“Capacci solo nomás” es el espectáculo unipersonal de Omar Capacci que se presentará hoy a las 21.30 en el escenario de Teatriz (Diagonal Pueyrredon y Bolívar). Luego de esta fecha, se lo podrá ver el viernes que viene en el Teatro Colón y el 6 de marzo en esta última sala, a las 23.15.

Esta vez, el cómico rosarino llegó a Mar del Plata sin su compañía Kiene Soneto, con la que realizó casi treinta temporadas, siempre de la mano del humor y los esqueches cómicos.

Ahora, en virtud de que no “enganchó sala” -tal como señaló- para montar este verano un espectáculo más grande, el humorista decidió poner en marcha este unipersonal, en el que se muestra como un buen performer del chiste, pero en el que también transita sus monólogos ingeniosos que delatan el cambio tecnológico imperante, entre otros temas. Por eso definió al espectáculo como “stand up vintage”.

“Apunto a contar cómo nos cambiaron las redes sociales, cuando yo era chico, en los ´80, solo tenía un teléfono, por eso hablo de lo vintage”, expresó. “Además, en mis monólogos de stand up hablo de cómo son los argentinos. Disfruto más el stand up, no dejo de lado el chiste pero cuando contás un chiste tenés que ser muy efectivo, estás muy justo, es como una canción”, dijo.

En cambio, en el stand up encuentra la posibilidad de explayarse y de mantener un ida y vuelta con el público, lo que le permite la comunicación directa. También se dedica a hablar de la actualidad nacional, de los ancianos internados en geriátricos y de los trapitos, entre muchos otros personajes de la realidad cotidiana.

Cabe señalar que “Capacci solo nomás”, desde que nació hace tres años, recorrió varias ciudades del país.

Consultado sobre la dificultad de hacer reír en tiempos de crisis económica, el artista rosarino entendió que “la risa es un artículo de primera necesidad” y que en una ciudad de veraneo, con una platea formada por turistas en plan de descanso, hacer reír es mucho más fácil que en otros contextos.

“También hago una revista en Rosario, todos los sábados, y ahí es más difícil engancharlos en el humor, porque la gente termina los viernes” con los dilemas de la semana en la cabeza y resulta dificultoso que acepte un espectáculo de humor, aclaró. Sin embargo, “la gente en vacaciones se engancha de entrada”, apuntó y se mostró agradecido por la buena recepción que sus espectáculos tuvieron entre los espectadores y aún entre los medios de comunicación locales. “Siempre me apoyaron”, observó.