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Opinión 28 de julio de 2025

Cholo Ciano: el Pepe Mujica marplatense

Por Federico J. Cermelo

Hace poco le comentaba a Ariel Ciano, hijo de Cholo, que la postal antigrieta y tan comunitaria que se vio en la despedida de su padre a un mundo mejor, se debía a una legitimidad ganada de la coherencia profesional, pero, sobre todo, humana de simpleza y espontaneidad. Bastaba verlo caminar con su grabador, hablando con el mesero, el diariero o el florista y ver que su versión era la misma delante y detrás de las cámaras.

Lo mas sorprendente de esto, que no hablamos solamente del Cholo en su edad más productiva, sino del que caminaba y registraba los eventos y noticias de Mar del Plata hasta hace tan solo unos pocos días, como si fuera su primera nota. Lo viví en primera persona este año en febrero, cuando voy por a la marcha en defensa de los jubilados, las personas con discapacidad y el colectivo del Orgullo. Me lo encuentro a Cholo solo con su grabador a los 88 años y le pregunto: ¿qué haces acá?, Donde hay que estar me dijo, y yo asentí porque ese domingo de verano, al igual que él, había dejado a la familia sola para ir a la marcha. Así como apreciaba su espontaneidad y simpleza, quienes me conocen saben que admiro a Pepe Mujica, ex presidente de la República Oriental del Uruguay.

En un mundo cada vez más invadido por la superficialidad y el oportunismo, personalidades como Cholo Ciano y Pepe Mujica destacan por su autenticidad y compromiso genuino con sus ideales, su trabajo y su gente. Por supuesto que nos referimos a dos emblemas de contextos y trayectorias diferentes, pero que, sin dudas, comparten una cualidad que los hace admirables: su capacidad para mantenerse fieles a sí mismos y a sus principios, incluso en medio de las presiones y expectativas de la vida pública. La transparencia, lo genuino, lo simple, lo solidario, son valores en extinción en una sociedad tan individualista, que se da cuenta de su sintomatología tan perversa cuando se emociona con estas figuras y ni hablar, cuando las llora profundamente tras su partida.

CHOLO 3

 

Claramente, otro valor esencial es la austeridad. Mujica, en particular, es conocido por su estilo de vida modesto y su rechazo a los lujos innecesarios. Esta actitud no solo refleja su compromiso con la justicia social, sino que también inspira confianza en su liderazgo. La austeridad no es solo una elección personal, sino también un mensaje político que empatiza con el pueblo. Como insisto desde hace mucho tiempo, para representar al pueblo, hay que ser pueblo. Y pienso que, con la comunicación, el periodismo, pasa de manera similar. La credibilidad y el cariño popular hacia el Cholo, venia de la mano de su simpleza y cercanía diaria con la gente, con su solidaridad máxima a propios y ajenos. Para quienes estuvimos en su despedida, no faltaron, por ejemplo, los recuerdos de amistades que habían sido auxiliadas por él con préstamos de dinero y garantías propietarias de palabas, impensadas en un mundo donde cada vez se cree menos en el otro.

En este sentido, La autenticidad y la humildad de Cholo Ciano y Pepe Mujica nos recuerdan que el respeto social se logra con profesionalismo y seriedad hacia los demás y apostando al bien común. La capacidad de ambos para mantenerse fieles a sus principios y conectar con la gente de manera genuina, es un ejemplo poderoso de como podemos transformar nuestro ámbito de incumbencia profesional, laboral, comunitario y familiar; desde la cercanía y la empatía.

En definitiva, el legado de ambos deja un mensaje a los que a veces piensan que se las saben todas desde un teclado, una pluma o un atril o micrófono. Lo viejo funciona Juan, dirían en El Eternauta y tienen razón, porque, así como la historieta y la serie, nos invita a reflexionar sobre el papel del individuo en la sociedad y la importancia de la acción colectiva para enfrentar los desafíos que nos plantea el mundo; los valores de Pepe y Cholo siempre van a estar actualizados a los tiempos que corran y eso los vuelve íconos culturales, porque nunca pasarán de moda. Al contrario, son las claves para vivir en una sociedad mejor.


*Abogado, ex director del Observatorio de Familias y Juventudes de la HCDN y actual coordinador de Ciudadanía Digital desde Fundación Metropolitana.