Un allanamiento que se inició con la búsqueda de un simple cerco robado culminó con un impactante descubrimiento: un gigantesco criadero de gallos de riña, valuado en una cifra millonaria, operando en el corazón del barrio Caribe. El operativo, llevado a cabo este miércoles, puso de manifiesto una compleja trama delictiva en la que las apuestas ilegales y el maltrato animal se mezclan.

Todo comenzó el 21 de junio, cuando un joven de 32 años denunció la sustracción de un cerco frontal de malla de hierro de 2×1.60 metros de una vivienda en construcción en Ecuador al 3900. La particularidad del caso es que la víctima logró avistar lo robado en el patio trasero de una casa vecina, lo que agilizó la investigación. Tras intensas averiguaciones, el Gabinete Técnico Operativo de la Comisaría 12ª obtuvo una orden de allanamiento para la vivienda de Ecuador al 3300. Con la colaboración clave del Grupo GAD, los efectivos ingresaron al inmueble y, para sorpresa de todos, encontraron no solo el cerco robado, sino una escena que superaba todas las expectativas.

En el interior de la propiedad, cuyo imputado es un masculino de 31 años, se halló un verdadero criadero clandestino de gallos de riña. El recuento dejó atónitos a los uniformados: un total de 70 gallos de pelea, muchos de los cuales presentaban mal estado y evidentes lastimaduras, signos inequívocos del brutal propósito para el que eran criados. Según fuentes policiales, el valor total de estas aves podría ascender a unos 70.000.000 de pesos. Además, se secuestraron 40 jaulas y un ring de pelea, elementos que confirmaron la magnitud de la actividad ilícita.

El fiscal Berlingeri, en relación con el cerco secuestrado, dispuso la notificación del masculino de 31 años por el delito de encubrimiento, aunque sin dictar medida restrictiva de libertad por el momento. Paralelamente, la situación de los gallos de riña recayó en el fiscal Alejandro Pellegrinelli de la UFI 5, quien ordenó el secuestro inmediato de las aves y la intervención de Zoonosis Municipal para su evaluación y resguardo. El imputado también fue notificado de la formación de causa por Infracción a la Ley Sarmiento, que penaliza los actos de maltrato o crueldad animal.

Este caso, que comenzó como un simple hurto, destapó una compleja red de actividades ilícitas, poniendo en el centro de la escena la lucha contra el maltrato animal y el encubrimiento de delitos en Mar del Plata. Las investigaciones continúan para determinar si hay más implicados en esta operación clandestina.