Opinión

Cáncer, del miedo a la esperanza

Por Nora Marrone*

El 4 de febrero se conmemora el Día Internacional de lucha contra el Cáncer y se reflexiona sobre una compleja enfermedad, que afecta a millones de personas de todo el mundo y a toda edad, sin distinción de sexo, status social ni ideología. En 2020 el Observatorio Global del Cáncer (Globocan; IARC) notificó en Argentina 130.878 pacientes con cáncer, y aumentará en la próxima década.

Varias organizaciones mundiales como la Organización Mundial de la Salud (OMS), la Unión Internacional Contra el Cáncer (UICC) y el Centro Internacional de Investigaciones sobre el Cáncer (CIIC) definen conceptos y acciones para fortalecer una mejor accesibilidad a los centros de salud, para mejorar la detección temprana, mejorar el rendimiento terapéutico y facilitar el acceso a los cuidados integrales del paciente.

Mama, pulmón y colon y recto son los cánceres más frecuentes en la mujer; próstata, colorrectal y pulmón en el hombre, y leucemias, sarcomas, neuroblastomas y linfomas en niños y adolescentes.

Lo importante a pensar hoy de la segunda enfermedad que afecta a la humanidad es:

• Que en las próximas décadas 2 de cada 3 personas tendrán cáncer y 1 de 2 se curará.

• Que el 50 % de los cánceres se pueden curar si se detectan en estadios iniciales.

Que casi 2/3 de los cánceres se vinculan al medio ambiente y hábitos personales.

Que el avance de la tecnología permite nuevas técnicas diagnósticas, que logran detectar tumores en estadios precoces, momento en que aumenta la chance de erradicar o controlar el tumor.

Que la investigación de nuevos medicamentos permite múltiples ensayos clínicos para aumentar la tasa de respuesta y la sobrevida global de los pacientes con cánceres en todos los estadios.

Que nuevos procedimientos terapéuticos permiten resolver mejor ciertas complicaciones, brindando una mejor calidad de vida durante toda la enfermedad.

Que la conformación de equipos oncológicos multi e interdisciplinario facilitan la comunicación del paciente y su entorno familiar durante toda la atención.

Que las instituciones no gubernamentales (ONG) ofrecen canales de contención, y sus diferentes misiones y valores elevan la moral, y brindan fuerza y ofrecen participación activa a pacientes, amigos y familia.

Que la inversión en Argentina para el tratamiento del cáncer debería aumentar rápidamente, por el aumento del costo de la enfermedad y su terapéutica en todos su momentos y, al mismo tiempo, disminuir la burocracia y las demoras en la cobertura de los tratamientos, que angustian a la familia y pone ansioso al paciente.

Se calcula que el 70 % de los tumores están atribuidos a factores que aumentan el riesgo de padecerlos:

Una de los mejores avances que presenta esta enfermedad es que ya se habla públicamente de ella, se la muestra en los medios de comunicación masiva, y se la desafía con creatividad y con actividades sociales que funcionan como herramientas para afrontar y superar el miedo que despierta su diagnóstico. Esto logró que cáncer hoy no sea sinónimo de muerte y sufrimiento, y que al menos se la puede evaluar como una enfermedad crónica con posibilidades de cura.

Pasar del miedo a la esperanza (*) es un proceso interno personal y familiar que lleva tiempo pero que, si se logra, permite vivir con mejor calidad de vida cada día, sin importar el tiempo…o acaso los que no tenemos cáncer (por ahora) sabemos cuándo moriremos?

Los próximos desafíos: mejorar la accesibilidad al diagnóstico precoz, educar sobre buenos hábitos desde la infancia y considerar el chequeo anual como una inversión para la propia salud.

El Estado tiene obligación de resolvernos los problemas de salud, pero es nuestra responsabilidad individual cuidarla y honrarla.

(*) Nora Marrone (MP 92580), oncóloga del Servicio de Oncología del CEMA Mar del Plata, autora del libro “Cáncer, del miedo a la esperanza”, mayo 2017, editorial Gogol. www.cancerdelmiedoalaesperanza.com

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