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Interés general 11 de agosto de 2016

Brasil se corta solo y empuja a Macri a la flexibilización laboral

Por Adrián Freijo.

Las nuevas autoridades del Planalto, que indudablemente representan el interés del sector empresario, no tienen interés alguno en rescatar al MERCOSUR y prefieren encaminar sus pasos a una alianza con la Unión Europea y sobre todo a un acuerdo bilateral con los Estados Unidos.

Ello quedó claro para este corresponsal tras la charla mantenida con el Ministro de Industria y Comercio del Brasil Marcos Pereira (foto principal) , en el contexto de un almuerzo servido en la sedes de la Asociación de Comercio de Río de Janeiro -equivalente a nuestra Bolsa- y con su titular Paulo Protasio como anfitrión.

Ante la pregunta inevitable, pidiéndole precisiones acerca de como pensaba su país encarar la solución de las notorias asimetrías comerciales con Argentina en este tiempo de mutuas debilidades cuando durante la década del crecimiento fue imposible resolverlo, Pereira nos contó que estuvo en Buenos Aires hace diez días reunido con su par nacional Francisco Cabrera “acordando las politicas que realmente nos interesan” dijo.

“Lo primero es agilizar el comercio entre ambos países, para lo que acordamos que antes de 120 días estará en funcionamiento el C.O.D. (certificado de origen digital) lo que va a acelerar los procesos de exportación e importación con trámites que no van a durar más de 20′” continuó.

Consultado sobre si esto supondría el fin de las barreras arancelarias para los productos hoy en conflicto como las autopartes, Pereira reconoció que esa cuestión “la más delicada de todas” según sostuvo, “todavía está muy lejos de poder ser solucionada”.

En ese sentido sorprendió a este cronista la afirmación del ministro en el sentido de que ambos países han acordado cambios en materia de legislación laboral ya que “sin querer arrasar con ningún derecho conseguido por los trabajadores es evidente que no puede ser que mientras en Alemania una máquina abarata un 50% el costo de producción, en nuestros países las constantes demandas sindicales los hacen cada vez más caros”.

Seguramente ante la sorpresa de nuestra cara -ni Macri ni nadie de su gobierno ha dicho una palabra al respecto- Pereira sentenció “hay que tomar decisiones difíciles y nosotros estamos dispuestos a hacerlo”.

Tanto el Ministro de Industria como el dueño de casa no evadieron hablar de la situación de crisis institucional por la que atraviesa su país. “A todos los que me preguntan les contesto lo mismo: Dilma no va a volver a ser presidente del Brasil” dijo tajante Pereira.

“Para este año estaba prevista una caída del PBI del 0,3%, que hasta el inicio de la crisis institucional parecía haberse acelerado. Bastó que Temer tomase la presidencia para que en los últimos 90 días se haya detectado un abrupto freno de la caída. Ahora creemos que llegaremos a fin de año con un mejor resultado” dijo dejando en claro que quienes desplazaron a la Presidente Rousseff vinieron para quedarse.

Lo que parece entusiasmar al dueño de casa, representante si los hay de los intereses del fuerte empresariado industrial del Brasil.”Solo un país como el nuestro puede traspasar una crisis como la del juicio político y sin embargo parar la caída en su producción” se entusiasma. “Lo que pasa es que el gobierno debe ayudarnos a resolver el problema más grande que tenemos y que es la cuestión sindical” se entusiasma, incomodando claramente a Pereira que seguramente no hubiese querido ser tan explícito.

Pero Paulo Protasio no está dispuesto a cejar en su presión sobre el funcionario: “No puede ser que digan (los dirigentes gremiales) que quieren colaborar y anden por ahí con un cartelito que dice “Fora Temer” con el que se reúnen con empresarios de todo el mundo. ¿Cómo cree que los posibles inversores lean la situación?” se pregunta como forma de sostener su última afirmación: “Hay que terminar con todas esas cosas”, sin explicitar demasiado el como.

Fin de la charla; ya es hora de sellar los labios y convertir todo en una promesa ministerial hacia el sector empresario: “Ustedes apoyen y nosotros vamos a hacer lo mismo. Si construimos una sociedad y la sostenemos en el tiempo los resultados serás espectaculares“.

La sensación que nos quedó es que Dilma y el Mercosur ya el pasado, que Brasil una vez más se prepara para una rápida recuperación lograda sobre los intereses de sus “socios” y que esta alianza políticos-empresaria está cada vez más sólida. En eso parecen llevar una fuerte ventaja sobre Macri, que aún no logra poner en caja a los de Argentina.

Y un gran interrogante: ¿es verdad que Pereira y Cabrera están trabajando en un proyecto de flexibilización laboral?.

Porque en nuestro país…de eso no se habla.