En el marco de una gira que lo llevará por distintas regiones del país, el joven y destacado pianista Ciro Rolón volverá a presentarse en Mar del Plata con dos conciertos en los que abordará un exigente repertorio centrado en el Romanticismo y el Nacionalismo musical del siglo XIX.
Las funciones serán este domingo 8 de junio en Villa Victoria (Matheu 1851) y el martes 10 en el Teatro Municipal Colón (Yrigoyen 1665), en ambos casos a partir de las 20.
Obras de Franz Schubert y Ludwig van Beethoven, junto a composiciones de Manuel Ponce -considerado el padre del nacionalismo musical mexicano-, Serguéi Rachmaninoff -figura clave del nacionalismo ruso- y Frédéric Chopin -símbolo universal del Romanticismo pianístico- sonarán en la particular, profunda, apasionada y estudiada ejecución del músico.
Este repertorio fue preparado especialmente por Rolón para presentaciones en solitario, actuaciones junto a orquestas sinfónicas filarmónicas, además de clases y clínicas de interpretación, que brindará en asu recorrido. La gira culminará en Europa, donde además de conciertos, participará de importantes concursos, con el acompañamiento de Cancillería Argentina y el programa de embajadas culturales.
“El piano es un instrumento muy competitivo”, reconoció el artista en una charla con LA CAPITAL, antes de su llegada a la ciudad. Definió el repertorio que está ejecutando como “redondo” y profundizó sobre el trabajo y los desafíos de ser pianista.
-¿Cómo elegiste y abordaste el repertorio que estás haciendo en esta gira?
– Es una confluencia entre lo que a mí me gusta tocar, lo que funciona técnica y musicalmente bajo mis dedos y lo que sé que al público general le gusta escuchar. Incluyo siempre una obra nueva en mi repertorio, por lo general poco o nulamente tocada en los escenarios principales. Últimamente elijo mucho los grandes repertorios románticos. Me siento cómodo en repertorios que están llenos de pasión, pasajes virtuosos, escalas cromáticas, arpegios a la velocidad de la luz. Yo no lo buscaba, incluso creía que era un pianista más introspectivo, de piezas lentas y melodías dulces, pero al parecer tengo una buena capacidad técnica y se me dan bien estos repertorios. Equilibrando con una cuota de lirismo y obras más reflexivas, tengo un programa redondo para presentar.
“Tengo cierta prodigiosa capacidad de memorización”
– ¿Cómo abordás cada pieza, cómo analizás/decidís la impronta que le das?
-Lo primero es el impacto inicial que esa partitura me produce, la escucho en varias versiones, varias veces y voy encontrando ese mensaje oculto que la obra tiene para mí. Es un proceso muy introspectivo, casi una cosmovisión, diría.. Pongo manos a la obra cuando tengo ya un trabajo intelectual y de análisis morfológico general de la obra. Después, tengo cierta prodigiosa capacidad de memorización, por lo que bajo presión, incluso, soy capaz de estudiar conciertos enteros en pocas semanas. Esa es la razón por la que mi repertorio es muy muy amplio. También poseo una buena intuición musical, una musicalidad natural, en lo cual radica quizás mi mayor talento, más allá de una facilidad técnica.
Hay diferentes versiones y diferentes interpretaciones, pero con un buen análisis y una buena intuición musical se puede llegar a un buen resultado de lo que se llama la versión definitiva. Yo creo en esa verdad de la obra.
-¿Qué disfrutás de las giras, particularmente en los conciertos con otras orquestas y filarmónicas?
-Lo que más disfruto es ser consciente de que soy un afortunado de tener el placer de vivir de mi profesión, de hacer lo que me gusta y en lo que creo que soy bueno y por supuesto conocer distintos lugares, territorios, países, regiones, provincias, ciudades, teatros, pianos, gente. Es muy enriquecedor culturalmente. por otro lado, lado B, lamentablemente a veces tengo tantos conciertos seguidos que no me da margen de tiempo para recorrer la ciudad. pero me gusta mucho viajar, conocer otras realidades, otras culturas y tocar con orquesta es sin lugar a dudas uno de los placeres más grandes e importantes para un solista de piano. Nos pasamos la vida estudiando y ensayando en soledad durante muchas horas y pasamos de esa soledad abrumadora a compartir con un público numeroso. Por eso cando tenemos la oportunidad de compartir con otros músicos es muy enriquecedor. Es definitivamente lo que más espero en mi agenda.
-¿Cómo hacés para adaptarte a los pianos en cada lugar?
-Como músico y concertista de piano, mi materia prima es el sonido principalmente. Mi herramienta de trabajo debe producir el mejor sonido posible. Generalmente nosotros los pianistas tocamos en pianos de cola, los llamados pianos de concierto. Mi sueño sería tocar siempre en un Steinway modelo D o un Yamaha C7 o un Busson Dorfer de Gran Cola, pero no siempre existe esa posibilidad. Argentina no cuenta con una infraestructura musical comparable a las grandes salas de concierto del exterior.
Tenés grandes salas con pianos en perfectas condiciones, perfectamente afinados y de marcas notables, pero a veces toca presentarse en una sala pequeña con un piano de cola en un estado no tan óptimo.
Como pianista toco en pianos de todos los tamaños, colores y marcas. Es un gran desafío y me genera una gran adrenalina pero también es una desventaja. No contamos con tanto tiempo para acostumbrarnos al instrumento, así que esos pequeños ensayos previos son clave para saber si nos vamos a llevar bien con el piano. Es uno de esos obstáculos que hay que saber sortear y es parte de una buena preparación y un buen profesionalismo poder sacar el mejor sonido posible del peor piano. Así como el mejor sonido posible del mejor piano también.
“Mi profesión es estudiar”
-La formación es algo continuo en tu disciplina ¿Cómo la seguís?
-Yo me formé desde muy temprana edad y he tomado master classes con algunos de los mejores maestros del mundo como Bruno Gelber, Aldo Antoniozzi, Nelson Garner, Daniel Rivera, Vitali Pisarenko, Rustem Hajidinov, gran maestro ruso también. He recibido consejos de muchos maestros de gran experiencia y de todas partes del mundo. La cuestión académica en el mundo del arte no significan mucho porque es básicamente encasillar una porción del saber del músico en un título universitario. Soy licenciado en artes de la Universidad Nacional de Arte con la especialidad de piano. Tengo un máster de interpretación también que hice en Ginebra, Suiza y mi objetivo es seguir perfeccionándome lo que más pueda a lo largo de toda mi vida. Creo que ahí radica la humildad de un músico, siempre buscar perfeccionarse,siempre buscar esa belleza final que nunca llega. Es una de las cosas más lindas y es imposible aburrirse porque el repertorio es infinito, mucho más para el piano. Yo al menos espero irme de este mundo habiendo hecho la mayor cantidad posible. Por eso siempre digo que mi profesión básicamente es estudiar. Estudio unas 8 o 9 horas por día, a veces para conciertos importantes. Cuando tuve que tocar el concierto número dos de Rachmaninov llegué a estar estudiando durante 12 horas durante 3 semanas. No es lo más sano, debo admitir, pero es una profesión que demanda toda nuestra energía, atención y detalle.
-¿Cómo es la preparación para participar de concursos -como los que vas a encarar en tu gira europea-?
-El piano particularmente es un instrumento muy competitivo. Claude Debussy estaba en contra de las competiciones y en cierto aspecto tiene razón, pero el mercado del arte clásico global hoy en día está muy ligado a estos concursos porque son un salto importante a carreras internacionales y contratos con agencias y discográficas. Yo toda mi vida he participado y he sido premiado también en concursos importantes de piano. En los internacionales como en los que voy a participar, más allá de la preparación técnica y musical, existen otros factores que pueden influir en el éxito. Uno es la elección del repertorio, que si bien está predefinido, la elección específica de las obras dentro de cada categoría puede marcar la diferencia. Hay que seleccionar obras que permitan mostrar fortalezas, que se adapten a tu personalidad musical y que uno se sienta cómodo interpretando. No se limita a practicar muchísimas horas el piano, incluye el estudio de la partitura, el análisis musical, la investigación sobre el contexto histórico y estilístico, trabajo de memoria, gestión del estrés, preparación física y mental porque hay que afrontar una presión enorme.