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Con acompañamiento de la UNMDP, una empresa marplatense fabrica un insumo innovador para la producción de vino, cerveza y gin

A través del acompañamiento proporcionado por los Centros de Apoyo a la Transferencia de Tecnología (CATTEC), dependientes de la Secretaría de Vinculación y Transferencia de Tecnología de la UNMDP, la empresa Rupestre S.A. fabricó la primera vasija ovoide de América ejecutada en una sola pieza de hormigón sin juntas. Estas vasijas son utilizadas para la producción de vinos y cervezas, tanto para la prefermentación, como para la fermentación y también la crianza. También son utilizados por las fábricas de Gin, para maceración y maduración previa al embotellado.

Lucas Fasciglioni, fundador y creador de Rupestre S.A. se refirió a la utilidad que tienen estas vasijas y dijo: “Reemplazan totalmente los tanques de acero inoxidable, barricas de madera, y cualquier otro tipo de tanque, en alguna o todas las etapas de elaboración de vino y cerveza, y en el caso del gin reemplaza el acero inoxidable en maceración y maduración. La forma oval de las vasijas, se remonta a las antiguas ánforas georgianas, llamadas Kvevris donde se elaboraba el vino hace más de 10.000 años.

Al no tener aristas, se genera un movimiento circular constante del líquido en su interior, que mantiene las borras finas en suspensión y en mayor contacto con el mosto. Esto permite obtener como resultado vinos con mayor intensidad de aromas, sabores y color, que evolucionan a una temperatura homogénea en todo el tanque, sin necesidad de utilizar energía eléctrica para recircular”.

Resuelve el problema de la imposibilidad por parte de bodegas, cervecerías y destiladoras de Gin, de adquirir a precios competitivos, tanques de calidad para fermentar, macerar y/o madurar las respectivas bebidas.

Con relación a la problemática que se pretende atender con la fabricación de este insumo fundamental, Fasciglione explicó: “Resuelve el problema de la imposibilidad por parte de bodegas, cervecerías y destiladoras de Gin, de adquirir a precios competitivos, tanques de calidad para fermentar, macerar y/o madurar las respectivas bebidas de cada industria mencionada. Existe desabastecimiento y elevados aumentos de precios en los tanques de acero inoxidable y/o roble, tanto internacionales, como nacionales.Luego las vasijas de hormigón, cerámica o gres de buena calidad que existen son importadas, y los costos de las mismas no son rentables para las industrias. La oportunidad de negocio, es abastecer la demanda insatisfecha de dichas industrias en todas sus escalas, las cuales se encuentran en pleno crecimiento, de tanques que les permita elaborar bebidas de alta calidad, a un precio acorde a sus mercados”.

Asimismo destacó que si bien existe un competidor nacional que produce vasijas similares, los costos son muy altos y no tienen las mismas características innovadoras del producto desarrollado con el apoyo de la UNMDP. En ese sentido dijo: “La principal y mayor diferencia con la competencia nacional e internacional, se basa en fabricar el tanque en una sola pieza, logrando que los tanques sean de mayor resistencia y durabilidad, con menos riesgos de fisuraciones y pérdidas. Otro aspecto innovador de los tanques es la mezcla de hormigón con la que se fabrican. La misma es de diseño y elaboración propia, logrando un hormigón de alta resistencia, sin el agregado de aditivos químicos en la mezcla”.

Considero que esto generará un impacto en la industria vitivinícola, cervecera y de destilados, reduciendo los costos, aumentando la productividad y facilitando una herramienta para aumentar la calidad de estas bebidas argentinas.

“Al ejecutarse en una sola pieza, con perfecto acabado final en el desmolde, reutilización del molde, elaboración propia de la mezcla y sin la utilización de químicos, logran disminuirse considerablemente los tiempos y costos de fabricación, tanto de mano de obra como de materiales y el proporcional de gastos generales, y por consiguiente el costo final del producto. Debido a estas razones considero que esto generará un impacto en la industria vitivinícola, cervecera y de destilados, reduciendo los costos, aumentando la productividad y facilitando una herramienta para aumentar la calidad de estas bebidas argentinas”, agregó.

El vínculo con la universidad

Con relación a cómo se construyó el vínculo con la Universidad Nacional de Mar del Plata Fasciglioni expresó: “El nexo con la Universidad surgió orgánicamente. En principio necesitaba un laboratorio para diseñar y luego ensayar las mezclas de hormigón a utilizar. Me puse en contacto con el Director del Laboratorio de la Facultad de Arquitectura, y contraté los servicios del mismo para desarrollar la dosificación del hormigón. Luego más adelante, me enteré del programa PAC emprendedores 2020, quise presentarme y uno de los requisitos era estar incubado. Averigüé qué incubadoras había en Mar del Plata, y llegué a que la Universidad Nacional de Mar del Plata, tenía su propia incubadora, y me gustó mucho el perfil de la misma, apliqué y fui seleccionado. Obtuve la financiación ese año para la etapa de ideación”.

La Universidad Nacional de Mar del Plata, tenía su propia incubadora, y me gustó mucho el perfil de la misma, apliqué y fui seleccionado. Obtuve la financiación ese año para la etapa de ideación.

“En el transcurso de estos dos años, he trabajado junto a la incubadora en la inscripción de otros programas de financiación de Nación. Y también he contado con la presencia de dos practicantes de la carrera de comercio exterior de la Universidad, para evaluar factibilidades de exportación. Finalmente, me contacté con el Centro de Apoyo a la Transferencia Tecnológica (CATTEC), por un requerimiento

Al momento de realizar un balance sobre la experiencia de vinculación con la universidad dijo: “Uno tiende a encontrarse muy solo cuando comienza un emprendimiento y a veces se hace difícil no abandonar. Acercarse a la Universidad, a la Incubadora, CATTEC, las Facultades, es una herramienta muy valiosa. Me permitió complementarme con los conocimientos, y experiencias, y me brindaron ayuda fundamental”.

“Presentarse a concursos de emprendedores, escribir el proyecto, te ordena, te obliga a entender todo mejor. Y siempre vas a tener una mano que te dé un empujón más, o te resuelva un conflicto con soluciones que no conocías a partir de cursos, financiaciones y contactos con otros emprendedores o científicos que saben del tema”, concluyó.

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