El marplatense Francisco Comesaña jugó un gran tenis y llevó al límite al top ten danés Hulger Rune, quien mostró su jerarquía en los momentos “calientes” y finalmente se impuso 3-6, 6-3 y 6-4 en tres horas de partido.

El número 10 del mundo avanzó a tercera ronda del Masters 1000 que se juega sobre polvo de ladrillo en Roma, instancia en la que chocará con el francés Corentin Moutet (83°).

Comesaña volvió a estar a la altura de una cita de mucha exigencia. El número 63 del ránking ATP dio una clase de tenis en el set inicial, tuvo un bajón que aprovechó su rival en el segundo y peleó hasta el final en el tercero, con un Rune que dio su mejor versión cuando estuvo en peligro: salvó 18 de 20 break points.

Comesaña prevalenció en el arranque con su variedad de recursos y la profundidad de sus golpes para hacerle frente a la potente derecha de un rival impaciente y errático. El de Punta Mogotes, además, atacó con soltura, con golpes cerca de las líneas y tuvo muchas resoluciones lujosas.

Encima, dominó claramente sus juegos de saque, ya que no dio oportunidades de quiebre en el set inicial. Y fue siempre competitivo desde la devolución. Incluso no decayó cuando perdió el sexto game (ganaba 4-1) que duró ¡20 minutos!

En el segundo set el europeo falló menos y aprovechó un leve bajón del marplatense. Le quebró en cero y confirmó sin perder puntos para ponerse 4-1. En el siguiente, Comesaña levantó un 15-40, pero Rune ya estaba en una versión muy mejorada y no permitió reacción alguna.

El tercer set fue muy mental y equilibrado, con games larguísimos. En el primero Rune apretó desde la devolución, pero Comesaña remontó un 0-40 y un cuarto break point tomando riesgos. Encima, en el siguiente el marplatense aprovechó en envión y quebró con un revés paralelo.

Rune devolvió gentilezas con buen juego y algo de suerte: por milímetros se fue larga una pelota que hubiera puesto las cosas 3-0 para el marplatense.

El cuarto game también tuvo vaivenes. Rune saco 40-0, Comesaña peleó y tuvo cuatro chances de quiebre, pero no concretó. En gran medida, por mérito del top ten.

El danés volvió a quebrar en el séptimo: Comesaña sacó 40-15, pero falló de forma inoportuna dos definiciones en la red.

En el siguiente juego, Rune estuvo dos veces más en peligro y salió ileso por su saque y por una devolución ancha.

El último game fue un resumen del partido. Rune levantó un 15-40 (metió un drop excepcional desde el fondo de la cancha) y Comesaña se golpeó el pecho luego de salvar el primer match-point con mucho esfuerzo. Pero esta vez no le alcanzó al marplatense contra un gran rival que dio lo mejor de sí en los momentos decisivos.

Comesaña se despidió con aplausos por el espectáculo brindado. Una vez más mostró que está hecho para grandes partidos y en pocos días tendrá el desafío de su primer Roland Garros.