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Arte y Espectáculos 13 de abril de 2021

Ciclo de TV y en Youtube apunta a contar cuáles son los Debates Feministas actuales

Especialistas de toda América participan de este ciclo que contiene seis capítulos, grabados en los pasillos de la universidad de Mar del Plata. Busca difundir ideas y proponer preguntas. Estuvo a cargo del Grupo de Estudios sobre Familia, Género y Subjetividades.

Moira Millan, militante feminista mapuche, una de las participantes de Debates Feministas.

Con la idea de difundir y expandir las ideas que bullen en el interior del feminismo universitario y académico, nació el ciclo Debates Feministas. Se trata de seis programas, realizados por el Grupo de Estudios sobre Familia, Género y Subjetividades de la Facultad de Humanidades y que ya se puede visualizar por varias vías.

En el Canal de la Universidad Nacional de Mar del Plata (Canal 28.1 de la Televisión Digital Argentina, Canal 34 de Cablevisión HD o en el Canal de Youtube) se lo puede ver y también a través del canal de Youtube del Grupo de Estudios de Familia, Géneros y Subjetividades y Área de Género y Sexualidades.

 


 

Podés ver acá la introducción de Debates Feministas:

 


 

Políticas de género en las universidades, economía feminista, feminismos en América Latina, tecnologías de reproducción asistida, academia feminista y luchas identitarias son los temas a los que alude cada uno de los programas, cuya extensión no supera los cinco minutos.

“La brevedad de cada una de las entregas es buscada e intencional y apunta a pensar el material como disparador para seguir debatiendo”, señaló a LA CAPITAL Melina Antoniucci, socióloga e integrante del equipo gestor del ciclo.

“Cuando lo que se busca es una pieza audiovisual breve pero contundente, el trabajo de edición es más complejo y minucioso. Ahí está el reto de la divulgación científica: lograr un lenguaje sencillo y accesible pero no por eso con menos profundidad teórica ni analítica”, agregó.

Todo el ciclo está imbuido por una idea: en este contexto singular de militancia de mujeres en variados sectores, el conocimiento sobre feminismo tiene que salir de las aulas, las mismas aulas donde se lo enseña y produce.

“Muchas de las discusiones que recoge la academia se han desarrollado al calor de la lucha política que comienza en las calles, en el debate público”, admitió Antoniucci.

-¿Cómo surgió Debates Feministas?

-En julio de 2019 la UNMdP fue sede de las Jornadas Nacionales de Historia de las Mujeres y el Congreso Iberoamericano de Estudios de Género, organizado por el Grupo de Estudios sobre Familia, Género y Subjetividades. Este congreso es uno de los eventos académicos de habla hispana más importantes del mundo y reúne una pluralidad de voces y de miradas que nos interesaba poner en diálogo. En esa oportunidad pensamos en un material de divulgación científica organizados alrededor de ejes de discusión y nos reunimos con Hernan Gáspari, de la Dirección de Contenidos Audiovisuales de la Universidad, para presentar el proyecto y pensar en un producto audiovisual que circule por la señal de TV de la universidad y las redes sociales.

 


“El material está pensado desde la universidad, pero tiene como objetivo trascender sus pasillos”


 

-Las entrevistadas están en los pasillos de la Universidad, son docentes e investigadoras universitarias, manejan un lenguaje académico, ¿el ciclo busca interpelar a mujeres universitarias?

-En absoluto, el material está pensado desde la universidad, pero tiene como objetivo trascender sus pasillos y poder presentar discusiones que se dan no solo en la academia, sino que también están presentes en el activismo político y el movimiento feminista. Hace ya un tiempo que las discusiones en torno al feminismo no empiezan ni se agotan dentro de la academia, también es por eso que no solo participan referentas de las distintas universidades, sino también del activismo político y del movimiento feminista en general. Lo que sí nos parecía importante resaltar es que las universidades también son un espacio jerarquizado, dónde también se disputa poder y se experimenta violencias y situaciones de desigualdad de género que obstaculizan el acceso a derechos y genera trayectorias estudiantiles y profesionales desiguales. De un tiempo a esta parte, somos muchas las feministas que venimos trabajando dentro de las universidades para revertir la desigualdad y disputar sentido dentro de las aulas y también en los espacios de decisionales, de gestión y espacios gremiales.

-Gran parte de los programas hacen hincapié en una pregunta, hay muchas preguntas abiertas…

-Debates Feministas intenta responder alguna de esas preguntas y democratizar algunas de las reflexiones que comienzan en el seno de la academia pero que no terminan ahí. Intentamos responder algunas de las preguntas que nos estamos haciendo desde hace ya un tiempo pero que hoy van resonando con más velocidad. Situamos al debate feminista con algunas preguntas estructurales y, algunas veces, incómodas.

 


 

El capítulo dedicado a Feminismos en América latina:

 

 


 

-En una de las piezas se habla del feminismo de la calle y del feminismo académico, ¿uno retroalimenta al otro?, ¿considerás que se complementan? ¿uno con su urgencia y el otro con su análisis y su perspectiva?

-Suele utilizarse las expresiones “bajar al pueblo” o “bajar el conocimiento”. Esa forma de referirse al conocimiento generado dentro del feminismo académico lo posiciona como algo que está por encima de otro tipo de conocimiento que parecería menor o menos elaborado. La historia del movimiento feminista demuestra otra cosa. Muchas de las discusiones que recoge la academia se han desarrollado al calor de la lucha política que comienza en las calles, en el debate público. Tal como se plantea en el eje sobre “Academia Feminista”, es la lucha y la organización en las calles la que interpela y crea una academia feminista y, muchas veces, es la propia academia feminista la que se nutre de los movimientos sociales en general, y del movimiento feminista en particular, también porque la mayoría de las veces, son las propias académicas las que forman parte de esos movimientos políticos. En el debate por el aborto esto ha quedado en evidencia, muchas de las discusiones en torno a su legalización comenzaron recogiendo experiencias de abortos clandestinos, sus implicancias, sus riesgos y luego sirvieron como insumo para la discusión sobre su legalización. Es un ida y vuelta no solo interesante sino necesario el que se da con las discusiones y reflexiones teóricas dentro de y fuera de la academia. Ese diálogo constante no solo nutre a los movimientos políticos sino también a la propia academia, la modifica, la interpela y, por ende, la nutre de otras discusiones. No solo el diálogo sino también la irrupción de sectores postergados. En su momento fue el ingreso de las mujeres a las universidades y la consecuente feminización de las matriculas estudiantiles, por ejemplo. En la actualidad lo podemos pensar también con la politización de esas experiencias devenidas feministas y el ingreso de las identidades trans, por ejemplo. Eso también modifica la vida universitaria. Parafraseando a Lohana Berkins, cuando una travesti entra a la Universidad Pública, le cambia la vida a esa travesti, cuando muchas travestis entren a la Universidad, le cambiará la vida a la universidad. El camino aún es largo, pero lo estamos caminando hace muchos años.



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