La Ciudad

Calles sucias, descontrol en el tránsito y trámites paralizados: el conflicto con los municipales pone en jaque a la ciudad

La medida de fuerza de los empleados ya lleva 28 días y los efectos son notorios. No hay mantenimiento de los espacios públicos, se resintió la prestación de salud y están frenados los trámites y habilitaciones. Los controles de alcoholemia y nocturnos son mínimos.

De los tachos de basura desbordados, a los cadáveres amontonados en el cementerio. De la falta de prestación de servicios de salud, a la demora en trámites administrativos importantes. De la proliferación de manteros y vendedores ambulantes, a la venta de comida en cualquier lugar de la vía pública. De la falta de orden en el tránsito, a los casi inexistentes controles nocturnos y de alcoholemia. El conflicto entre los trabajadores municipales y el Ejecutivo puso a la ciudad en jaque en plena temporada de verano.

La medida de fuerza de los empleados cumple 28 días y los efectos que produce la retención de tareas ya no se pueden disimular.

El 11 de diciembre comenzó la paralización de los servicios que brinda el municipio debido a la falta de acuerdo salarial con los empleados. Desde esa fecha, funcionan guardias mínimas en los servicios esenciales y no mucho más.

La basura en las plazas fue lo primero en salir a la superficie. Las imágenes del pasto crecido y los tachos desbordados son sólo la portada de un conflicto que va mucho más allá y que pone en riesgo a la población.

Sin mantenimiento, la mugre no tardó en acumularse en las plazas de la ciudad y las fotos de montañas de residuos pasaron por todos los medios.

Además de la pésima imagen, se genera un riesgo sanitario en un lugar que debería ser de recreo para los más chicos. También, en caso de una fuerte lluvia, las posibilidades de anegamientos se multiplican.

Tras varios días de conflicto, sin miras de solución, el intendente Carlos Arroyo convocó hace una semana a las ONG a realizar, junto a funcionarios de su gabinete, una jornada de limpieza en las plazas y espacios públicos. Además, hizo un pedido: “Les pedimos por favor a todos los vecinos y quienes nos visitan que cuiden los espacios públicos que son en esta época un lugar de encuentro de las familias y sus hijos. Es importante que no ensuciemos y seamos cuidadosos con los desechos”, puntualizó.

Controles

Con el personal de Tránsito en retención de tareas, los controles de alcoholemia se redujeron a la mínima expresión. De hecho, el mismo Carlos Arroyo y funcionarios del gabinete salieron a hacer controles en las noches de Navidad y Año Nuevo. Fue un gesto simbólico que no alcanzó a disipar el riesgo que presenta la falta de controles en jornadas con mucho movimiento nocturno y con la llegada incesante de turistas a la ciudad.

Si estacionar en el centro suele ser una tarea ardua, sin control de ningún tipo, la dificultad se multiplica. El sistema de estacionamiento medido no tiene ningún control. Además, las perdidas para el municipio son millonarias por lo que se deja de recaudar.

La falta de controles no impacta sólo en el tránsito. La venta de alcohol, las fiestas electrónicas y los cierres de los boliches nocturnos están prácticamente librados a su suerte. Sólo existe una mínima cantidad de inspectores en la calle que, por supuesto, no alcanza para cubrir lo habitual. “Hay controles, pero estamos lejísimos de lo ideal”, confesó un funcionario.

Salud

El de Salud es uno de los sectores más afectados por la retención de tareas. Desde la Secretaría de Salud informaron que más de 15 mil marplatenses no pudieron vacunarse en los centros de salud durante el último mes del año pasado.

También se resintió la actividad en el CEMA (Centro de Especialidades Médicas Ambulatorias). No se pudieron hacer 400 mamografías y más de 1.000 estudios por imágenes.

Además, el desconcierto entre los pacientes es total. Ordenes de atención, derivaciones, turnos y recetas, quedaron en stand by por la medida de fuerza.

Choripanes y manteros

La imagen del vendedor de choripanes frente a la Catedral recorrió las redes sociales. Fue un claro reflejo de cómo, ante la falta de control, cualquiera puede instalarse a vender comida sin ningún impedimento. Los puestos de venta ambulante de comida se pueden observar en muchos puntos de la ciudad.

Lo que también proliferaron en los últimos días fueron los manteros y vendedores ambulantes. Si bien el control de estos rubros siempre resultó difícil, ahora la situación se agravó. Los manteros y vendedores ambulantes se instalaron en los puntos más concurridos de la ciudad y ya forman parte del paisaje.

Habilitaciones

Los trámites administrativos también están frenados. Entre ellos, se encuentran las habilitaciones de muchos comercios que esperan para empezar a funcionar.

“Hay gente que está desesperada. Esperaban la temporada para poder aprovechar y hacer una diferencia y se les pasan los días y no pueden abrir”, contó un funcionario del Ejecutivo.

Lo mismo sucede en el sector gastronómico donde muchos esperan para cumplimentar el REBA, que es el trámite obligatorio para obtener la licencia de comercializar bebidas alcohólicas.

Dos jóvenes marplatenses aguardan ansiosos la habilitación para que empiece a funcionar su emprendimiento de una fábrica de galletitas. “Tenemos la fábrica armada, estamos pagando el alquiler y está todo parado porque todavía no podemos abrir”, explicó uno de los responsables

Licencias

“El carnet se me vencía el 26 de diciembre y tenía turno para el 17, pero todavía sigo esperando”. Daniel Castro es taxista y su historia es la de muchos que esperan por la renovación de la licencia. “Hay muchos compañeros en la misma situación y también varios chicos que no pudieron sacar la licencia y perdieron varias semanas de trabajo”, relató.

El gobierno de la provincia de Buenos Aires volvió a prorrogar por diez días el plazo para renovar las licencias de conducir. Una medida similar se había tomado el mes pasado cuando la Municipalidad consiguió una extensión en la fecha de vencimiento de las licencias de conducir que vencían entre el 11 de diciembre y el 4 de enero. Estos registros tuvieron una prórroga de 15 días hábiles desde la fecha de vencimiento. Ahora se suman diez días más.

“Estamos preocupados porque si bien se extendió el plazo, si esto no se soluciona, podemos tener problemas con la cobertura de los seguros. No sé si el reclamo es justo o no, pero se tiene que solucionar urgente”, consideró el taxista.

En definitiva, marplatenses y turistas son los más perjudicados por la falta de entendimiento entre el Sindicato y el Ejecutivo.

“El reclamo es justo pero la medida es desproporcionada. Se podría haber pensado un poco en el turista y en el marplatense que espera la temporada. Se está perjudicando a mucha gente”, resumió un funcionario.

Te puede interesar

Cargando...
Cargando...
Cargando...