CORDOBA.- Boca sumó una victoria tan valiosa como imprescindible. Derrotó como visitante 2-1 a Talleres de Córdoba, en el estadio Mario Kempes, y quedó como único escolta a tres puntos de River, en la Superliga del fútbol argentino.

El triunfo previo del líder le metió presión al “xeneize”, necesitado de los tres puntos para no quedar muy relegado. Y cumplió con su cometido, para seguir a “tiro” de su clásico rival con sólo cinco fechas por jugar.

El equipo de Miguel Angel Russo arrancó bien y enseguida sacó ventaja por su jugador más desequilibrante: Sebastián Villa. Mérito a un gran pase de Eduardo Salvio y la definición certera del propio colombiano, al que justamente se le reclamaba terminar bien las jugadas.

Boca se apoyó en esa ventaja inicial. No lució, pero tampoco sufrió demasiado durante la etapa inicial.
A excepción de un intento de Jonathan Menéndez que dio en la parte posterior del arco de Marcos Díaz, fue prácticamente todo de la visita.

El conjunto de Russo se mostró firme en todas sus líneas y controló sin problemas a un Talleres al que le costó progresar en el campo con pelota dominada.

Boca se apoyó en Carlos Tevez y, sobre todo, en la velocidad de Villa.

El complemento fue de ida y vuelta. Talleres lo fue a buscar, pero también se desprotegió y Boca lo aprovechó para generar situaciones en dos o tres pases. Fue muy importante el arquero Marcos Díaz, atento para iniciar rápido y con precisión los ataques rápidos. Así llegó el segundo gol, a los 18 minutos del complemento. El lanzamiento del arquero no logró ser rechazado por un defensor cordobés, Villa aguantó a un rival y a su vez controló el balón con el pecho y luego tocó perfecto al medio para una definición precisa de primera de Tevez contra el palo.

Parecía partido liquidado. Sin embargo, Talleres no se rindió hasta el final. Fue con enjundia y alcanzó el descuento a los 35′: en una segunda jugada de pelota quieta, apareció el colombiano Diego Valoyes (había entrado dos minutos antes) a la carrera y de cabeza dejó sin chances a Marcos Díaz.

Talleres fue a la carga con todavía más ímpetu. Y puso en aprietos a la defensa de Boca, que rechazó como pudo cada envío al área. Del otro lado, Villa hizo una gran maniobra personal a la carrera y esta vez optó por definir él con potencia, provocando la reacción del arquero Guido Herrera.

Boca aguantó la diferencia y derrotó como visitante a Talleres después de mucho tiempo: la última vez había sido el 22 de diciembre de 1991. Triunfo vital para seguir con aspiraciones de consagrarse campeón, en una pelea que promete ser apasionante nada menos que con River.