El fiscal Carlos Martínez aguarda que se presente Patricia Kaidgen, propietaria de la casa donde fue visto un cuadro robado por su padre, el jerarca nazi, Friedrich Kaidgen.
El increíble caso que tiene como epicentro una casa del barrio Parque Luro, donde vivían descendientes de un jerarca nazi y en una de cuyas paredes se avistó un cuadro robado a un coleccionista judío durante la Segunda Guerra Mundial, podría derivar en nuevas investigaciones en base a los elementos hallados durante el allanamiento.
En la jornada del martes personal de la División Unidad Operativa de Investigaciones Especiales Mar del Plata junto con el Departamento de Protección del Patrimonio Cultural de Interpol llevaron requisaron la vivienda de Cardiel al 4100 a partir de la orden dictada por el Juzgado Federal de Garantías N°2 a cargo de Santiago Inchausti.
Tras el allanamiento, que se extendió por al menos tres horas, los policías secuestraron más de 25 estampas de colecciones alemanas y francesas de la década de 1940, dos teléfonos celulares, documentos de interés y armas de fuego: un revólver y una escopeta.
La policía secuestró algunos otros cuadros y obras de artes cuyo origen ahora será investigado.
A pesar de que el propósito principal de la diligencia fue dar con el cuadro “Retrato de una dama” de Giuseppe Ghislandi, el fiscal federal Carlos Martínez debió conformarse con el hallazgo de otros objetos “artísticos” para investigaciones posteriores. “Si estamos hablando de que en un entorno familiar había alguien que se apropió de obras de artes, inventariar y preservar todo lo que se pueda es muy importante”, confió una fuente judicial a este medio.
El fiscal Martínez mantuvo una mínima charla con Patricia Kaidgen, hija de “El mago de las finanzas nazi”, Friedrich Kaidgen, e indicó que tenía intenciones de colaborar con la Justicia. “Por el momento no puedo hacer ningún tipo de comentarios porque todavía no asumí el cargo”, dijo el abogado Carlos Murias a LA CAPITAL. Murias acompañó a la mujer y al esposo durante la intervención policial.
La causa se inició luego de que el periódico holandés AD investigara el patrimonio de Kaidgen y su vida en Argentina. Así fue como estableció que dos hijas vivían en Mar del Plata e intentó contactarla. Al recibir respuestas negativas, un periodista se trasladó a esta ciudad y volvió a encontrarse con la misma postura. Sin embargo, vio que la casa donde vivía la profesora de yoga y emprendedora textil, Patricia Kaidgen, estaba a la venta.
Buscó entonces en el sitio web de la inmobiliaria detalles de la casa y descubrió en una foto que, colgado sobre el sillón, había un cuadro que parecía ser el original de Retrato de una dama. Esa obra arte se encuentra entre los cientos de objetos saqueados al comerciante de arte Jacques Goudstikker, quien ayudó a otros judíos a escapar durante la guerra.
Tras la publicación periodística de la última semana, Arca Aduana denunció el posible delito de encubrimiento de contrabando, y así se inició el tránsito judicial.