Policiales

“Aun en un contexto económico difícil, ayudamos a mantener los números del delito”

Eugenio Burzaco, secretario de seguridad de la Nación, llegó a Mar del Plata para coordinar labores con las fuerzas federales. Y analizó la situación de la ciudad y del país en su especialidad.

Por Fernando del Rio

Con la economía deteriorada y sin un horizonte alentador, las chances de una reafirmación del actual proyecto político nacional pasan a depender de otras variables macrosociales. Sin dudas, la seguridad se eleva como la de mayor retribución y por eso es que la energía se direccionará hacia esa demanda, una de las más sonantes de sociedad. Eugenio Burzaco, el secretario de seguridad de la Nación, es consciente de ello y sabe también que Mar del Plata es una plaza testigo, tanto que la eligió para desembarcar esta semana.

“Estuvimos hablando con los jefes de las fuerzas federales sobre el trabajo que están haciendo en Mar del Plata y sobre lo que queremos”, dice Burzaco en LA CAPITAL, en una pausa de sus actividades.

-Prefectura y Policía Federal estarán de nuevo con presencia en barrios como Centenario, San Martín y Libertad. ¿Cómo ven a Mar del Plata desde la óptica nacional?

-Es una ciudad importante, de casi un millón de habitantes, y con problemáticas particulares, muchas comunes a las grandes ciudades del país. Mar del Plata venía de una etapa en la que había avanzado mucho el narcotráfico y eso había impactado en los niveles de violencia. Hizo que Mar del Plata tuviera una de las tasas de homicidios más elevadas del país. Por suerte en estos tres años de gestión, se han visto disminuidos los homicidios en la ciudad.

-En Mar de Plata está más instalado el narcomenudeo que las grandes bandas de narcotraficantes…

-Bueno, hace unos días detuvimos a toda una banda que operaba en el barrio Centenario, con 14 detenidos, con la labor de Prefectura Naval y un gran trabajo del juez Santiago Inchausti. Para nosotros es importante no solo hacer enormes operativos en Mar del Plata como fue, por ejemplo, “Lavado Total”, sino estos operativos de organizaciones intermedias que muchas veces te llevan a las grandes bandas narcos.

-Está claro que uno de los puntos que atacó la gestión Bullrich fue la del narcotráfico, al menos fue la que más divulgación tuvo, ¿verdad?

-Ese ha sido el norte de la pelea que ha tenido en estos tres años el Ministerio de Seguridad nos ha ido muy bien. Hemos hecho récord de decomiso de cocaína y marihuana, tenemos el récord de detenidos en la historia, lo cual le pone una presión muy grande al sistema penitenciario, pero creemos que es importante que no haya impunidad y que aquellos que cometen delitos violentos sean castigados. Hemos recapturado a 8.500 prófugos que es un número muy importante en estos 3 años y medio de gestión, gente que ya había sido condenada, por violación, secuestro, homicidio, todo tipo de delitos federales.

-Volviendo a Mar del Plata, es cierto que algunas estadísticas mejoraron, sobre todo la de homicidios. ¿Cómo se sostiene en el tiempo esta tendencia?

-Creemos que la labor sobre el narcotráfico ha ayudado, aun en un contexto económico difícil, a mantener los números del delito. Por supuesto que falta mucho y siempre nos gusta volver a la ciudad a ver los avances.

-Durante años a Mar del Plata se la quiso emparentar con el fenómeno narco de Rosario, pero aquí esa problemática nunca pasó de clanes familiares de alcance barrial.

-No creo que Mar del Plata haya llegado a ese nivel de deterioro, pero de años de estudiar el fenómeno del narcotráfico entiendo que crece de manera geométrica y si adquiere territorialidad y dimensión pasa a un nuevo nivel con mucha facilidad. Por eso es importante cortarlo de cuajo y no dejar que se consoliden estas redes que después se mezclan con política, con lo policial, con lo judicial y son un cáncer social que termina perjudicando a toda la sociedad. En las grandes causas hay políticos presos, funcionarios judiciales y personal de seguridad. Creo que este gobierno logró cortar a tiempo en Argentina y no llegamos a situaciones que hemos visto en otros países de la región, donde el nivel de connivencia y penetración del Estado empieza a afectar al Estado mismo.

-¿Mar del Plata es una gran ciudad que obliga a no perderla de vista?

-Claro, por eso es importante bajar a cada lugar de Argentina y que nos cuenten las problemáticas. Acá en Mar del Plata charlar con los vecinos, en este caso con Guillermo Montenegro que es uno de nuestros candidatos acá… Estuvimos hablando con los pastores evangélicos que nos describen ciertas situaciones y eso hace que podamos tener un mejor panorama para las fuerzas federales y saber cómo abordar los problemas.

Burzaco junto a Guillermo Montenegro, en uno de los operativos desplegados ayer en la avenida Colón.

Las leyes y el futuro

-¿Qué balance se puede hacer ya en el tramo final del ciclo iniciado en 2015 sobre el respaldo normativo de las políticas de seguridad?

-Si bien hemos pasado leyes muy importantes, como la de las figuras nuevas como entrega vigilada, agente encubierto, el perfeccionamiento de la figura del arrepentido, hace falta una reforma integral del Código Penal. Hemos trabajado mucho en ella porque nos falta avanzar en el tema de la extinción de dominio, que para enfrentar el crimen organizado es fundamental. Por suerte nuestro presidente ha enviado un decreto de necesidad y urgencia que esperemos sea ratificado en ley porque va al núcleo central del crimen organizado, va sobre los bienes de los criminales. Cuando se afecta la estructura económica del negocio criminal se les está pegando donde les duele.

-¿Qué otras leyes son necesarias?

-Nos faltan leyes, es cierto. La ley de ADN para todos los delitos es una ley importante, hoy está solo para delitos de la integridad sexual. Si uno se pregunta si estamos mejor legalmente que en 2015, creo que sí, pero faltan algunas herramientas, sobre todo instrumentales para tener mejor y más decidida resolución. La Justicia nos ha acompañado. Tenemos más sentencias y sentencias más rápido, pero esto no es uniforme. El reclamo social es terminar con al impunidad y es muy evidente. A la gente la frustra mucho. Un sistema más justo no es el que mete más gente en prisión sino el que hace que se cometan menos delitos.

-Es cierto, pero de nada sirve castigar si no hay un castigo reformatorio. Hoy el sistema penitenciario no contribuye para que el preso cambie.

-Sí, hay que trabajar más en los programas. Desde lo deportivo a lo educativo, lo espiritual, dentro de la cárcel es importante. Se ha comprendido que hay que trabajar en el “durante” , es muy importante y si las personas no tienen un sentido superador en sus vidas es muy difícil que no vuelvan a reincidir.

-Berni antes, Bullrich ahora… El Ministerio de seguridad siempre aparece con líderes visibles, en los medios. ¿Esto es porque se trata de una de las principales demandas sociales?

-La gente quiere que le den la cara. En temas de seguridad quieren que les expliquen, que den la cara. En el Gobierno anterior, si bien tenía mucha visibilidad Berni, no había manera de comprobar si lo que decía era así porque no había números, no había estadísticas, no había nada. Lo que recibimos en materia de seguridad fue bastante complicado sobre todo con el tema del narcotráfico. Creo que en este sentido el presidente Macri tuvo las agallas de decir: vamos todos con este tema. Y soy franco, creo que esta va a ser una de las más importantes políticas de estado que dejará este gobierno. Bajamos los homicidios, tuvimos records de decomiso de cocaína y marihuana, las Naciones Unidas nos sacó de la lista de países exportadores de la región.

-¿Arriesga a decir que Argentina está mejor en términos de seguridad que en 2015?

-Estamos mejor en secuestros, en robo de autopartes, por ejemplo, en homicidios, en narcotráfico… El gran desafío que nos espera es avanzar en violencia de género, porque en la medida que nosotros bajemos los homicidios en ocasión de robo, producto de los enfrentamientos entre bandas criminales, lo que prevalece son los interpersonales, entre los cuales los femicidios o los derivados de violencia de género es lo más corriente. Claramente es una de las demandas que tenemos que atender, toda la problemática de la violencia de género y la interpersonal.

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