LONDRES, Inglaterra – Perseguir sueños es una condición indispensable para intentar progresar. Es algo que todos hacemos y logramos con relativo éxito. Pero cuando esos sueños se elevan a niveles de tanta exigencia, son sólo un puñado de privilegiados los que están en condiciones de alcanzar esos sueños perseguidos.

Sin dudas, la marplatense Belén Casetta es uno de esos seres privilegiados. Sus antecedentes no la respaldaban y, contra los pronósticos, el miércoles se había clasificado finalista de la durísima prueba de 3000 metros con obstáculos en el XVI Campeonato Mundial de Atletismo que se desarrolla en Londres. Y además, había establecido un nuevo récord argentino y sudamericano con sus 9m35s78/100.

Este viernes, otra vez contra todos los pronósticos, redobló la apuesta. Nada menos que en la final, en un estadio colmado y, a diferencia de lo que sucedió en las series, sin lluvia.

Corrió como nunca lo había hecho. Por el entorno, porque se había exigido al máximo apenas 48 horas antes y porque su extraordinario registro del miércoles quedó reducido a la nada con sus espectaculares 9m25s99/100. ¡Bajó en casi 10 segundos su mejor marca! Una enormidad.

La única sudamericana en competir en la final de esta prueba estableció así un nuevo primado continental (también argentino) y, se puede decir, es casi 17 segundos más rápida desde que llegó a Londres (su anterior registro personal para la distancia era de 9m42s93/100).

Una vez más, la estrategia fue perfecta, porque tuvo más resto que varias de sus rivales y en los últimos 300 metros aceleró para superar a tres adversarias y cruzó la meta en el undécimo lugar, casi desmorándose encima de la keniata Purity Kirui, quien la aventajó por apenas 37/100.

Antes de dejarse caer sobre la pista londinense había alcanzado a ver el reloj y ya sabía que había conseguido un nuevo récord. Estas situaciones de emoción casi inexplicable son posibles en estas competencias de semejante envergadura, y reflejan el valor incalculable que puede llegar a tener un undécimo, un vigésimo o el puesto que sea. Los parámetros son muy particulares. Y los sentimientos también.

Sus primeras sensaciones

“No lo puedo creer, no lo puedo creer. Corrí ante ante gente. Nada que ver con los Sudamericanos. Les mando un beso enorme a todos los marplatenses y a todos los argentinos que están ahí, atentos y me mandaron mensajes. Les pido perdón por no haber podido contestar. ¡Gracias por el apoyo!”, le dijo exultante a la transmisión de TyC Sports apenas concluida la prueba.

Y después agregó: “Ahora llegué a la meta en el límite de mis fuerzas. En la primera carrera me sentí muy bien y me dije que tenía que dar todavía más en la final. Las últimas dos o tres vueltas me costaron pero iba enfocada en las corredoras que iba teniendo adelante. Hubiera sido imposible si tenía que ‘tirar’ sola”.

Además, indicó que el comienzo del año no había sido bueno, pero la gira por California le reportó una confianza enorme. “Arrancamos el año más o menos, por la pretemporada, pero en la gira por Estados Unidos me fue muy bien, corrí en 9m45 y eso me dio mucha confianza porque sabía que estaba bien. Preparamos el Sudamericano en la altura de Cachi (Salta), pude ganar la medalla de oro y volví a la altura para preparar este Mundial. Todavía no lo puedo creer”, volvió a exclamar la también estudiante de medicina, de apenas 22 años.

Casetta fue campeona Iberoamericana en Río de Janeiro 2016 y representante argentina en los Juegos Olímpicos de ese mismo año en la “cidade maravilhosa”.

El podio

La competencia fue de alto nivel y la ganó la estadounidense Emma Coburn, con 9m02s58/100 (nuevo récord de campeonato). La medalla de plata fue para la también estadounidense Courtney Frerichs (9m03s77/100, su mejor marca personal), en tanto la presea de bronce fue conquistada por la keniata Hyvin Jepkemoi (9m04s03/100).