Durante casi un año, al menos diez comercios como kioscos, despensas y heladerías fueron blanco de una seguidilla de asaltos cometidos por el mismo ladrón, que amenazaba a las víctimas con un arma de fuego, se alzaban con la recaudación y escapaban rápidamente.

Esta seguidilla de robos se registró entre octubre de 2024 y agosto de este año. El primero de los asaltos ocurrió el 7 de octubre en un kiosco de Corrientes al 2700, donde un hombre armado con un revólver robó dinero y cigarrillos. Días después, el 21 de octubre, atacó una heladería de Córdoba al 2800 y se llevó la recaudación y un teléfono celular. El 24 de ese mes, junto a un cómplice, amedrentó a la empleada de un kiosco de Buenos Aires al 2400 para robarle $76.000 y un celular, y el 28 repitió la modalidad en una despensa de Estrada al 5500, donde sustrajo dinero y otro teléfono.

El 28 de noviembre, también en el barrio Estrada, el mismo delincuente volvió a irrumpir armado y robó $40.000 y mercadería. Ya en 2025, el 5 de junio, un grupo integrado por dos hombres y dos mujeres cometió un atraco en un kiosco de Córdoba al 2400 llevándose cigarrillos y dinero. En agosto se registraron los hechos más violentos: el 14, en un comercio de Acevedo y Tejedor, se apoderaron de dinero y cigarrillos; el 15, en otro de Independencia al 600, sumaron chocolates, un celular y objetos personales; el 17, en un kiosco de Jara al 500, la recaudación ascendió a $410.000 más cigarrillos; y el 22, en una heladería de San Juan al 400, el botín fue de $140.000.

Tras las denuncias, el fiscal Fernando Berlingeri inició una investigación de la que participó el personal del gabinete de Robos Agravados a Comercios de la DDI, que tras el análisis de cámaras de seguridad, logró identificar al sospechoso como Omar Alberto Luvoni, de 28 años, señalado como el principal autor de los diez hechos.

Con la autorización de la Justicia de Garantías, este viernes la policía allanó una vivienda de Tomás Manuel de Anchorena, entre Los Manzanos y Las Primaveras, donde además de detener a Luvoni fue notificada su pareja,  acusada de haber participado en uno de los robos. En el lugar los investigadores secuestraron prendas de vestir (pantalón, campera, zapatillas, gorra y chalina) que coinciden con las utilizadas en distintos robos.

Luvoni quedó imputado por robo agravado por el uso de arma de fuego y reiterado en diez oportunidades. Su pareja, en tanto, fue notificada de formación de causa por el mismo delito.

Antecedentes y vínculos

Luvoni no habría actuado solo en todos los episodios. En al menos tres hechos estuvo acompañado por Jorge Ernesto “El Simulador” Granado, quien había sido detenido el pasado 2 de septiembre.

De acuerdo a información judicial, Granado había sido condenado a la pena de 2 años y 6 meses por un delito de robo y el 25 de marzo último, en función de encontrarse cumplido los requisitos exigidos por la norma, el juez Juan Galarreta le otorgó la libertad condicional.  Sin embargo, el 19 de junio, Granado cambió su domicilio sin informarlo al Patronato de Liberados lo que generó que se le revocara de manera inmediata el beneficio y se lo ordenara detener. Por ese motivo es que estaba con captura activa.

La pesquisa que terminó con la detención del ladrón comenzó luego de que el pasado jueves 14 de agosto dos delincuentes ingresaran a robar un kiosco ubicado en Acevedo y Tejedor. La joven de 21 años que atendía al público hizo la denuncia posteriormente y así se inició la búsqueda de los autores.

En las semanas siguientes hubo una seguidilla de hechos del mismo tipo, que quedaron registrados en videos tomados por cámaras de seguridad. Por ejemplo, el sábado 15 de septiembre, cuando a las 14.22 otra vez dos asaltantes armados ingresaron en un polirrubro de la avenida Independencia y se llevaron dinero, un teléfono celular, y cigarrillos y chocolates. Fue en ese marco cuando uno de los dos ladrones, mientras cometía el asalto, simulaba ser empleado del lugar y hasta llegó a atender a un cliente circunstancial al que le vendió un atado.

Según pudo saber LA CAPITAL tras consultar fuentes del caso, en las semanas siguientes se produjeron más asaltos en comercios de las avenidas Jara, Independencia, Constitución, Colón y Luro, y otro más en la calle Chapearoug. En uno de ellos, los delincuentes se hicieron de la suma de 410 mil pesos correspondientes a la recaudación, mientras que de otro local se llevaron 622 mil.