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Comesaña ganó un “clásico” y avanzó a tercera ronda en Cincinnati

El marplatense le ganó al gesellino Darderi en el Masters 1000 estadounidense. Su próximo rival será el local Reilly Opelka, un tremendo sacador de 2,11 metros.

Una sólida labor propia y un rival disminuido en la parte física se tradujeron en un muy buen triunfo del marplatense Francisco Comesaña (71° en el ranking mundial de la ATP), quien así avanzó a la tercera ronda del Masters 1000 de Cincinnati, Estados Unidos.

El “clásico” entre dos que se conocían mucho desde su etapa formativa, fue para el pibe de Punta Mogotes, quien se impuso al geselino (nacionalizado italiano) Luciano Darderi (34° del mundo y 29° favorito), por 6-4, 3-1 y abandono.

Más allá de los indisimulables problemas físicos de Darderi, en los 53 minutos de acción, el “Tiburón” había logrado imponer su ley, con notoria superioridad en sus games de servicio, en tanto al italiano le costaba una enormidad conservar su saque.

Un quiebre en el décimo game del primer set resultó suficiente para que Comesaña se quedara con el primer capítulo, luego del cual, Darderi solicitó atención médica. No pudo dar demasiado más el nacido en Villa Gesell, ya que tras otro “break” en el segundo, el marplatense se adelantó 3-1 y su rival terminó inclinando el rey.

Darderi arrastraba una fuerte torcedura en su tobillo izquierdo, a lo que sumó una contractura en la zona de la espalda.

En la tercera ronda, Comesaña se cruzará con el estadounidense Reilly Opelka, un tremendo sacador de 2,11 metros, hoy ubicado 73° en la ATP (llegó a ser 17° en 2022). Opelka sorprendió en segunda ronda al australiano Alex De Miñaur (octavo del mundo y sexto preclasificado), al vencerlo por 7-6 (8-6) y 6-4. Será el primer enfrentamiento entre Comesaña y Opelka.

En la porción de partido que pudo jugar ante Darderi, Comesaña tuvo en el servicio a su mejor aliado. Conectó 14 aces y ganó todos los puntos (22 de 22) que jugó con su primer saque. Claro que ante Opelka, además de sacar bien, Comesaña tendrá que prepararse para devolver los “misiles” del estadounidense, quien promedia unos 215-220 km/h para su primer saque y tiene registros de servicios a casi 240 km/h.

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