Dicen quienes lo conocieron que Néstor Fabián Mendiola (33) era una de esas personas nobles, generosas y sobre todo amigables. Por eso la mayoría de ellos aún no sale de su asombro al pensar que su muerte se produjo precisamente en un día especial: el Día del Amigo.
Hoy, a horas de cumplirse el primer aniversario de la tragedia, es su madre la que lo recuerda. Del otro lado de la línea telefónica, María habla respetuosamente y se muestra predispuesta a responder las preguntas de LA CAPITAL. Tal vez imagina que el cronista que la consulta debe tener la edad de su hijo, o quizás piensa que es menor. O no. Por ahí piensa que es mayor o ni siquiera presta atención a su voz, la única característica que permitiría dilucidar tal misterio.
Lo cierto es que la mujer comienza rápidamente a hablar de Mendiola. “En primer lugar, lo que pido es justicia”, manifiesta, y cuenta que mañana a las 9 habrá un acto de homenaje a su hijo en la intersección de Colón e Hipólito Yrigoyen, el sitio donde lo alcanzó una de las muertes más absurdas y repudiables.
Los amigos y allegados del uniformado, por iniciativa de su colega Marcela Luca y de los efectivos del Cuerpo de Caballería, pintarán en dicho lugar una estrella amarilla. “El era todo amor, compañero de sus compañeros, ese hijo que además de hijo era amigo. Una hablaba con él y le podía decir: ‘Fabi, esto queda entre nosotros’, y aunque lo estuvieran golpeando él no iba a hablar”, recuerda María. “Nos dejó un hueco muy grande”, añade.
Pero de inmediato, el tono de voz de la mujer cambia se le recuerda a Lucas Carnero, el joven de 23 años que atropelló a su hijo cuando intentaba huir de un control policial mientras conducía alcoholizado tras los festejos del Día del Amigo. Ese día que Mendiola había elegido pasar trabajando con sus compañeros, y no junto a sus amigos, para cobrar algo de dinero extra y de esa forma generar un mayor bienestar económico para su pequeña hija y su novia, Ana.
“Pido justicia”, repite María. “No menos de 15 años de prisión, como le dije al fiscal (Pablo Cistoldi), que se ha portado muy correctamente conmigo y mi familia”, señala.
La mujer destaca el trabajo del investigador que propició que la causa fuera elevada hace pocas semanas a juicio oral, y también agradece la labor de su defensora, Adelina Martorella. “Si pueden publicar esto, lo agradecería: considero que nuestra abogada es una de las mejores de todas”, remarca.
Acto seguido, María hace una declaración estremecedora: “Yo tengo a mi hijo pudriéndose en un cajón, que él (Carnero) se pudra en la cárcel”, dispara. Y cuenta una situación que hasta ahora se desconocía. “Junto con su abogado, Carnero llegó al punto de ofertarnos el auto con el que mató a mi hijo como garantía, para que lo dejáramos en libertad”, relata.
Según sostiene María, el imputado por la muerte de Mendiola -que sin éxito pidió varias veces la excarcelación o el arresto domiciliario con el objetivo de abandonar la prisión- le propuso a los familiares de la víctima salir para trabajar y ayudarlos económicamente. El rechazo de los parientes del policía fue inmediato, y Carnero aún está preso y a la espera del juicio oral que se realizará antes de fin de año.

A juicio

Entre idas y vueltas, fueron varias las audiencias que se efectuaron por el polémico caso. Carnero, a través de su abogado, solicitó cambiar la carátula de “homicidio simple con dolo eventual” a “homicidio culposo”. Es que dicha modificación le hubiera permitido salir de la Unidad Penitenciaria Nº 44 de Batán, en la que se encuentra detenido después de que la policía lo persiguiera y atrapara a varias cuadras del lugar donde atropelló y mató a Mendiola.
La causa llegó hasta la Cámara de Apelaciones, que en enero pasado le negó el pedido al imputado. Luego, el fiscal Pablo Cistoldi solicitó que fuera elevada a juicio oral con la primera de las figuras. Por ende, Carnero seguirá preso hasta el debate oral, que se realizará en los próximos meses.
Si la familia de Mendiola hubiera aceptado que se llevara adelante un juicio abreviado, propuesta realizada hace poco tiempo por la defensa de Carnero, el joven tal vez ya estaría bajo arresto domiciliario, o incluso en libertad. Ahora, resta que el tribunal defina la fecha del juicio, aunque es posible que su abogado vuelva a pedir una morigeración para que su cliente aguarde la cita fuera de prisión.

El caso

Lucas Carnero fue detenido en Arenales y Almirante Brown, luego de ser perseguido por varias cuadras por atropellar y matar al policía Fabián Mendiola, que había intentado interceptarlo en un control de alcoholemia montado en Colón e Hipólito Yrigoyen.
La aprehensión se registró en horas de la madrugada del martes 21 de julio de 2016, y el joven conducía con 1,44 miligramos de alcohol en sangre, razón por la cual intentó fugarse y evitar la multa que iba a recibir, además del secuestro de su automóvil marca Volkswagen Up de color blanco.
Según establecieron los investigadores, Carnero había salido a bailar para festejar el Día del Amigo, y al momento de atropellar y matar al policía iba acompañado de otros tres jóvenes, que luego fueron liberados. El hecho conmocionó a la ciudadanía.