar la vivienda lindera de República Siria al 840, de donde habían saltado los agresores hacía la casa de las mujeres que fueron tomadas como rehenes. Allí se secuestraron cargadores, municiones y prendas del imputado Cornejo.

En el interior de la casa se incautaron tres pistolas calibre 9 milímetros, una ametralladora tipo PAM con varios cargadores, cartuchos, una balanza de precisión, tres teléfonos celulares, una motocicleta robada y una caja con gran cantidad de “miguelitos” que, se presume, iban a ser arrojados contra los patrulleros durante las persecuciones.

Además, los investigadores se encontraron con un altar dedicado a San la Muerte y al Gauchito Gil, con ofrendas de dinero, bebidas y cigarrillos, junto a una bandera en la que se leía: Gauchito Gil, pedile a San la Muerte: protegeme de toda envidia y maldad. También había casi 200 gramos de cogollos de marihuana.

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