La Ciudad

Crovetto: “Estuve 26 meses y dije basta: no tengo nada que agradecerle a Arroyo”

Luego de que el intendente le pidiera la renuncia la secretaria de Educación dijo sentirse "liberada". Planteó abiertamente sus discrepancias con el intendente y dejó expuestas sus diferencias con la subsecretaria del área. "No estoy para estar tapando a gente que no trabaja", dijo.

A poco de recibir una copia del decreto mediante el cual el intendente Carlos Arroyo dispuso apartarla del cargo, la ex secretaria de Educación, Ana María Crovetto, accedió a mantener una extensa entrevista con LA CAPITAL durante la cual reveló la existencia de permanentes tensiones con la subsecretaria del área y pareja del jefe comunal, Susana Rivero. “Me han puesto a personas que no tuvieron profesionalismo y a las que no les importaba trabajar”, reprochó. Además Crovetto aseguró que el viernes pasado ella misma estaba dispuesta a presentar su renuncia.

“Estoy contenta, me siento libre. Me siento liberada después de haber callado mucho”, sostuvo. “Yo quise renunciar en tres oportunidades. Una en 2016, otra en 2017 y otra fue el día viernes. El viernes estaba muy decidida a irme. Iba a hacerlo, pero se me adelantaron”, agregó. Crovetto, quien había asumido en Educación 2015, concluyó ayer una controvertida gestión durante la cual mantuvo permanentes conflictos con la comunidad educativa y fue uno de los blancos preferidos de las críticas de la oposición y de algunas figuras del oficialismo. Liberada de su responsabilidad y mientras reunía sus pertenencias en el que hasta ahora fue su despacho, Crovetto no eludió hacer cuestionamientos contra Rivero, el secretario de Economía y Hacienda, Hernán Mourelle y el propio intendente.

“Tuve muchísimos impedimentos que nadie conoce”, sostuvo. “Estuve 26 meses y dije basta, ya está. No tengo nada que agradecerle al doctor Arroyo. El me debe mucho más que las gracias”, agregó.

-¿Su alejamiento se precipitó a causa de una discusión con la subsecretaria?

-Sí, pero es una suma de episodios. No podría decir que hubo un episodio puntual. No es que me voy por un desborde emocional. Hay una cuestión de responsabilidad. Estar en un cargo como funcionaria significa asumir responsabilidades para dar respuestas a todos. El tema es que me sentí muy sola durante 26 meses. No fui acompañada por quien debía hacerlo. Yo pedía ayuda y me decían que yo sabía todo y no es así.

-¿Se sintió muy exigida?

-Yo asumí este cargo porque me sentí en condiciones y con capacidad para ejercerlo.

-¿Qué proyecto le pidió implementar el intendente Arroyo cuando la convocó para hacerse cargo el área?

-La verdad es que cuando me convocó no me habló de ningún proyecto. Creo que me pidió que me sumara por mi trayectoria, por mis antecedentes profesionales.

-Usted tiene una relación de cercanía con el intendente porque lo conoce desde hace muchos años, ¿no es así?

-Nunca tuve un vínculo demasiado cercano. Yo siempre dije que no era amiga porque esa es la verdad. He tenido con él una relación profesional porque fui inspectora de la Escuela Media Nº2 mientras él la dirigió.

-O sea que usted lo controló a él.

-Exacto.

-¿Y qué opinión tenía de él como director de escuela?

-Era una escuela muy ordenada.

-Ni bien asumió, ¿con qué contexto se encontró para hacer su trabajo?

-Empecé mal porque no pude poner gente mientras que otras secretarías ya tenían 5, 8 funcionarios. Todas las dependencias habían sido autorizadas para tener cargos políticos mientras que a nosotros se nos lo negaba.

-Pero de todos modos hubo controversias por las designaciones en esta Secretaría…

-En todos los lugares donde yo trabajé como docente, regente o inspectora me tocó trabajar con diversas personas y lo más importante es el profesionalismo. Tal vez acá me han puesto a personas que no tuvieron profesionalismo y a las que no les importaba trabajar.

-¿Y exigieron que esa clase de personas formaran parte de su equipo?

-Exacto. Me refiero a personas que no tuvieron ningún interés ni deseos de trabajar, a pesar de cobrar sueldos muy importantes. Ante cada problema siempre me decían que me ocupara yo, porque yo era la que sabía. Para eso yo hubiera cobrado los sueldos de los tres cargos. Yo soy una persona con valores y cuando me los tocan no me gusta.

-Fue además una de las funcionarias más vapuleadas del gobierno.

-Es así y a veces esos cuestionamientos venían de adentro. Yo le explico: soy una persona afiliada al Partido Justicialista desde 1984. Soy peronista desde que tuve 17 años, cuando en 1972 Perón regresó a la Argentina. Yo abracé la causa de la justicia social y a muchos eso no les ha gustado. ¿Sabe qué?, siempre me he considerado buena docente, una persona querible que ha trabajado y ha cumplido. Pero no acepto que me censuren por cómo piense. Nunca fui K. Siempre fui peronista y tuve el orgullo de colgar en mi oficina el cuadro del general,. Muchos de los que me han atacado sabían eso de mi. Estoy segura que me investigaron. No lo podía decir porque estaba en Cambiemos y eso no caía bien.

-Ha soportado interpelaciones muy fuerte en el Concejo Deliberante ante la presencia de concejales del oficialismo que no se han mostrado muy predispuestos a defenderla. ¿Se sintió desamparada en esos momentos?

-Yo nunca fui protegida por nadie. Algunos decían que me protegía el intendente, tal vez con la intención de que yo estuviera en deuda. Yo nunca me sentí amparada. Algunos creyeron que yo era íntima amiga del intendente y la verdad es que nunca lo fui como tampoco fui amiga personal de Susana Rivero. Soy una persona con muchos valores para saber lo que es la amistad. Sólo hay cinco personas, de las cuales quedan cuatro porque una falleció, a las que considero amigas. Y entre ellas no están ni Arroyo ni la señora Rivero. Soy simpática y agradable pero en el trabajo soy exigente. No me gusta que se calienten sillas y acá he visto cómo se calientan sillas y lo he dicho. Y les molesta que lo diga.

-Entonces se sintió sola.

-Sí, totalmente. Es más, venían a tratar de asesorarme con un total desconocimiento de lo que se hablaba. No sé de que partido eran, pero esos asesores seguro que no eran del ‘partido de la bondad’. El intendente me decía que ante algunas situaciones debería haberlo consultado a él. ¿Cuándo? si nunca le pude pedir una reunión. Y cuando he tenido una reunión me la interrumpieron, faltándome el respeto. Me han faltado el respeto. Yo no estoy para eso, soy una persona grande, con dignidad. Yo no me dejo manosear por nadie. Yo el viernes estuve por presentar la renuncia, pero se me adelantaron y hoy me dan las gracias por los servicios. La verdad es que me deben mucho más que las gracias.

 

La verdad es que con Rivero he tenido varias discusiones por decirle que acá hay que trabajar, nada más. 

 

-¿Cómo fue su última discusión con Rivero?

-La verdad es que he tenido varias discusiones por decirle que acá hay que trabajar, nada más. Acá hay personas designadas que tienen que atender a las docentes y tengo que salir yo por que no saben qué responder, porque no estudian. Yo a los docentes los entiendo en todo y traté de resolver todo lo que puede. Lo que ellos han criticado lo comparto, pero yo dependía del Emsur, que no hacía nada y así. La única persona que respondió como corresponde cuando he solicitado su colaboración ha sido el ingeniero Mario Dell’Olio, de Obras Sanitarias, quien ha sido un caballero íntegro.

-Si en algo se suponía que se iba a destacar la gestión de Arroyo era en educación y por lo que usted cuenta, mucha atención no le brindó.

-No quiero decir que al doctor Arroyo la educación no le interesó. Sé que él vivió de eso y entiendo que él se considera un educador. Pero se encontró con un municipio que había que ordenar. En mi caso, yo hasta donde pude hice y siempre he exigido que se trabaje, sobre todo al personal político. Acá somos cuatro y las que trabajamos somos dos. Las otras dos no trabajaron nunca. Yo no falté 5 meses en 26 meses. Me he operado y al tercer día he estado acá. Creo que en 26 meses he faltado 30 días, con vacaciones y todo. Compáreme con cualquier otro secretario. No soy de los que exigen estar calentando 8 horas una silla. Yo exijo trabajo y diligencia. Yo nunca pensé en venir acá para jubilarme. Yo me fui de mi carrera docente por la puerta grande, no vine acá para jubilarme y ese es un mensaje para el que le quepa.

-¿Qué se lleva de positivo de esta experiencia?

-He conocido gente muy buena y valiosa. El sistema educativo municipal es muy bueno y tengo que aclarar que nunca mi intención fue provincializarlo como algunos dijeron. Tampoco hice contubernio con el sindicato, con el que he tenido mis diferencias y el cual conmigo no pudo. Sé que me trataron de inservible, pero siempre estuve muy tranquila porque sé quién soy.

-¿Hay posibilidades de que el sistema educativo municipal se provincialice?

-No sé. Habrá que preguntárselo al secretario de Hacienda, con quien el viernes tuve una reunión para nada agradable. La verdad es que no me fui para nada satisfecha con las respuestas que me dio. Yo siempre me he encontrado con mucha oposición para cumplir con mi trabajo. Para muchos educación es un gran gasto para la comuna y me parece que hay que afinar el lápiz en otro lado. Acá se puede optimizar y mejorar, pero el sistema educativo es un orgullo para Mar del Plata y hay que reconocer a los socialistas que fueron sus precursores, gente muy decente y honesta que caminaba la ciudad.

-¿Recuerda cuando la directora de la escuela 205 reclamó una conexión a internet y como respuesta usted fue con el intendente y tras aquella visita se anunció que habría un sumario para esa docente? ¿No fue una reacción desproporcionada para un problema mínimo?

-Para mí también era un problema mínimo ¿Quiere que le diga la verdad?

-Sí, claro.

-Yo pedí que no le hicieran sumario a esa docente, porque como usted bien recuerda, alguien quiso hacérselo. Es más, yo me sumé a esa visita el mismo día en el que el intendente decidió ir. Porque no estaba en mis planes ir. Yo no estuve de acuerdo con lo que se hizo ahí. Pero no tuve voz. Fíjese también que a esa misma docente, más tarde, yo la designé para formar parte de un jurado. Yo sé que es una persona con condiciones.

-¿Como ve la gestión de Arroyo en el futuro?

-No lo sé. Dios dirá.

-El intendente dice que quiere en la Secretaría de Educación a una persona con una mirada más joven. ¿Cómo le cae esa apreciación?

-Tal vez lo más importante es que haya alguien que haga sentir bien a la subsecretaria. Yo estuve 26 meses y dije basta, ya está. Y no tengo nada que agradecerle al doctor Arroyo. El me debe mucho más que las gracias a mí.

-¿Cómo?

-Que él me debe mucho más que las gracias. No hablo de dinero. En el decreto en el que me echan se agradece por mis servicios. Yo no necesito las gracias. Siempre supe que no vine acá a terminar una carrera. Vine acá a prestar un servicio y el viernes dije basta. Dos veces no me escucharon. Yo no estoy para estar tapando a gente que no trabaja.

-¿Y qué vinculo hay entre Arroyo y Rivero?

-No me interesa a mí. Prefiero no meterme en la vida personal de las personas. Por las acciones privadas de los hombres sólo se le rinde cuentas a Dios, salvo que perjudiquen a un tercero. Es lo que dice la Constitución, en el artículo 19.

-¿Va a votar a Arroyo cuando se presente a la reelección?

-Yo soy peronista.

-Arroyo dice que también…

-Pero yo soy peronista y lo puedo decir a viva voz. Tener que callármelo me dolía mucho. Me voy muy contenta. A los docentes les digo que traté de hacer lo mejor a pesar de que tuve muchísimos impedimentos que nadie conoce. Me hubiera gustado estar rodeada de personas formadas, con actitud de trabajo y con capacidad para resolver. No lo tuve y lamentablemente acá trabajábamos nada más que dos personas. Yo y mi sobrina, cuya designación pedí por su idoneidad para manejar cuestiones de presupuesto.

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