Cinco personas fueron detenidas en la noche del jueves y acusadas de formar parte de una organización que vendía estupefacientes en distintos sectores de la ciudad, además de sospecharse que proveyera a “punteros” menores.

Un kilogramo de cocaína, plantines, cogollos y semillas de marihuana, dos automóviles, 29 celulares, una pistola, municiones de distintos calibres, tres cargadores, equipos de informática fue lo secuestrado por Prefectura Naval. Dicha fuerza realizó los once allanamientos autorizados por el juez federal Santiago Inchausti por pedido de la fiscal Laura Mazzaferri, luego de una investigación de varios meses.

Esta banda, que tenía un alcance operativo que superaba la escala barrial, utilizaba la más extendida de las metodologías para comercializar la droga. Se armaba de un grupo de compradores de confianza y solo aceptaba nuevos si llegaban recomendados por los primeros. Las transacciones se efectuaban tras coordinar telefónicamente la cantidad de cocaína o marihuana a adquirir y el punto de encuentro.

“Día a día trabajamos para sacar la droga de las calles. Para eso contamos con el esfuerzo de las fuerzas federales y la cooperación policial entre las diferentes agencias del Estado con las que compartimos el mismo objetivo: llevar tranquilidad a  todos los ciudadanos”, aseguró, consultada por el caso, la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich.

Inicialmente el juez Inchausti había ordenado el registro simultáneo de ocho propiedades. Pero en base a los resultados de estos primeros allanamientos, se libraron tres órdenes más que permitieron sumar más elementos para la causa.