La capital provincial posee un Fibroscan de última generación único en el país, con tecnología de avanzada para diagnosticar enfermedades del hígado a través de un monitoreo no invasivo y de diagnóstico inmediato.
LA PLATA (Corresponsalía).- La ciudad de La Plata siempre ha tenido una posición de privilegio en cuestiones relacionadas a la salud respecto del resto de la provincia, y no solamente por la calidad de los profesionales que egresan de la Facultad de Ciencias Médicas de la Universidad Nacional de La Plata, o por los sietes hospitales públicos que están instalados en su interior, también cuenta con tecnología de punta para el tratamiento de muchas enfermedades, como por ejemplo las afecciones al hígado.
La Fundación para el Estudio de las Enfermedades Hepáticas de la Provincia de Buenos Aires, a través de su Centro de Hepatología, puso en funcionamiento un Fibroscan de última generación, único en el país, que es un equipamiento especializado en el monitoreo del estado del hígado, su grado de rigidez o ‘fibrosis’, tanto en enfermedades complejas como hepatitis B o C, como también en los hígados graso o que sufren de cirrosis, entre otras condiciones que afectan a miles de platenses en particular y de bonaerenses en general.
Este equipo, además de ser el más moderno a nivel mundial, es el único que cuenta con sonda de medición para personas con sobrepeso y funciona como un ecógrafo, evitando la necesidad de realizar una biopsia hepática, que es una técnica invasiva, incómoda, potencialmente dolorosa, que requiere anestesia y agujas, que conlleva ciertos riesgos.
Así lo explicó el doctor Daniel Cocozzella, director médico del Centro de Hepatología, que indicó “el Fibroscan es un aparato que permite conocer con precisión el grado de rigidez o ‘fibrosis’ del hígado, para poder ir haciendo un adecuado seguimiento de los pacientes con enfermedades hepáticas. Otra opción mucho menos amigable es la realización de una biopsia de hígado, pero es más incómoda para el paciente, porque requiere algunas horas de internación, puede generar sangrado y además es considerablemente más costosa para el sistema de salud”.
El estudio dura tan solo 15 minutos y el paciente se lleva los resultados en el momento. Este es el único método físico para evaluar la fibrosis del hígado validado por las guías nacionales e internacionales de la especialidad y también por el Programa Nacional de Hepatitis Virales del Ministerio de Salud de la Nación.
Por su parte, el Dr. Joaquín Solari remarcó que “somos la única institución en nuestra ciudad con un equipo así y estamos orgullosos de poder ofrecerles a los platenses lo más avanzado a nivel mundial para el seguimiento de las enfermedades del hígado”.
La esteatosis hepática, más conocida como ‘hígado graso’ es uno de los motivos más frecuentes de consulta, y entre un 10 y 15% de los pacientes progresará a cirrosis. Solari remarca que la posibilidad de biopsiar a todos estos pacientes es inviable en la práctica y que con este equipamiento se puede “identificar a esa mayoría de pacientes que no tienen daño hepático, reservando la biopsia eventualmente sólo para la minoría que sí”.
La utilización por parte de reumatólogos y dermatólogos de drogas potencialmente tóxicas para el hígado por la posibilidad de generar fibrosis, fue siempre un motivo de biopsia hepática en estos pacientes. Por ese motivo, el Fibroscan es de gran utilidad en este contexto.
Asimismo, Cocozzella resaltó la importancia de poder contar en la provincia con esta nueva herramienta al remarcar que “es la primera opción en el mundo para evaluar fibrosis del hígado según las guías de la especialidad, es menos costoso, es muy valorado por los pacientes porque no es invasivo y no representa ningún riesgo, es más rápido y hoy en Argentina hay sólo una unidad de la versión más moderna del mundo, y está en el Centro de Hepatología”.
Cabe destacar que esta institución abrió sus puertas hace ya más de una década, cuando en 2006 el doctor José Curciarello, pionero e impulsor de la especialidad Hepatología en la ciudad de La Plata, creó la Fundación para el Estudio de las Enfermedades Hepáticas de la Provincia de Buenos Aires.
Allí transmitió su pasión y dedicación por la docencia e investigación y la asistencia de pacientes con enfermedades del hígado, convocando a un grupo de profesionales jóvenes para el Proyecto y el Centro de Hepatología, transformándolo en un icono para diagnóstico y tratamiento de las enfermedades hepáticas.