La mayor estabilidad cambiaria, con un dólar barato y la salida del cepo, le dan impulso a una tendencia que no solo se vive en Argentina, sino también a nivel local: los marplatenses eligen cada vez más destinos del exterior para vacacionar.

Los últimos datos del Instituto Nacional de Estadísticas y Censos mostraron que, en mayo, un total de 1.314.700 de argentinos optaron por el turismo internacional. Esto representa una suba del 45,8% en comparación con el mismo mes del año pasado.

“Se percibe más gente que está viajando al exterior, mientras que la demanda de atractivos nacionales ha bajado bastante. Los marplatenses están prefiriendo más ir afuera”, aseguró Matías González, flamante presidente de la Asociación de Empresas de Viajes y Turismo de Mar del Plata (Aevyt), en diálogo con LA CAPITAL. Y añadió: “Hay una mayor demanda de viajes al exterior por parte de los marplatenses. Mientras el dólar siga barato y se mantenga la estabilidad cambiaria, esta tendencia va a continuar”.

Un análisis similar brindó Nolberto Pezzati, de Pezzati Viajes. “Los destinos nacionales están muy caros en dólares. Esto generó una caída en el mercado receptivo: no estamos recibiendo la cantidad de viajes del exterior que necesitamos, por eso el balance no da. Son más los dólares que se van por los viajes al exterior que los que ingresan por los que vienen”, explicó.

“En la medida que el dólar siga dentro de los valores actuales, esta situación va a permanecer”, coincidió Pezzati con su colega.

Ahora bien, ¿adónde prefieren ir los marplatenses con este esquema cambiario y en esta época? Brasil, con localidades como Río de Janeiro y Búzios, encabeza el ránking. También hay interés por el noreste del país vecino (Natal, Pipa o Porto de Galinhas).

El Caribe es otra de las opciones más requeridas, principalmente Punta Cana y Bayahibe (República Dominicana), Aruba y Curazao.

“En general, después de nuestro verano, nosotros ingresamos en una temporada alta de ventas de viajes al exterior. Eso se extiende hasta noviembre, aproximadamente. Si bien el movimiento se da en forma normal, se nota una mayor demanda de viajes y solicitudes para ir al extranjero en el último año”, explicó González.

El titular de la Aevyt precisó que si bien hay diversos programas locales para poder recorrer Argentina “con buenas tarifas”, cuando la gente se “pone a comparar”, prefiere ir a Brasil, más aún teniendo en cuenta el factor del clima.

“Se suelen buscar destinos con playa. Los marplatenses buscan el calorcito para ir afuera en esta época”, acotó Pezzati. Otro destino internacional que sobresale en estos meses es Miami, ciudad con fuerte demanda a partir del impacto del Mundial de Clubes de la FIFA.

De todos modos, sendos especialistas aclararon que, con la temporada de invierno -y en menor medida-, en el plano nacional hay interés por destinos como Bariloche, El Calafate o Ushuaia. Más hacia el norte, se destacan los viajes a las Cataratas de Iguazú

Valores

En relación a los costos para ir al exterior, las agencias de viajes suelen manejar valores que rondan entre los US$1.200 y los US$1.400 para ir a destinos como Río de Janeiro o Buzios por una semana, aproximadamente. El paquete turístico abarca los pasajes aéreos, traslados y alojamiento con desayuno incluido.

En el caso del Caribe, es un poco más costoso y el valor promedia entre los US$1.700 y los $2.000, con la modalidad “all inclusive”.

En tanto, ir por tres días y cuatro noches a las Cataratas de Iguazú cuesta unos $700.000 por persona. Mientras que en Bariloche, por la misma cantidad de tiempo, el costo asciende a no menos de $900.000, dependiendo de las prestaciones del alojamiento que se elija.

Pospandemia

Por otro lado, González, quien asumió el viernes pasado formalmente como titular de la Aevyt, destacó el impacto que tuvo en los operadores turísticos la salida del cepo. “Nos beneficia, porque incentiva un poco más a la gente a sacar los dólares debajo del colchón e invertirlos en viajes”, apuntó.

En la misma línea, consideró que las agencias de viajes lograron más de estabilidad tras la pandemia, periodo de casi nula actividad por la situación sanitaria.

“Por suerte, las agencias que habían cerrado pudieron reabrir. Y gracias al nuevo registro que tenemos después de la desarticulación de la Ley de Agencias de Viajes, el sector se pudo ampliar y recuperar, incorporando a muchas personas freelance. Antes era muy burocrático todo”, sentenció.