Las tareas por dar con los restos del arquitecto Fernando Lario, desaparecido en el año 2012, en un pozo molinero fueron suspendidas hasta mañana sin que se produjeran hallazgos de importancia.

El personal del EMVIAL que trabajó en la excavación junto a los rescatistas de Riesgos Especiales y la Policía Científica dejaron el campo del paraje Valle Hermoso con la expectativa puesta en reiniciar en horas de la mañana del jueves los esfuerzos.

De acuerdo a los datos que se pudieron conocer, la profundidad alcanzada fue de 17,30 metros, en donde está la loza o terraza desde donde se trabaja. Pero además, por el conducto de no más de 80 centímetros de ancho se accedió a casi dos metros más, donde los restos de una heladera exhibidora funcionaba como “tapón”.

Foto LA CAPITAL

El próximo objetivo es remover los residuos que se encuentran allí (botellas, piedras, restos de carretillas, de un tanque de nafta y hasta pañales) porque, de acuerdo a estimaciones, aún no se alcanzó el fondo del pozo. La fiscal Andrea Gómez, junto al instructor judicial Emiliano Fortunato, monitorean todo el operativo con optimismo. “Seguimos con la esperanza de que la versión que tenemos del testigo es creíble. Pero queremos destacar el esfuerzo que se está haciendo, tanto de la Municipalidad como de las demás áreas que intervienen en esto”, dijeron a este medio.

La heladera es un objeto que respalda el optimismo, ya que las probabilidades de que alguna persona se tome el trabajo de dirigirse hasta ese sitio alejado, trasladarse dentro de un monte, descubrir ese pozo y lanzar la heladera dentro solo para descartarla son mínimas.

Las tareas de excavación, coordinadas y diseñadas por Defensa Civil, se orientaron a llegar al límite alcanzado hace tres semanas por personal de Riesgos Especiales, quienes el obstáculo de la heladera les había impedido seguir el descenso inicial.

Este miércoles el objetivo estuvo puesto en retirar la heladera para despejar el conducto hacia el fondo y para ello fue necesario remover una importante cantidad de tierra, crear una explanada de trabajo y entonces proseguir con las excavaciones, ya de una manera más artesanal.

Para la fiscal Andrea Gómez, que asumió en la causa a mediados del año pasado, la presunción de la presencia del cadáver de Fernando Lario en ese lugar surge de un testigo, el cual aportó datos con la idea de hacerse de la recompensa de 500 mil pesos que ofrece el Ministerio de seguridad de la Nación por información precisa sobre el paradero del arquitecto.

Aunque la trama detrás de dónde obtuvo el testigo la versión del hecho que involucra a Lario prefieren mantenerla en reserva pudo saberse que el hombre de 72 años dio precisiones a partir de algunas de sus relaciones. Lo que le dio solidez a su relato fueron algunos detalles que solo podían conocer los investigadores.

Restos de chapa hallados dentro del pozo. Fotos Pablo Funes.