El gobernador cerró el Cosapro y le apuntó a las políticas del presidente Javier Milei. "Muchos de los que antes se atendían en el sistema de salud privado ya no lo pueden hacer y acuden a los hospitales municipales o provinciales", dijo.
En su paso por la ciudad, el gobernador de la provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof, cerró este martes la cuarta edición del Congreso Provincial de Salud (Cosapro), que se desarrolló desde el lunes pasado en el Gran Hotel Provincial.
Después de saludar y felicitar a los más de 12 mil trabajadores de la salud que participaron del encuentro, el mandatario aprovechó para cargar contra la motosierra de Gobierno nacional y reiteró su defensa del Estado.
“Si nos quieren hacen creer que todo tiene que ser el mercado –dijo desde el escenario ubicado en el salón de las Américas–, tenemos importantísimos aliados, los trabajadores de la salud, para explicar qué problema hay si delegamos todo en manos del mercado, qué problema hay si el Estado se retira. Hay municipios de la provincia de Buenos Aires que van a ser un desierto”.
“La salud –advirtió– no es un mercado, no funciona así y no puede someterse a la lógica del dinero exclusivamente al costo de excluir lo más importante, la vida misma. Muchos de los que antes se atendían en el sistema de salud privado ya no lo pueden hacer y acuden a los centros de salud u hospitales municipales o provinciales que siempre tendrán sus puertas abiertas: qué paradoja, quienes venían a privatizar todo terminaron estatizando”.
Entre aplausos, reiteró: “No se va poder vivir sin salud, sin educación, sin infraestructura. Es invivible. Todo el Estado lo puede hacer. Tenemos que seguir trabajando, solo el Estado le puede dar a la mayoría de nuestro pueblo la salud, la dignidad, la educación”.
Y, en el marco de los quince meses de caída del consumo masivo, Kicillof reseñó: “Nadie puede pagarse lo que antes se pagaba por privado y ¿terminan dónde? En el Estado. En el gobierno de la provincia de Buenos Aires no vamos a decirles –aunque haya problemas de recursos, de recaudación– esa palabrita mágica que es la forma más extrema de la crueldad: ese ‘no hay plata’. Es la excusa para hacerse los boludos”.
Reconocimientos
Luego de la emisión de los videos que sintetizaron algunas de las situaciones vividas en el hospital Penna de Bahía Blanca, en el marco de la inundación, se entregaron placas recordatorias a las autoridades y trabajadores del nosocomio. En ese marco, el gobernador aseguró: “Estamos viviendo una época donde corren vientos de egoísmo, individualismo, que nos invitan, nos quieren convencer que hay que privatizar todo, salvarse solo. Y con la cuestión de la salud, nos quieren hacer creer que es un problema individual”.
“Tener más o menos derechos –continuó–, para quien tenga guita o viva más cerca del centro de salud. Pero me sale decir, escuchando sobre el laburo que hacen, la planificación participativa, del Plan Quinquenal que no nos ganaron, que no nos vencieron. ¡Acá estamos!”.
Asimismo, reconoció: “Al sistema de salud bonaerense le hemos exigido muchísimo, se necesitan mejores sueldos y más recursos”. Y destacó: “El sistema crece y se mejora por los trabajadores de la salud”.
También consideró que se vive “en un clima de ultraderecha, que nos asusta, vienen con la motosierra a destruir desde adentro. Hoy está llevado al extremos. Hay un intento de hacernos creer que los nuevos tiempos son así”.
“Con discursos, personeros –añadió– que dicen que están para quedarse nos quieren hacer creer que la gente está convencida de terminar con la salud pública, privatizarla. Insultan y agreden al que piensa diferente, creen que la justicia social es una aberración, un robo, profesan el egoísmo. Es un poco difícil de sobrellevar”.
Sin embargo, aseveró: “Corremos el riesgo de que esa carga, esa batalla como le dicen ellos, nos desmoralice o nos de miedo o que nos anestesie y terminemos naturalizándolo”.
“Hay contradicción –continuó– porque muchos lo votaron a (Javier) Milei, al topo que viene a destruir el Estado, que tiene cero obra pública, y aparece el gobernador o un intendente y te dice que hay que terminar tal ruta. Es el mismo individuo que apoyó y ahora pide ayuda. Hay que juntar esos dos hemisferios”.
Luego, reiteró que “necesitan más Estado, más salud”. “En algunos lugares de la provincia no hay prestadores privados. ¡Y piden apoyar a los que dicen achicar el Estado! Fíjense la contradicción”, dijo.
“La Provincia necesita de más Estado –insistió-. En la coparticipación que reciben los municipios, están cortados todos los fondos vinculados a programas nacionales de equipamiento, infraestructura. Pararon la obra pública, es criminal. Y en salud, ¿cómo no van a hacerlo? Cortaron remedios oncológicos, tratamientos, acompañamientos. Están cortando la salud de la población y trabajan sobre una mentira: si se va el Estado, vendrá el mercado”.
El empresario Florencio Aldrey le da la bienvenida al gobernador Axel Kicillof en el Gran Hotel Provincial.
“Tenemos que seguir trabajando –arengó–, solo el Estado le puede dar a la mayoría de nuestro pueblo la salud, la dignidad, la educación”.
Por su parte, el ministro de Salud bonaerense, Nicolás Kreplak, calificó de “hermoso” el encuentro que dieron forma “más de 12 mil trabajadores de la salud” al considerarlos como algo “contracultural”.
También reseñó que “más de tres mil residentes presentaron más de 550 trabajos científicos para fortalecer la formación. La salud en la provincia de Buenos Aires es un derecho, nosotros la estamos garantizando, lo estamos construyendo”.
Previamente, se había realizado la asamblea que nuclea a las doce Regiones Sanitarias de la provincia de Buenos Aires, en la que también dijeron presente algunos intendentes y representantes de las universidades asentadas en el ámbito bonaerense.