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Arte y Espectáculos 21 de julio de 2019

Circo La Audacia: “Costó siete años que nos dejen existir”

Siempre a la gorra, ofrecen dos funciones diarias a las 15 y a las 17. Ahora, la carpa está instalada detrás del Museo MAR. Balance de lo realizado y todo lo que viene.

Tras siete años de trabajo artístico, el famoso circo marplatense La Audacia retomó las funciones diarias durante los quince días del receso escolar. Esta vez, no en el predio del sur local, sino en el norte, en el terreno ubicado detrás del Museo MAR. Ahí, los catorce artistas de la compañía retoman las dos funciones: a las 15 y a las 17, siempre con entrada a la gorra.

Facundo Mosquera, titular del circo, trazó un balance sobre el trayecto realizado desde que la carpa alumbró en el barrio Caisamar, hasta la actualidad, un momento atravesado por el inminente vencimiento de la ordenanza municipal que autoriza a los artistas a trabajar.

“Se cumplen tres años de la ordenanza que le permite al circo instalarse en vacaciones de invierno en el predio del Museo MAR y en el verano en el predio de la rotonda del Faro”, contó y señaló que terminadas las vacaciones de julio empezará a trabajar junto a los demás artistas para “que vuelva a salir el permiso” que los habilita a instalar la carpa en diversos sitios. De esa ordenanza, no pudieron implementar la itinerancia del circo por diferentes barrios durante el ciclo lectivo, con el fin de realizar talleres y de hacer funciones.

Pero Mosquera no se rinde. Si algo aprendió en estos siete años es a resistir junto a sus compañeros de trabajo en la carpa. Primero fueron los embates de las piedras que, en Caisamar, eran arrojadas por desconocidos y que rompían la carpa. Luego vinieron los embates de la actual administración municipal, que obligó a bajar la carpa que se emplazaba en la plaza España. Más tarde llegó esta ordenanza que les permite trabajar en estas dos zonas de Mar del Plata.

“Costó trabajo que nos dejen existir, que nos den un pedacito de tierra. Nos costó siete años, es pasito a pasito. Los que venimos de los primeros tiempos nos acordamos de que en Mar del Plata no había espacio para hacer lo que te gustaba, entonces defendés el circo desde otro lado. Sabemos que lo hecho es mucho. Ves estas cosas y te dan ánimo” para seguir, indicó el artista.

Más allá de la burocracia, Mosquera recordó que desde sus inicios el proyecto de La Audacia contó con el respaldo de los y las marplatenses. “La propuesta del circo tuvo una llegada a la gente desde el comienzo y todavía sigue teniéndola. Fue extraño, la gente iba a Caisamar a una carpa que se caía a pedazos y que casi no tenía difusión. Pero estaba esa cosa mística que tienen las carpas”.

– ¿El aguante de la gente tuvo que ver con que eran artistas de acá?

– Pienso que hay mucha gente en Mar del Plata que apoya mucho a los movimientos locales, culturales, pero no solo con el circo, también con el teatro. Muchos entienden que este tipo de proyectos se sostienen solamente así. Si no, no existirían.

– ¿La Audacia es un semillero, consolidó el arte de circo?

– Les dio la oportunidad a un montón de artistas de Mar del Plata de entrenar sus rutinas de siempre y de poder plasmarlas. No es fácil si no tenés donde hacerlas. Esa fue una de las luchas con la carpa: había tantos artistas y no había un escenario que sea en formato circo. Trabajando vas puliendo tu rutina. Y en ese sentido, se abrió un espacio, se profesionalizó. Hoy somos catorce artistas, hemos sido más y hemos sido menos. Son Pedro Terra, Pepo que es el presentador, Sasha en el trapecio, Los nómades que son los malabaristas, Lucas Negro con su número de parada de mano, Pamela Pons hace la guardia indiana, el payaso Periplo y Santiago con un número de monociclo.

– ¿Sigue habiendo muchos artistas de circo, o migran de Mar del Plata?

– Notamos que Mar del Plata no produce tantos artistas de circo, esa es una falencia, queremos que haya una escuela de circo en la que se puedan enseñar todas las disciplinas que tiene el circo, que son infinitas. A nosotros nos está costando sostener los talleres gratuitos. Y en los espectáculos a la gorra, cuesta también que la gente aporte algo, con la crisis la gente no tiene para poner. Y te lo dicen.