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La Ciudad 18 de marzo de 2017

Comienzan los preparativos para la campaña antigripal 2017

Se estableció que las vacunas de este año deberán contener las cepas A (H1N1), A (H3N2) y B/Brisbane. Recuerdan la importancia de que las personas -sobre todo pertenecientes a grupos de riesgo- se inmunicen.

Se acerca el otoño y, con él, se renueva la preocupación por prevenir la gripe. Esta enfermedad, también llamada influenza, es producida por un virus sumamente variable, que cambia constantemente y que es capaz de evadir el sistema inmunológico del organismo y causar una infección.

La Organización Mundial de la Salud estableció que este año, los virus de gripe circulantes en el Emisferio sur serán los de cepas A (H1N1), A (H3N2) y B/Brisbane y, por ello, las vacunas deberán inmunizar contra ellos.

La gripe afecta principalmente a la nariz, la garganta, los bronquios y, ocasionalmente, los pulmones. La infección dura generalmente una semana y se caracteriza por la aparición súbita de fiebre alta, dolores musculares, cefalea y malestar general importante, tos seca, dolor de garganta y rinitis.

La mayoría de los afectados se recuperan en una o dos semanas sin necesidad de recibir tratamiento médico. Sin embargo, en niños pequeños, personas de edad avanzada y personas con condiciones médicas de base, la infección puede conllevar graves complicaciones de la enfermedad subyacente, provocar neumonía o causar la muerte.

Un informe de Sanofi-Pasteur, recuerda que hay tres tipos de gripe estacional: A, B y C. Los virus de la gripe de tipo A se clasifican en subtipos en función de las diferentes combinaciones de dos proteínas de la superficie del virus (H y N). Entre los muchos subtipos de virus de la gripe A, en la actualidad están circulando en el ser humano virus de los subtipos A (H1N1) y A (H3N2).

El virus A (H1N1) circulante también se denomina “A (H1N1) pdm09”, dado que causó la pandemia de 2009 y posteriormente sustituyó al virus A (H1N1) estacional que había circulado hasta 2009. Todas las pandemias conocidas han sido causadas por virus de la gripe de tipo A.

Los virus de tipo B circulantes pueden dividirse en dos grandes grupos o linajes (B/Yamagata y B/Victoria), y no se clasifican en subtipos.

Los virus A y B circulantes causan brotes y epidemias. Es por ello que en las vacunas contra la gripe estacional se incluyen las cepas pertinentes de virus A y B. Las vacunas antigripales trivalentes incluyen dos cepas A y una cepa B y las vacunas cuadrivalentes incluyen una segunda cepa B.

Los virus de tipo C se detectan con mucho menos frecuencia y suelen causar infecciones leves, por lo que su impacto en la salud pública es menos importante.

Transmisión y síntomas

El virus de la gripe se transmite con facilidad de una persona a otra a través de gotitas respiratorias y pequeñas partículas expulsadas con la tos o los estornudos. Suele propagarse rápidamente en forma de epidemias estacionales.

Las personas con gripe a veces sienten algunos o todos estos síntomas: fiebre o sensación de estar afiebrado/con escalofríos; tos; dolor de garganta; mucosidad nasal o nariz tapada; dolores musculares y corporales; dolores de cabeza; fatiga (cansancio); algunas personas pueden tener vómitos y diarrea, aunque esto es más común en los niños que en los adultos.

Prevención

La forma más eficaz de prevenir la enfermedad y sus consecuencias graves es la vacunación, mientras más personas se vacunen, menos podrá propagarse el virus a través de esa comunidad. Hace más de 60 años que se vienen utilizando vacunas seguras y eficaces.

El virus de la gripe es sumamente variable y cambia constantemente. Por ese motivo, es necesario aplicar la vacuna anualmente ya que la composición de la vacuna cambia de un año a otro para incluir las cepas más virulentas en reciente circulación. Los virus de la gripe cambian tan rápidamente que hacen que se deban modificar los virus incluidos en la vacuna para que sea efectiva.

La vacuna contiene virus muertos que no pueden causar la enfermedad; induce una respuesta inmunológica de manera que el cuerpo desarrolla los anticuerpos necesarios para defenderse de la gripe.

Las vacunas antigripales son más eficaces cuando hay una buena correspondencia entre los virus circulantes y los presentes en la vacuna. Dada la naturaleza constantemente cambiante de los virus de la gripe, el Sistema Mundial OMS de Vigilancia y Respuesta a la Gripe (GISRS) ?una red de Centros Nacionales de la Gripe y Centros Colaboradores de la OMS en todo el mundo? hace un seguimiento constante de los virus gripales circulantes en el ser humano y actualiza la composición de las vacunas antigripales dos veces al año.

Durante muchos años la OMS ha actualizado dos veces al año sus recomendaciones sobre la composición de las vacunas para que cubran los tres tipos (vacunas trivalentes) más representativos de virus en circulación (dos subtipos de virus gripales A y uno de virus gripales B). Desde la estación gripal 2013-2014 en el hemisferio norte se recomienda la incorporación de un cuarto componente a las vacunas. Con esta incorporación de un segundo virus B a los ya presentes en las vacunas trivalentes, se espera obtener una mayor protección contra las infecciones por virus B. Hay varias vacunas antigripales inactivadas y recombinantes inyectables.

Recomendaciones del Ministerio de Salud

Según las recomendaciones del Ministerio de Salud de la Nación, las personas que deberían tener prioridad para recibir la vacuna contra la gripe son: Personal de la salud; Embarazadas, en cualquier momento de la gestación; Todos los niños de 6 a 24 meses (deben recibir dos dosis separadas por al menos 4 semanas); Niños y adultos de 2 años a 64 años con enfermedades respiratorias, cardíacas, inmunodeficiencias congénitas o adquiridas, pacientes oncohematológicos y trasplantados, personas obesas con índice de masa corporal mayor a 40, diabéticos, y personas con insuficiencia renal crónica en diálisis; personas mayores de 65 años; convivientes de enfermos oncohematológicos; convivientes de bebés prematuros menores de 1.500 g. entre otros.

La cepa A H1N1 ahora es estacional, por eso la vacuna antigripal incluye esta cepa (entre otras). Los grupos de riesgo pueden recibirla gratis en hospitales y centros de salud.