Zona

Balcarce y Lobería, los más castigados por la sequía para la producción agrícola 

Se sabe que el girasol perderá entre un 10 y un 50% de rendimiento. Y la soja de segunda perdió un 50% de superficie por las malas perspectivas climáticas.

BALCARCE (Corresponsal)

El especialista en granos Daniel Scioli trazó un panorama de la realidad de los cultivos de gruesa (maíz, girasol y soja) que se ven afectados por una gran sequía en todo el sudeste bonaerense. Si bien no es uniforme afectó el llenado de granos y la implantación haciendo perder volumen de plantas. En este marco, el profesional resaltó que los más castigados de la zona por la falta de precipitaciones son Balcarce y Lobería.

Scioli reflejó que los datos estadísticos marcan que en los últimos dos meses históricamente llueven en promedio alrededor de 150 milímetros cuando en estos dos partidos los pluviómetros sólo llegaron a 30 milímetros y en algunos lotes porque la lluvia no fue uniforme.

“A gran escala en estos 45 días en la zona llovió el 22% de lo que debe llover. Se fueron dando tormentas aisladas y poca agua caída. Esto está dando al día de hoy mucha incertidumbre en el destino de la gruesa”, expresó en diálogo con LA CAPITAL.

Por el proceso vegetal, el que ya definió su rendimiento es el girasol. “Estamos viendo un promedio potencial a nivel lote de un 10 a un 50% de merma. Hay lotes bajos conocidos como frescos que van a tener menos mermas y los que están en relieves ondulados o más altos fueron los más afectados”, argumentó el profesional.

Mientras tanto, anticipó que con la soja habrá que esperar recién a febrero para conocer su rendimiento. “Hasta el momento se puede decir que están con un bajo desarrollo y un déficit de crecimiento. Hay que esperar qué sucede con la lluvia durante el próximo mes y ver si se recompone o no la humedad en el suelo”, admitió.

Según Scioli, lo mismo sucede con los lotes de girasol que se presentan con una gran desuniformidad. Es decir, algunos estarán con rendimientos relativamente altos que van a contrastar con otros de rendimientos muy bajos.

“En el maíz todos sabemos que es el cultivo que más agua necesita y se da lo mismo, según la altura del lote o la concentración de humedad que pueda tener será su evolución”, reflexionó.

Ante esta situación adversa en lo que se conoce al campo como una fábrica a cielo abierto, lo que ayudó en algo es que los productores utilizaron el paquete tecnológico disponible. “Ayudó mucho el precio de los fertilizantes que en el campo se utilizan masivamente. El aporte tecnológico estuvo porque toda la tecnología disponible los productores la aprovecharon. Pero eso no se vio recompensado por la situación climática”, apuntó.

Como destacable la superficie creció en forma importante en el trigo. En girasol y maíz el incremento fue muy marcado y por primera vez en los últimos años hubo un retroceso muy marcado en soja de primera. En la soja de segunda como hubo una buena lluvia el 18 de diciembre se comenzó a sembrar en lotes que habían sido utilizados para trigos y cebadas. Sin embargo, rápidamente se volvió a la sequía y esto provocó que de la expectativa de siembra sólo se cumpliera un 50%.

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